Economía

Clase media pierde poder adquisitivo

Expertos estiman que este sector poblacional perdió en la última década hasta 8% de su poder adquisitivo

GUADALAJARA, JALISCO (29/OCT/2016).- José de Jesús Loza Sánchez, sociólogo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y autor del libro “La clase media deslactosada”, define que la clase media es aquella familia de aproximadamente cuatro miembros que tiene un ingreso aproximado de 25 mil hasta 60 mil pesos mensuales, así como un egreso en los que puede ahorrar para imprevistos y cubrir necesidades y niveles de satisfacción de los bienes capitales, económico, social, salud y servicios.

“Hay dos tipos de clases: la  sólida, que definimos al principio; y la clase media líquida, la que se estancó, la que percibe 10 mil pesos a 25 mil pesos por familia”.

El académico estima que la clase media ha perdido de entre 6% y 8% de su poder adquisitivo entre los años 2010 y 2016. Y la tendencia seguirá a la baja, según un estudio publicado en 2009 por Consejo Económico y Social de Jalisco (Cesjal).

“La clave está en que la clase media tiene un trabajo formal y tiene el Impuesto Sobre la Renta, que mientras más gana más le quitan. Si te aumentan dos pesos y centavos, con esos centavos subes de rango y te cobran como si ganaras al siguiente nivel. Allí está la pérdida… ya no digamos con el aumento del producto de la canasta básica”.

Acentúa que ahora la clase media no puede adquirir bienes como los de antaño, por ejemplo, en el caso de la vivienda, en donde antes las casas eran de ocho por 16 metros y ahora algunas son de cuatro por 15.

“Empiezan a vivir en cotos o fraccionamientos que simulan ser de clase media, porque tienen jardines y aspecto residencial, pero muchos son de baja calidad y retirados”.

Añade que antes se compraba por calidad y no por cantidad, se adquirían autos nuevos cada cuatro años, pero ahora se requiere el doble para adquirir un vehículo de agencia. “Antes se viajaba tres veces al año en hoteles cinco estrellas; ahora hay quienes optan por ir una vez a uno de cinco estrellas o tres veces al año en tres estrellas… allí está la resiliencia de la clase media a poderse mantener con sus usos y costumbres para no sentir esa melancolía de hace 20 años”.

El sociólogo considera que es necesario que más personas de clase media entren al Gobierno para de esa forma mejorar las políticas públicas que existen para el sector en la actualidad.

“También seguimos viviendo en un sistema capitalista, donde lo que rifa es pagarle menos a un trabajador, y como la Ley del Trabajo se modificó a favor de los empresarios está en desventaja el trabajador”.

La licenciatura no garantiza buenas quincenas

El sociólogo José de Jesús Loza explica que hace 10 o 20 años, tener una licenciatura garantizaba un buen salario; sin embargo, ahora eso ya no es suficiente. “Lo que planteo en mi definición de clase media deslactosada es que le han quitado la lactosa, la parte primordial de su capital. La educación se ha ido ‘deslactosando’, ya no es lo mismo un profesionista de hace 20 años… ahora un profesionista es un operador en una empresa”.

Observa que en los tiempos actuales se necesita tener un posgrado para alcanzar un nivel óptimo de ingreso y egreso. “Actualmente la clase media tanto en México como en Jalisco oscila entre los 10 mil a 12 mil pesos mensuales, está por debajo de la mitad de lo que debería estar ganando para ser una clase media. Desafortunadamente, el 50% de los que tienen doctorado están desempleados. No hay un desarrollo fuerte en crear empleos para la clase media. Sí ha crecido el número de empleos en Jalisco, pero son operativos”.

Ante la situación laboral, muchos jóvenes optan por quedarse en casa de sus padres para mantener su nivel de vida, según documentó el sociólogo en su libro, en donde investigó a familias de la Colonia Jardines Alcalde de Guadalajara. “Vino la crisis del 2008, y desde allí el sector no se ha levantado, hay gente que no se ha recuperado. Donde se siente como tal es desde 2006 a la fecha. Y con este incremento salarial tan mínimo es una situación grave para los profesionistas”.

