Deportes
Márquez: elegancia mexicana en Europa
El capitán del ''Tri'' se ha consolidado como una de las figuras emblemáticas de la Selección nacional y del Barcelona
JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA (09/JUNIO/2010).- No se puede hablar del futbol Mexicano en los últimos años sin hacer referencia a su gran capitán, al hombre que con elegancia y solvencia comanda los destinos del “Tri” desde hace algunos años partiendo de la zaga central: Rafael Márquez Álvarez.
Rafael Márquez nació en Zamora, Michoacán, un 13 de febrero de 1979. Desde pequeño mostró gran calidad en el futbol, siendo un jugador que se nota inteligente en el terreno de juego.
Su cuna en el balompié fue la Academia de los Zorros del Atlas, lugar de buenos futbolistas y de confianza para la gente joven. Ahí se formó Márquez, quien en 1996, a los 17 años, debutó enfundado en la casaca rojinegra, en el partido frente a los Pumas de la UNAM.
Sus actuaciones lo fueron colocando en la mira de todos dentro del mundo futbolístico mexicano. De la mano de Márquez y de Ricardo Antonio La Volpe sus Zorros protagonizarían la Final del Futbol Mexicano en el Torneo Verano 1999 ante los Diablos Rojos del Toluca, que resultaron campeones.
Ese mismo año fue llamado para estar presente en la Copa América de Paraguay, y pareciera que la playera verde se hizo para el zaguero, pues desde ese año no la dejó.
Pero Rafa estaba hecho para cosas grandes, y desde Francia llegó su boleto de salida del balompié nacional. El AS Mónaco lo había observado y no querían dejar escapar a esa joya latinoamericana. El 14 de agosto de 1999 debutaba en su nueva casa francesa.
“No esperaba que un equipo así se interesara en mí, ahora trataré de luchar por dejar en alto el nombre de mi país y llamar la atención de otros países. Lo único que quiero pensar es en triunfar, para mí no existe el fracaso, voy a tratar de luchar por conseguir lo mejor para mí”, comentó en aquellos días.
Un cambio total
La vida de Márquez dio un vuelco total. Su estancia en Mónaco se extendió cuatro años, en los cuales fue campeón de la Liga local (1999-2000); de la Supercopa de Francia (2002), y de la Copa de la Liga (2003). Pero el destino de Rafa apuntaba a grandes aires y Mónaco ya no le alcanzaba a la calidad del defensor. La siguiente parada era otro puerto, uno de grandes gestas y con una escuadra considerada más que un club: Barcelona.
El equipo culé fichó a Márquez para la campaña de 2003 y dos años después alzaba el título de campeón de la Liga de las Estrellas con los blaugranas. La carretada de triunfos apenas comenzaba. La consolidación con los culés se dio paulatinamente. Su visión de campo, su gran salida y su excelente golpeo del balón le daban a Rafa un lugar en el 11 titular.
En 2006 se volvió a coronar con Barcelona en la Liga, mientras que la Supercopa de España también se quedó en La Ciudad Condal en 2005 y 2006, con Márquez de titular.
Sin dudad los dos campeonatos más importantes en ese currículum son los de la UEFA Champions League, el primero en 2006 y el segundo en 2009. Rafa fue parte activa en la consecución de ambos aunque en la primera destacó mucho más.
Frank Rijkaard era el técnico culé en 2006 y con un juego muy vistoso y eficaz llevó a los blaugranas a la Final ante el Arsenal de Inglaterra. Márquez estuvo en el cuadro inicial y ayudó a controlar los embates del peligroso Thierry Henry. Al final del encuentro la Orejona se iba a España por conducto del Barcelona.
Tres años después, el equipo repitió en la final, ahora de la mano del revolucionario Josep Guardiola y ante otro cuadro británico, el Manchester United. La magia de Lionel Messi condujo a los culés a su tercera Champions League. Rafa estuvo presente, a pesar de que las lesiones mermaron su participación en el equipo.
Con la verde
Tras la copa América del 99, Rafa estuvo en el Tri que se alzó con la Copa Confederaciones de ese mismo año derrotando a Brasil en el Estadio Azteca por cuatro goles a tres. "Haber ganado la Copa Confederaciones es un recuerdo inolvidable y una gran experiencia, especialmente tomando en cuenta que fue ante nuestro público”, rememoraba tiempo después.
