Economía
Dos billones más de déficit que lo calculado por Obama
El nuevo cálculo, que será anunciado el martes, pronostica un déficit acumulado en el periodo 2010-2019 de nueve billones de dólares
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- La Casa Blanca calcula que el déficit presupuestario a lo largo de la próxima década será de dos billones de dólares más que los pronosticados hasta hace poco, un golpe demoledor para el presidente
Barack Obama y sus planes de crear un sistema de salud público costeado en gran parte por el estado.
El nuevo cálculo, que será anunciado el martes, pronostica un déficit acumulado en el periodo 2010-2019 de nueve billones de dólares, en lugar de los siete billones anunciados hace poco. La nueva cifra refleja ingresos fiscales menores a los pronosticados por el gobierno a principios de año, basados en unos índices de crecimiento tras la recesión muy risueños, dijeron varios funcionarios gubernamentales que hablaron a condición de guardar el anonimato a la espera del anuncio oficial de la próxima semana.
Los pronósticos a 10 años vista son muy volátiles y pueden variar con el tiempo. Empero, los nuevos números rojos en las finanzas públicas plantearan arduos problemas a Obama en el Congreso, y una enorme ansiedad entre los extranjeros que financian la deuda pública estadounidense, especialmente China. Casi todos los economistas los consideran insostenibles incluso con una devaluación masiva del dólar estadounidense.
A principios de esta semana, la Casa Blanca anunció que el déficit presupuestario para el año fiscal que concluye el 30 de septiembre será de casi 1.6 billones, tras la eliminación de 250 mil millones de dólares de un plan de contingencia de rescate bancario. El gobierno no llegó a solicitar esa cifra al Congreso.
Ese déficit acumulado a lo largo de 10 años representa un enorme obstáculo político para un gobierno que intenta crear un sistema de salud de tipo europeo o canadiense e imponer costosas tasas a la utilización de la energía para proteger el medio ambiente.
Los economistas pronostican ahora una lenta recuperación tras la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, lo que dificulta aún más la promesa de Obama de reducir el déficit a 512 billones de dólares en el 2013.
A principios de febrero y mayo, la Casa Blanca pronosticó que la economía se contraería este año un 1.2%, aunque la contracción fue del 6.4% en el primer trimestre, la peor en casi tres décadas.
Tanto la Casa Blanca como la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) anunciarán el martes sus nuevos cálculos. A principios de año la CBO pronosticó que el déficit acumulado llegaría a los 9.1 billones entre el 2010 y el 2019, ante la creencia de que la economía se contraería un 2.2% este año.
En sus primeros pronósticos, la Casa Blanca dijo que el déficit sería manejable si descendía al tres por ciento del Producto Interno Bruto, pero esos cálculos apenas cuajaron incluso con el anuncio, excesivamente optimista, de que las guerras de Irak y Afganistán costarían solamente 50 mil millones de dólares al año en lugar de los 130 mil millones presupuestados para el 2010.
El nuevo cálculo, que será anunciado el martes, pronostica un déficit acumulado en el periodo 2010-2019 de nueve billones de dólares, en lugar de los siete billones anunciados hace poco. La nueva cifra refleja ingresos fiscales menores a los pronosticados por el gobierno a principios de año, basados en unos índices de crecimiento tras la recesión muy risueños, dijeron varios funcionarios gubernamentales que hablaron a condición de guardar el anonimato a la espera del anuncio oficial de la próxima semana.
Los pronósticos a 10 años vista son muy volátiles y pueden variar con el tiempo. Empero, los nuevos números rojos en las finanzas públicas plantearan arduos problemas a Obama en el Congreso, y una enorme ansiedad entre los extranjeros que financian la deuda pública estadounidense, especialmente China. Casi todos los economistas los consideran insostenibles incluso con una devaluación masiva del dólar estadounidense.
A principios de esta semana, la Casa Blanca anunció que el déficit presupuestario para el año fiscal que concluye el 30 de septiembre será de casi 1.6 billones, tras la eliminación de 250 mil millones de dólares de un plan de contingencia de rescate bancario. El gobierno no llegó a solicitar esa cifra al Congreso.
Ese déficit acumulado a lo largo de 10 años representa un enorme obstáculo político para un gobierno que intenta crear un sistema de salud de tipo europeo o canadiense e imponer costosas tasas a la utilización de la energía para proteger el medio ambiente.
Los economistas pronostican ahora una lenta recuperación tras la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, lo que dificulta aún más la promesa de Obama de reducir el déficit a 512 billones de dólares en el 2013.
A principios de febrero y mayo, la Casa Blanca pronosticó que la economía se contraería este año un 1.2%, aunque la contracción fue del 6.4% en el primer trimestre, la peor en casi tres décadas.
Tanto la Casa Blanca como la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) anunciarán el martes sus nuevos cálculos. A principios de año la CBO pronosticó que el déficit acumulado llegaría a los 9.1 billones entre el 2010 y el 2019, ante la creencia de que la economía se contraería un 2.2% este año.
En sus primeros pronósticos, la Casa Blanca dijo que el déficit sería manejable si descendía al tres por ciento del Producto Interno Bruto, pero esos cálculos apenas cuajaron incluso con el anuncio, excesivamente optimista, de que las guerras de Irak y Afganistán costarían solamente 50 mil millones de dólares al año en lugar de los 130 mil millones presupuestados para el 2010.