Más trabajo

Ignacio Román Morales, economista del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y representante de la universidad en el Informe socioeconómico de Jalisco, elaborado por el Consejo Económico y Social de Jalisco (Cesjal) en 2009, visualizó que a comparación de hace 20 años, la clase media debe trabajar más, por horas y por integrantes en cada familia, para alcanzar servicios y actividades extra a la alimentación y vivienda.

“Antes las familias podían ser de seis o siete miembros, y vivir con un solo salario. Actualmente hay menos integrantes y tienen que trabajar más de dos personas. Eso implica una reducción en nuestra capacidad de convivencia familiar, social, barrial. Si yo tengo que trabajar ocho horas o 14 horas diarias, si además de eso tengo que dedicar tres o cuatro horas diarias a transportarme, lo que estamos teniendo son jornadas de trabajo de hasta 14 horas. Si calculamos ocho horas de sueño, nos quedan dos horas para hacer todo lo demás. Para poder consumir más de lo básico, no trabajo para vivir, sino vivo para trabajar”.

Román Morales detalla lo complejo que es hablar de una definición de clase media, pero si se toma como lógica que la canasta individual básica, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), cuesta dos mil 700 pesos mensuales, al multiplicarlo por cuatro personas un ingreso mensual por hogar tendría que ser arriba de los 10 mil 800 pesos.

“El gran problema es que la clase media en México se ha ido empobreciendo. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, apenas el 6% de los trabajadores tiene un ingreso superior a los 11 mil pesos, cada vez es más difícil que ganen más de esa cantidad”.

Resalta que el hecho de que la población trabajadora sea contratada por ingresos cada vez menores hace que sea más difícil sostener el gasto y que la clase media esté expuesta al endeudamiento.

“Hay más gente con mayor nivel de escolaridad, pero no hay más demanda de trabajos, entonces pasa que se contratan por menos salarios porque hay muchos atrás que tomarán ese trabajo”.

El investigador argumenta que luego de la reforma laboral de 2012 creció la tasa en empleos subcontratados, por lo que aunado a los bajos salarios y la inflación, la situación se vuelve compleja. “Yo diría que hace 35 años, la expectativa era mucho mayor de tener un empleo estable, una segunda cuestión ligada a ello son las prestaciones sociales que tienden a reducirse, el tercero y cada vez más importante es la pérdida de posibilidades económicas para jubilarse, eso me parece un problema de primer orden para las denominadas clases medias”.

LA FRASE

"Para la OCDE y el Banco Mundial, la clase media es conformada por aquellos que ganan dos dólares al día, pero eso es una trampa."

José de Jesús Loza Sánchez, sociólogo de la UdeG.

“Soy feliz en lo que hago, pero el sueldo…”

“Soy feliz en lo que hago pero el sueldo… quisiera estar mejor.  Aunque lo he hablado y pedido (el aumento), no se ha dado”, lamenta Luis sobre su economía actual, la cual hace que necesite hacer otros trabajos esporádicos para tener ingresos extra.

El trabajador asegura ser responsable y haber adquirido experiencias que no le son valoradas: “Me entero de sueldos más altos,  te enteras que hay recomendados, amigos de jefes… y el chavo o chava pueden tener empuje, pero entran ganando un dinero que, como es por recomendación, debería haber una tarifa conforme aptitudes”.

Comparado con lo que ganan otros amigos que tienen auto y se van de vacaciones a otros países, Luis comenta que no le alcanza para gastar más allá de algunos gustos o vacacionar en ciudades de México o Pueblos Mágicos. “Uno, por ejemplo, es su propio jefe, tiene una microempresa y debe estar ganando mensualmente unos 15 mil pesos, mientras otro amigo que trabaja para una empresa americana percibe alrededor de 20 mil pesos mensuales”.

Para el trabajador es indispensable que las empresas conozcan a sus empleados, que vean sus capacidades y les den un seguimiento real a lo que hacen. “Que vean que hay personas que merecen ganar más de lo que están percibiendo porque no sólo se trata de hacer bien tu trabajo, sino de la pasión que le pones, y cómo lo haces. Si los trabajadores reciben un salario justo trabajarán con una mayor eficiencia y eficacia”.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de 2006 a 2016 la población ocupada de Jalisco pasó de dos millones 879 mil personas a tres millones 495 mil 018.

