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Zaragoza le da la bienvenida a Aguirre

El nuevo técnico del equipo español aseguró en su presentación que jugarán cada partido como si fuera el último

Javier Aguirre regresa a entrenar en España

ZARAGOZA ESPAÑA (18/NOV/2010).
- El mexicano Javier Aguirre ha declarado hoy durante su presentación como nuevo entrenador del Real Zaragoza, colista de la Liga española, que su equipo va a disputar cada partido como si fuera el último.

"Jugaremos como una final porque es lo que necesitamos. Hay que ir paso a paso y no mirar más allá del siguiente encuentro. No me gusta vender cuentos ni pasos fáciles porque no funcionan", ha destacado.

El técnico azteca, que llega con un contrato hasta el próximo 30 junio con opción a una temporada más si se logra permanencia, ha añadido que es posible lograrla con la plantilla que tiene actualmente.

"Hay que ver a los jugadores pero no necesitamos hacer ninguna locura en el futuro. Es cosa de coger el ritmo y de que acompañen un par de buenos resultados. El equipo está diseñado para no pasar apuros y no debemos esperar que en Navidad venga nadie a sacarnos de problemas", ha comentado.

Además, no ve motivos para ser pesimista cuando queda tanto por jugarse, aunque sí ha advertido que se necesitan resultados.

El nuevo preparador considera que cuando se afronta una situación como la que atraviesa el Real Zaragoza la presión existe desde que se acepta el reto, porque es inherente al fútbol.

Javier Aguirre ha mandado un mensaje de optimismo al señalar que aunque el equipo pasa por un momento delicado "no es el fin del mundo", ya que faltan muchos puntos muchos por jugarse y hay muchas posibilidades.

"Animo a la gente y a los jugadores, pero yo no tengo una varita mágica. Debemos trabajar todos y todos nos tenemos que involucrar. Además, La Romareda tiene que ser un fortín y nosotros pelear", ha explicado.

El entrenador del Real Zaragoza piensa que para salir de la situación actual todo pasa por los jugadores y que si están comprometidos, animados y contentos, rinden.

De la misma forma cree que, por los partidos que le ha visto al equipo maño, ha tenido infortunio en forma de expulsiones, fallos y malos momentos y ha reiterado su confianza en la plantilla actual.

Sobre la idea futbolística que tiene, ha explicado que son los jugadores los que dan la pauta.

"Este plantel tiene calidad para jugar al fútbol. Esa es la idea, que el equipo disfrute, tenga la pelota, sea competitivo y luego hay que trabajarlo", ha comentado.

Igualmente ha desvelado que aspira al buen trato de la pelota, que no le gusta esperar al rival ni el pelotazo, pero que si hay que hacerlo se hace porque el objetivo es la permanencia.

También opina que el sistema lo dan los propios jugadores: "en eso no estoy casado con nada. Si las circunstancias del equipo te permiten jugar de una manera, bien y, si no, me adapto bien a lo que hay".

Para el partido de la próxima jornada contra el Getafe, Aguirre ha señalado que aunque es poco tiempo para dar la idea que desea, el equipo cuenta con un buen trabajo de base, que tiene conceptos y que espera que los jugadores sean conscientes de su realidad y de que es una final.

"El Getafe atraviesa, como nosotros, un momento delicado y para nosotros será la primera final de las 27 que nos restan", ha añadido.

Aguirre, que llega a la capital aragonesa acompañado de un ayudante, Manolo Vidrio, y de un preparador físico, Juán Iribarren, ha explicado que su fichaje se había producido de manera muy rápida pues ayer conversó con el presidente, Agapito Iglesias, y que hoy ya estaba en Zaragoza.

Considera que su contratación por el equipo aragonés es un paso importante en su carrera y que le ilusiona mucho por el tamaño de la entidad y la historia de la misma.

"Es un proyecto enorme. Lleva unos últimos tiempos complicados y es un reto. Es una gran institución que atraviesa momentos delicados pero con el concurso de todos espero lograr el objetivo", ha dicho.

El regreso del "Vasco" Aguirre


- Perfil del nuevo entrenador del Real Zaragoza

El técnico mexicano Javier Aguirre, apodado el "Vasco" por el origen de su familia, vuelve al fútbol español, donde entrenó a Osasuna y Atlético de Madrid, club del que salió en febrero 2009 para asumir después el mando de la selección azteca.

