Deportes
Nibali vence en las Tres Cimas de Lavaredo y ratifica el liderato
El italiano se impone en la penúltima etapa y a menos que sufra un accidente, hoy se corona
ROMA, ITALIA (26/MAY/2013).- El italiano Vicenzo Nibali (Astana) ganó ayer en solitario una penúltima etapa del Giro de Italia “descafeinada” por la nieve y el frío, que le pusieron una alfombra rosa hacia lo más alto del podio de una carrera en la que ya fue segundo y tercero en otras ediciones.
Los 210 kilómetros entre Silandro y el mítico monte de las Tres Cimas de Lavaredo, una etapa considerada clave en este Giro, se convirtieron en una jornada “normal” por las adversas condiciones climatológicas.
En la víspera, los organizadores se vieron obligados, por la nieve, a variar el trazado y suprimir los altos Costalunga (2a.), San Pellegrino (2a) y Giau (1a.).
Vicenzo Nibali dejó claro que se encuentra en un momento dorado de forma y, lejos de seguir el ritmo que debían marcar sus rivales más directos, no dudó en asumir la responsabilidad de la carrera y marcar la pauta a seguir.
Nibali invirtió en el viaje 5 horas, 27 minutos y 41 segundos, 17 segundos menos que el colombiano Fabio Duarte (Colombia).
A 19 segundos llegó el también colombiano Rigoberto Durán (Sky), que pasa a ser segundo en la general tras aprovechar el desfallecimiento del australiano Cadel Evans (BMC), que necesitó minuto y medio más que Nibali para cruzar la línea de meta.
La clasificación general sigue con Nibali al frente, seguido ahora de Rigoberto Durán a 4:43 y Cadel Evans a 5:53 minutos, diferencias que, salvo un accidente, son más que suficientes para que el italiano termine en lo más alto del podio en Brescia.
Nibali, ganador también de la cronometrada de la decimoctava jornada, decidió dar la dentellada definitiva al Giro y mostró todo su poderío en la ascensión a las Tres Cimas de Lavaredo.
La escapada del día la protagonizaron Ermeti (Androni), Brutt (Katusha), Hansen (Lotto) y Popovych (RadioShack), que se fueron en el kilómetro 30 y llegaron a tener hasta ocho minutos de ventaja a mitad de carrera, pero fueron neutralizados en las primeras rampas de la ascensión a las Tres Cima de Lavaredo.
ÚLTIMA JORNADA
Recorrido del día
Hoy pedalean de Riese Pío X a Brescia, con un trayecto de 199 kilómetros, principalmente llanos, que marcan el fin del Giro.
Los 210 kilómetros entre Silandro y el mítico monte de las Tres Cimas de Lavaredo, una etapa considerada clave en este Giro, se convirtieron en una jornada “normal” por las adversas condiciones climatológicas.
En la víspera, los organizadores se vieron obligados, por la nieve, a variar el trazado y suprimir los altos Costalunga (2a.), San Pellegrino (2a) y Giau (1a.).
Vicenzo Nibali dejó claro que se encuentra en un momento dorado de forma y, lejos de seguir el ritmo que debían marcar sus rivales más directos, no dudó en asumir la responsabilidad de la carrera y marcar la pauta a seguir.
Nibali invirtió en el viaje 5 horas, 27 minutos y 41 segundos, 17 segundos menos que el colombiano Fabio Duarte (Colombia).
A 19 segundos llegó el también colombiano Rigoberto Durán (Sky), que pasa a ser segundo en la general tras aprovechar el desfallecimiento del australiano Cadel Evans (BMC), que necesitó minuto y medio más que Nibali para cruzar la línea de meta.
La clasificación general sigue con Nibali al frente, seguido ahora de Rigoberto Durán a 4:43 y Cadel Evans a 5:53 minutos, diferencias que, salvo un accidente, son más que suficientes para que el italiano termine en lo más alto del podio en Brescia.
Nibali, ganador también de la cronometrada de la decimoctava jornada, decidió dar la dentellada definitiva al Giro y mostró todo su poderío en la ascensión a las Tres Cimas de Lavaredo.
La escapada del día la protagonizaron Ermeti (Androni), Brutt (Katusha), Hansen (Lotto) y Popovych (RadioShack), que se fueron en el kilómetro 30 y llegaron a tener hasta ocho minutos de ventaja a mitad de carrera, pero fueron neutralizados en las primeras rampas de la ascensión a las Tres Cima de Lavaredo.
ÚLTIMA JORNADA
Recorrido del día
Hoy pedalean de Riese Pío X a Brescia, con un trayecto de 199 kilómetros, principalmente llanos, que marcan el fin del Giro.