Deportes
Sergio Pérez todavía no asimila su proeza
El piloto de la escudería Sauber regresará a la acción de la competencia el 15 de abril, para su siguiente carrera en China
GUADALAJARA, JALISCO (27/MAR/2012).- Los mensajes del cuerpo no necesitan de palabras. El rostro refleja cansancio luego de un largo viaje. Pero la sonrisa, en cambio, habla de lo satisfactoria que resulta esa travesía.
Apenas la puerta de arribos internacionales se abre, los flashes iluminan el interior del Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo, de Guadalajara. Sergio Pérez está en su casa.
El piloto tapatío de la escudería Sauber vuelve a la Perla Tapatía luego del segundo lugar en el Gran Premio de Malasia.
Es apenas el primer mexicano en más de cuatro décadas en subir al podio en la Fórmula Uno. Esa es, precisamente, la razón por la que su presencia convoca a un gran número de medios de comunicación.
De los presentes en la estación aérea, no todos reconocen a Checo. “¿Quién es?”, pregunta uno de los vigilantes. No aparecen porras. Sin embargo, el joven automovilista vive su propia fiesta. La familia ya lo espera.
Checo llegó a Guadalajara la tarde de este lunes, en un vuelo procedente de Dallas, Texas.
El tapatío pisó la ciudad para convivir con su gente, familia y amigos, durante los días que permanecerá en la Perla de Occidente antes de regresar a la acción del Serial el domingo 15 de abril para el Gran Premio de China.
En medio de un centenar de personas y medios de comunicación que lo recibieron, el piloto comentó brevemente: “Agradezco a todos por el recibimiento, estoy muy contento. La verdad es que todavía no asimilo lo que he hecho, estoy muy agradecido con la vida, con Dios, por la oportunidad de estar donde estoy”.
Al final, el piloto se retiró del aeropuerto, regalando autógrafos y conviviendo con la gente que acudió a recibirlo.
Sergio Pérez fue abrazado primero por su padre, Antonio Garibay, así como por sus hermanos, Paola y Toño, este último, piloto de Nascar México.
Apenas la puerta de arribos internacionales se abre, los flashes iluminan el interior del Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo, de Guadalajara. Sergio Pérez está en su casa.
El piloto tapatío de la escudería Sauber vuelve a la Perla Tapatía luego del segundo lugar en el Gran Premio de Malasia.
Es apenas el primer mexicano en más de cuatro décadas en subir al podio en la Fórmula Uno. Esa es, precisamente, la razón por la que su presencia convoca a un gran número de medios de comunicación.
De los presentes en la estación aérea, no todos reconocen a Checo. “¿Quién es?”, pregunta uno de los vigilantes. No aparecen porras. Sin embargo, el joven automovilista vive su propia fiesta. La familia ya lo espera.
Checo llegó a Guadalajara la tarde de este lunes, en un vuelo procedente de Dallas, Texas.
El tapatío pisó la ciudad para convivir con su gente, familia y amigos, durante los días que permanecerá en la Perla de Occidente antes de regresar a la acción del Serial el domingo 15 de abril para el Gran Premio de China.
En medio de un centenar de personas y medios de comunicación que lo recibieron, el piloto comentó brevemente: “Agradezco a todos por el recibimiento, estoy muy contento. La verdad es que todavía no asimilo lo que he hecho, estoy muy agradecido con la vida, con Dios, por la oportunidad de estar donde estoy”.
Al final, el piloto se retiró del aeropuerto, regalando autógrafos y conviviendo con la gente que acudió a recibirlo.
Sergio Pérez fue abrazado primero por su padre, Antonio Garibay, así como por sus hermanos, Paola y Toño, este último, piloto de Nascar México.