De 2006 a 2016 aumentaron quienes perciben hasta un salario mínimo al mes (alrededor de dos mil 200 pesos), de 277 mil 781 personas a 359 mil 238, según el primer trimestre de ambos periodos, mientras que la población que gana más de cinco salarios mínimos se redujo de 310 mil 182 a 256 mil 299 personas en el periodo de tiempo antes señalado, lo que significa que hay más empleos, pero no de los que ofrecen más de 11 mil pesos mensuales.

INEGI Y CONEVAL
Polémica por la medición de los ingresos en los hogares

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) nació en 1983 y se consolidó en el sexenio pasado de Felipe Calderón como uno de los pocos organismos públicos con prestigio y credibilidad.

Todos sus estudios, demográficos, sociales, laborales, económicos y de seguridad, entre otros, forman parte de los diagnósticos oficiales más precisos en México.

En ese contexto, en 2005 nació el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), otro organismo público federal que también ha sorprendido con las cifras de pobreza. El dato más reciente: que en el país aumentaron los pobres de 53.3 millones a 55.3 millones de personas, con base en las evaluaciones de 2012 y 2014 (el último año de Felipe Calderón y los dos primeros de Enrique Peña Nieto). Son los estudios más recientes.

Tanto el Inegi como el Coneval se han posicionado como dos referentes en indicadores, pero en julio pasado se enfrentaron.

En julio pasado, el Inegi presentó el levantamiento del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015 con “criterios de captación y verificación de información en campo de mayor rigor”. El organismo explicó que se mantenía el diseño conceptual y estadístico; sin embargo, las acciones instrumentadas para mejorar la captación del ingreso en campo hicieron que el Módulo de este año no sea comparable con los ejercicios estadísticos previos.

Entre los resultados se detalla que los hogares del decil con más altos ingresos recibieron en promedio 161 mil 568 pesos al trimestre, contra los ocho mil 169 de las familias del primer decil, “lo que implica que los primeros captaron en promedio 19.8 veces más ingresos que los segundos”.

En estas cifras se remarcó que las familias más pobres tuvieron ingresos por dos mil 723 pesos mensuales; es decir, ganan poco más del salario mínimo diario en promedio (73 pesos).

En conclusión, el Instituto publicó que los ingresos se incrementaron 11.9% en promedio en todos los hogares, pero llamó la atención que en las familias más pobres aumentó hasta 33.6% en un solo año.

El enfrentamiento

La publicación causó la inconformidad del Coneval, que calificó al Instituto de incongruente y opaco.

Y emitió un comunicado:

“El Inegi es la institución responsable de captar en los hogares la información de las variables que conforman la medición de la pobreza. (Sin embargo) la modificación que hizo al ingreso de los hogares se puede apreciar con los siguientes ejemplos: incremento real del 11.9% en el ingreso corriente de los hogares a nivel nacional y más del 30% en algunas entidades federativas entre 2014 y 2015”.

Asimismo, indica el organismo público autónomo, “se presenta un incremento real del 33.6% del ingreso en los hogares más pobres en un solo año, lo cual no es congruente con la tendencia que se ha venido manifestando en otros instrumentos del Inegi y con otras variables económicas. Cualquier modificación para captar adecuadamente las variables económicas y sociales debe ser realizada con transparencia y planeación, permitiendo generar certidumbre a los usuarios. Ese no fue el proceso que siguió el Inegi en esta ocasión”.

El Consejo remató afirmando que los cambios realizados por el Inegi fueron una decisión exclusiva del Instituto en 2015 y al margen del convenio de colaboración que el Coneval tiene con el Instituto.

“Dichos cambios carecen de documentos públicos de carácter técnico que los justifiquen, y no fueron debatidos técnicamente con Coneval ni anunciados de manera oportuna, por lo que el proceso de captación del ingreso no fue transparente. Los cambios modificaron una de las variables indispensables para medir la pobreza, lo que trae una ruptura en la evolución histórica de las mediciones de pobreza que Coneval ha presentado desde 2008”.