Aguirre (Ciudad de México, 01/12/1958), hijo de inmigrantes vascos, tomó hoy las riendas del Zaragoza con el objetivo de sacarlo de la crisis de resultados -sólo un partido ganado de 11 disputados en la Liga- que ha situado al equipo como colista.

El técnico cerró su etapa en el Atlético de Madrid el 2 de febrero de 2009 después de dos temporadas y media, en las que obtuvo el éxito de clasificar a los rojiblancos para la Liga de Campeones, un objetivo que no lograban desde hacía 11 años.

Aunque el Atlético alcanzó los octavos de final del máximo torneo continental, la ausencia de victorias en los últimos cinco partidos de Liga y la eliminación de la Copa del Rey propiciaron su despido el 2 de febrero para ser reemplazado por Abel Resinos.

Uno de sus momentos más amargos ocurrió el 20 de mayo de 2007 cuando el "Atleti" sufrió la peor derrota como local de la historia ante el Barcelona.

Un séptimo puesto en 2006-07, un cuarto en la siguiente campaña y la séptima posición antes del despido resumen su trayectoria liguera con el Atlético, con el que disputó 97 choques, con un balance de 45 triunfos, 21 empates, 31 derrotas, 156 goles a favor y 119 en contra.

En Europa, a su eliminación de 2007-08 en los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA ante el Bolton inglés, siguió una brillante actuación en la Liga de Campeones en 2008-09, donde accedió a octavos.

El límite de Aguirre en la Copa del Rey fueron los cuartos de final. En total, dirigió 129 encuentros oficiales con el Atlético, con 60 triunfos, 31 empates y 38 derrotas, con 203 goles a favor y 144 en contra, desde su llegada al club en mayo de 2006, procedente del Osasuna.

Aguirre se incorporó a Osasuna, club en el que había militado en su etapa de jugador, después de clasificar a la selección mexicana para el Mundial de 2002, donde alcanzó los octavos, ronda en la que cayó ante Estados Unidos (2-0).

En sus cuatro años de técnico, no sólo consiguió asegurar la estancia de Osasuna en Primera, sino que condujo al equipo a una final de la Copa del Rey y a la Copa de la UEFA, y en la temporada 2005-06 a la fase previa de la Liga de Campeones por primera vez en la historia del club.

Con Osasuna, el técnico mexicano sumó 152 partidos, con 56 ganados, 41 empatados y 55 derrotas.

Antes de entrenar en España, Aguirre había dirigido a los clubes mexicanos Atlante, al que salvó del descenso, y Pachuca, con el que obtuvo el campeonato de invierno en 1999.

Como jugador, Aguirre, centrocampista, conquistó con la selección nacional universitaria el oro en la Universiada Mundial de 1979 y fue campeón con el América en 1984.

Como internacional absoluto, disputó el Mundial de México 1986. Con la camiseta del " Tri", jugó 48 partidos.

Además de la etapa de 2001 y 2002, en la que dirigió a México en 29 encuentros, Aguirre repitió como seleccionador a partir de mediados de 2009 en un momento de crisis para los aztecas, con la clasificación comprometida para Sudáfrica 2010.

Aguirre pudo con el reto y México estuvo en Sudáfrica, donde se marchó en octavos tras perder con Argentina por 3-1.

Tres días después, Aguirre renunció. "El plan era jugar un quinto partido en el Mundial, o sea estar entre los ocho mejores, no se logró y es insostenible mi continuidad", dijo el 30 de junio.

En esta segunda etapa en el "Tri", Javier Aguirre dirigió 32 partidos, de los que ganó 19, empató siete y perdió seis. La conquista de la Copa de Oro, al derrotar en la final a Estados Unidos por 5-0, figura entre sus títulos más importantes.

En el Zaragoza, Aguirre volverá a ejercer su misión de "salvador". Para ello utilizará sus recursos más conocidos: hacerse amigo de los jugadores, crear equipo, y utilizar un lenguaje de la calle para hacerles entender su sistema de juego.

También les pedirá que jueguen lo más parecido posible a cuando eran niños y se divertían sin necesidad de matar o morir en los partidos del barrio.

Disciplinado, defensor de la familia y de las tradiciones, pero a la vez alejado de las formalidades, Aguirre tiene un estilo directo al explicar su manera de ver el fútbol que no está reñido con una fuerte personalidad.

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