En 2002, iba a jugar su primer Mundial con México. La cita era en Corea-Japón 2002 y el gafete de capitán colgaba de su brazo a pesar de su edad. El michoacano era el emblema del “Tri” y lució en cada jugada. Sin embargo ahí también sufrió uno de los reveses más duros en su carrera y en su orgullo. México accedió a los Octavos de Final de forma brillante ganando el primer lugar del Grupo G. El destino les tenía preparados a estados Unidos en los Octavos de Final.
El “Tri” era amplio favorito, todo el país lo veía así, pero en la cancha otra cosa pasó. El estilo de juego cerrado y osco de los estadounidenses fue mermando la paciencia verde y un gol de Brian McBride al inicio del juego, y otro de Landon Donovan en el complemento, dejaron tendidos a los mexicanos. Rafa sacó su frustración haciéndose expulsar en la segunda mitad por una entrada a Coby Jones.
Años después, Márquez hablaría de su entrega y pasión dentro de la cancha y cómo a veces se puede desbordar: “Mi temperamento, mis deseos siempre de ganar y de no saber qué hacer, quizás es lo que me provoca hacer éste tipo de circunstancias”, dijo. Aún así a Márquez se le reconoce su entrega y pundonor al vestir la playera nacional.
Un año después de la caída mundialista, el “Tri” y su capitán salieron campeones de la Copa de Oro en México. Márquez se reencontró con uno de sus mentores en la Selección. “Con Ricardo La Volpe se han conseguido triunfos importantes fuera de México, es un técnico al que le gusta el buen futbol”, aseguró Márquez.
México desarrolló un buen trabajo en el Mundial de Alemania 2006, sin embargo un golazo del argentino Maxi Rodríguez eliminó a la escuadra en los Octavos de Final.
La vida da revanchas y Rafael Márquez regresará a un Mundial de futbol junto a Javier Aguirre. Ambos quieren hacer olvidar los ocurrido en 2002 y la oportunidad está en Sudáfrica 2010.
“Nos estamos poniendo metas muy altas, nosotros vamos por todo. Calidad futbolística la tenemos, y en lo que tenemos que trabajar es en la mentalidad. Siendo realistas veo un equipo que puede llegar lejos, y como lo dijo Javier, hacer historia”.
El zaguero lo tiene claro, ganar algo con México es la meta y que mejor que lograrlo en la fiesta más importante del futbol, como volante o como zaguero, el gafete estará en su brazo y el balón será su amigo.
Frase
“Tengo la espinita de obtener algo con la Selección; viviré este Mundial como si fuera el primero y el último ”
Rafael Márquez, defensa del “Tri”.
Rafael Márquez nació en Zamora, Michoacán, un 13 de febrero de 1979. Desde pequeño mostró gran calidad en el futbol, siendo un jugador que se nota inteligente en el terreno de juego.
Su cuna en el balompié fue la Academia de los Zorros del Atlas, lugar de buenos futbolistas y de confianza para la gente joven. Ahí se formó Márquez, quien en 1996, a los 17 años, debutó enfundado en la casaca rojinegra, en el partido frente a los Pumas de la UNAM.
Sus actuaciones lo fueron colocando en la mira de todos dentro del mundo futbolístico mexicano. De la mano de Márquez y de Ricardo Antonio La Volpe sus Zorros protagonizarían la Final del Futbol Mexicano en el Torneo Verano 1999 ante los Diablos Rojos del Toluca, que resultaron campeones.
Ese mismo año fue llamado para estar presente en la Copa América de Paraguay, y pareciera que la playera verde se hizo para el zaguero, pues desde ese año no la dejó.
Pero Rafa estaba hecho para cosas grandes, y desde Francia llegó su boleto de salida del balompié nacional. El AS Mónaco lo había observado y no querían dejar escapar a esa joya latinoamericana. El 14 de agosto de 1999 debutaba en su nueva casa francesa.
“No esperaba que un equipo así se interesara en mí, ahora trataré de luchar por dejar en alto el nombre de mi país y llamar la atención de otros países. Lo único que quiero pensar es en triunfar, para mí no existe el fracaso, voy a tratar de luchar por conseguir lo mejor para mí”, comentó en aquellos días.
