Economía
En esta Cuadra se hace ciudad
El despacho Cuadra Urbanismo tiene el objetivo de rescatar el espacio público metropolitano
GUADALAJARA, JALISCO (29/FEB/2016).- El espacio público es lo común, lo de todos. Es el lugar que debe de ser cuidado, reproducido y moldeado.
Esta la conexión entre la ciudad y el ciudadano. Y con esa filosofía trabajan en Cuadra Urbanismo, un despacho de urbanistas que inició como un proyecto escolar que hoy empieza a rendir frutos.
Manu Padilla y Libertad Zavala, directivos de la empresa, cuentan que en 2009 conocieron a Alejandro Echeverri, el arquitecto colombiano que trabajó en el rescate de los espacios públicos de Medellín, a través de la cultura. Le platicaron de cómo en Guadalajara comenzaba a haber colectivos y masa crítica sobre los procesos de urbanización y Alejandro sólo les recomendó que hicieran equipo, y que lucharan por un proyecto en conjunto.
Así nace Cuadra Urbanismo, una oficina especializada en algo más que la socialización de proyectos urbanos. Nacido desde las aulas, el proyecto ha tenido sus complicaciones. Los jóvenes han tenido que aprender de negocios, emprendimiento, luchar contra la partidización del Gobierno y demás cosas sobre la marcha.
“Un reto te saca la energía, el hecho de rentar una casa, comprar computadoras, invertir todo el dinero que va entrando, eso no es difícil. Lo difícil es no cerrar la cortina cuando no hay proyectos”, dice Padilla, director de la empresa.
Cuadra Urbanismo tiene metodologías propias que les vende a los gobiernos que quieren hacer proyectos arquitectónicos o de intervenciones públicas. Por ejemplo, ellos fueron los responsables de socializar el proyecto de MiBici en la colocación de estaciones en el primer cuadro de la ciudad.
El trabajo tuvo éxito: de 86 estaciones, sólo hubo queja de tres vecinos. Y en Zapopan, de 30 estaciones, sólo en una hubo problema.
¿Cuál es el secreto? Que los proyectos urbanísticos vayan acompañados con la anuencia de los ciudadanos. “Cualquier proyecto tiene impactos en la ciudad, unos más y otros menos. Lo que pasa es que los gobiernos buscan justificarlos ya que tienen el proyecto ejecutivo, y eso ya es tarde. No le invierten a la socialización, aunque cada vez es menos”.
La oficina también realiza investigación urbanística para que los tomadores de decisiones puedan tener suficiente información para emprender proyectos. Por ejemplo, al Gobierno del Distrito Federal le hicieron un estudio sobre el Corredor Madero, que conecta el Zócalo con el Palacio de Bellas Artes.
Esta la conexión entre la ciudad y el ciudadano. Y con esa filosofía trabajan en Cuadra Urbanismo, un despacho de urbanistas que inició como un proyecto escolar que hoy empieza a rendir frutos.
Manu Padilla y Libertad Zavala, directivos de la empresa, cuentan que en 2009 conocieron a Alejandro Echeverri, el arquitecto colombiano que trabajó en el rescate de los espacios públicos de Medellín, a través de la cultura. Le platicaron de cómo en Guadalajara comenzaba a haber colectivos y masa crítica sobre los procesos de urbanización y Alejandro sólo les recomendó que hicieran equipo, y que lucharan por un proyecto en conjunto.
Así nace Cuadra Urbanismo, una oficina especializada en algo más que la socialización de proyectos urbanos. Nacido desde las aulas, el proyecto ha tenido sus complicaciones. Los jóvenes han tenido que aprender de negocios, emprendimiento, luchar contra la partidización del Gobierno y demás cosas sobre la marcha.
“Un reto te saca la energía, el hecho de rentar una casa, comprar computadoras, invertir todo el dinero que va entrando, eso no es difícil. Lo difícil es no cerrar la cortina cuando no hay proyectos”, dice Padilla, director de la empresa.
Cuadra Urbanismo tiene metodologías propias que les vende a los gobiernos que quieren hacer proyectos arquitectónicos o de intervenciones públicas. Por ejemplo, ellos fueron los responsables de socializar el proyecto de MiBici en la colocación de estaciones en el primer cuadro de la ciudad.
El trabajo tuvo éxito: de 86 estaciones, sólo hubo queja de tres vecinos. Y en Zapopan, de 30 estaciones, sólo en una hubo problema.
¿Cuál es el secreto? Que los proyectos urbanísticos vayan acompañados con la anuencia de los ciudadanos. “Cualquier proyecto tiene impactos en la ciudad, unos más y otros menos. Lo que pasa es que los gobiernos buscan justificarlos ya que tienen el proyecto ejecutivo, y eso ya es tarde. No le invierten a la socialización, aunque cada vez es menos”.
La oficina también realiza investigación urbanística para que los tomadores de decisiones puedan tener suficiente información para emprender proyectos. Por ejemplo, al Gobierno del Distrito Federal le hicieron un estudio sobre el Corredor Madero, que conecta el Zócalo con el Palacio de Bellas Artes.