Al final, el Inegi y Coneval aceptaron la propuesta de organizaciones de la sociedad civil para integrar un Grupo Técnico Ampliado, que revise y prepare de forma abierta una metodología de medición del ingreso y la pobreza para 2018. Estará conformado por autoridades, académicos y ciudadanos.

Jalisco “está estable”

En 2010, el Coneval utilizó datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para observar trimestralmente la evolución del poder adquisitivo del ingreso laboral de los hogares y, con base en éste, analizar si aumenta o disminuye el porcentaje de la población cuyos ingresos laborales son menores que el valor de la canasta alimentaria, lo que se conoce Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP-IS).

“Si el ingreso laboral aumenta más que el valor de la canasta alimentaria, el poder adquisitivo del hogar mejora y el ITLP-IS tiende a bajar. De forma inversa, si el precio de los alimentos de la canasta alimentaria aumenta más que el ingreso laboral, el poder adquisitivo empeora y el ITLP-IS tiende a subir”, señalan en su página.

Enrique Minor, titular de la Dirección General Adjunta de Análisis de la Pobreza del Coneval, explica que Jalisco ha mostrado una estabilidad en términos de un porcentaje de la población que no le alcanza con su ingreso laboral. “Es muy interesante si vemos de 2012 a 2014”.

Comenta que si comparamos sólo de 2006 a 2016, hay menos personas que pueden comprar la canasta básica. “Hablamos de un 12% de personas que no les alcanza con su ingreso laboral para comprar una canasta básica”.

ESTATUS
La división de clases

• Baja
Se estima que representa 35% de la población. Está constituida por trabajadores temporales e

inmigrantes, comerciantes informales, desempleados y gente que vive de la asistencia social.

• Baja-alta
Aproximadamente 25% de la población nacional y está conformada por obreros y campesinos (agricultores). Es la fuerza física de la sociedad, ya que realiza arduos trabajos a cambio de un ingreso ligeramente superior al sueldo mínimo.

• Media-baja
Formada por oficinistas, técnicos, supervisores y artesanos calificados. Sus ingresos no son muy sustanciosos, pero estables. Se estima que sea 20% de la población.

• Media-alta
Incluye a la mayoría de hombres de negocios y profesionales que ha triunfado y que, por lo general, constan de buenos y estables ingresos económicos. Se estima que sea 14% de la población.

• Alta-baja
La integran familias que son ricas de pocas generaciones atrás. Sus ingresos económicos son cuantiosos y muy estables. Se estima que sea 5% de la población.

• Alta-alta
La componen antiguas familias ricas que durante varias generaciones han sido prominentes y cuya fortuna es tan añeja que se ha olvidado cuándo y cómo la obtuvieron. Se estima que sea 1% de la población nacional.

Fuente:
Secretaría de Economía.

EL DATO
Porcentajes

En el año 2000, el 1% de la población de México se clasificaba  como clase alta, 35.2% era media y 63.8%, baja, según el Inegi.

Una década después, 1.7% de la población se consideraba alta, 39.2% clase media y 60%, baja.

Aún no se emite un estudio actualizado.

GUÍA
¿Cómo es un hogar de clase media?

Si al azar se toma un hogar de clase media lo más probable es que:

• Cuente con computadora.
• Gaste cuatro mil 380 pesos trimestrales en alimentos y bebidas fuera del hogar.
• Abone alrededor de 1,660 a su tarjeta de crédito.
• Tenga al menos un integrante asalariado con contrato escrito y que labore para una empresa con razón social en el sector privado.
• La cabeza del hogar tiene al menos educación media superior.
• El número de integrantes en la familia es de cuatro.
• Los hijos asisten a una escuela pública.
• La vivienda es propia o la está pagando.

ESTUDIO NACIONAL
Nuevo León, el líder

Por entidad federativa, el ingreso promedio por hogar en 2015 fue mayor en Nuevo León con 66 mil 836 pesos al trimestre. Allá se vive mejor.
 
LOS MEJORES

Ingresos por trimestre Pesos
Nuevo León 66,836
Ciudad de México 61,622
Baja California Sur 61,361
Aguascalientes 59,434
 
Jalisco 54,917


LOS PEORES

Guerrero 27,584
Oaxaca 28,715
Chiapas 29,648
Veracruz 31,328.


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