Economía

En corrupción, Pemex aprueba de panzazo

Expertos recomiendan reforzar evaluaciones de políticas para prevenir y combatir la opacidad

CIUDAD DE MÉXICO (16/JUL/2013).- Petróleos Mexicanos (Pemex) presentó ayer su “Informe de Responsabilidad Social” número 14, en el que voluntariamente se sometió a evaluaciones con estándares internacionales, del Dow Jones Sustainability Index, y de un grupo de participación ciudadana integrado por 14 miembros, quienes colocaron una nota apenas aprobatoria, de 6.0 puntos, a la actividad de la paraestatal en códigos de ética, corrupción y soborno. El grupo de participación ciudadana, compuesto por observadores internacionales expertos en transparencia, biodiversidad y energía, destacó que la relación con el sindicato de la empresa sigue siendo un área que puede mejorarse, ya que en su evaluación de las actividades del 2012, “es un tema en el que no vemos acciones específicas”.

“Entendemos que la relación entre Pemex y el sindicato está regulada exclusivamente por el contrato, pero ¿sería posible incluir aspectos de responsabilidad social y eficiencia?”, cuestionaron los expertos, que en general recomendaron reforzar las evaluaciones para verificar la aplicación de políticas para prevenir y combatir la corrupción, con el fin de aumentar la calificación de Pemex, que en el 2011 fue de 5.8 puntos.

En la presentación del reporte, directivos de la paraestatal y funcionarios destacaron la poca transparencia con la que se manejan los recursos en el sector, particularmente en lo que se refiere al destino de los excedentes petroleros y la relación con la Secretaría de Hacienda.

Cambios estructurales

Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, manifestó que la eficiencia no sólo debe reflejarse en la producción, transporte y consumo de combustibles al interior de Pemex, sino que “es también importante eficientar el gasto público, de ahí la necesidad de llevar a cabo una reforma en el segundo semestre”.

Fluvio Ruiz Alarcón, consejero profesional de la paraestatal, pidió nuevamente que ésta se constituya como empresa y deje de ser un organismo, ya que en temas como los excedentes petroleros (que resultan de la rentabilidad cuando el precio del petróleo sube por encima del establecido por Hacienda menos costos de producción) “ni siquiera son visibles, van a dar a un fondo común recaudatorio, de ahí se pierde su vía, se disuelven en ISR y no sabemos dónde quedan”, aseveró.

Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, aseguró que, con leyes poco innovadoras, el desempeño en el sector público se mantiene rezagado, por lo que realizar comparaciones con modelos extranjeros –particularmente con el noruego y su fondo soberano, que asciende a 680,000 millones de dólares–, resulta ocioso en tanto no se mejore la rendición de cuentas a la ciudadanía sobre los recursos.

Karol García

kgarcia@eleconomista.com.mx

El Economista

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