Un cambio total
La vida de Márquez dio un vuelco total. Su estancia en Mónaco se extendió cuatro años, en los cuales fue campeón de la Liga local (1999-2000); de la Supercopa de Francia (2002), y de la Copa de la Liga (2003). Pero el destino de Rafa apuntaba a grandes aires y Mónaco ya no le alcanzaba a la calidad del defensor. La siguiente parada era otro puerto, uno de grandes gestas y con una escuadra considerada más que un club: Barcelona.
El equipo culé fichó a Márquez para la campaña de 2003 y dos años después alzaba el título de campeón de la Liga de las Estrellas con los blaugranas. La carretada de triunfos apenas comenzaba. La consolidación con los culés se dio paulatinamente. Su visión de campo, su gran salida y su excelente golpeo del balón le daban a Rafa un lugar en el 11 titular.
En 2006 se volvió a coronar con Barcelona en la Liga, mientras que la Supercopa de España también se quedó en La Ciudad Condal en 2005 y 2006, con Márquez de titular.
Sin dudad los dos campeonatos más importantes en ese currículum son los de la UEFA Champions League, el primero en 2006 y el segundo en 2009. Rafa fue parte activa en la consecución de ambos aunque en la primera destacó mucho más.
Frank Rijkaard era el técnico culé en 2006 y con un juego muy vistoso y eficaz llevó a los blaugranas a la Final ante el Arsenal de Inglaterra. Márquez estuvo en el cuadro inicial y ayudó a controlar los embates del peligroso Thierry Henry. Al final del encuentro la Orejona se iba a España por conducto del Barcelona.
Tres años después, el equipo repitió en la final, ahora de la mano del revolucionario Josep Guardiola y ante otro cuadro británico, el Manchester United. La magia de Lionel Messi condujo a los culés a su tercera Champions League. Rafa estuvo presente, a pesar de que las lesiones mermaron su participación en el equipo.
Con la verde
Tras la copa América del 99, Rafa estuvo en el Tri que se alzó con la Copa Confederaciones de ese mismo año derrotando a Brasil en el Estadio Azteca por cuatro goles a tres. "Haber ganado la Copa Confederaciones es un recuerdo inolvidable y una gran experiencia, especialmente tomando en cuenta que fue ante nuestro público”, rememoraba tiempo después.
En 2002, iba a jugar su primer Mundial con México. La cita era en Corea-Japón 2002 y el gafete de capitán colgaba de su brazo a pesar de su edad. El michoacano era el emblema del “Tri” y lució en cada jugada. Sin embargo ahí también sufrió uno de los reveses más duros en su carrera y en su orgullo. México accedió a los Octavos de Final de forma brillante ganando el primer lugar del Grupo G. El destino les tenía preparados a estados Unidos en los Octavos de Final.
El “Tri” era amplio favorito, todo el país lo veía así, pero en la cancha otra cosa pasó. El estilo de juego cerrado y osco de los estadounidenses fue mermando la paciencia verde y un gol de Brian McBride al inicio del juego, y otro de Landon Donovan en el complemento, dejaron tendidos a los mexicanos. Rafa sacó su frustración haciéndose expulsar en la segunda mitad por una entrada a Coby Jones.
Años después, Márquez hablaría de su entrega y pasión dentro de la cancha y cómo a veces se puede desbordar: “Mi temperamento, mis deseos siempre de ganar y de no saber qué hacer, quizás es lo que me provoca hacer éste tipo de circunstancias”, dijo. Aún así a Márquez se le reconoce su entrega y pundonor al vestir la playera nacional.
Un año después de la caída mundialista, el “Tri” y su capitán salieron campeones de la Copa de Oro en México. Márquez se reencontró con uno de sus mentores en la Selección. “Con Ricardo La Volpe se han conseguido triunfos importantes fuera de México, es un técnico al que le gusta el buen futbol”, aseguró Márquez.
México desarrolló un buen trabajo en el Mundial de Alemania 2006, sin embargo un golazo del argentino Maxi Rodríguez eliminó a la escuadra en los Octavos de Final.
La vida da revanchas y Rafael Márquez regresará a un Mundial de futbol junto a Javier Aguirre. Ambos quieren hacer olvidar los ocurrido en 2002 y la oportunidad está en Sudáfrica 2010.
“Nos estamos poniendo metas muy altas, nosotros vamos por todo. Calidad futbolística la tenemos, y en lo que tenemos que trabajar es en la mentalidad. Siendo realistas veo un equipo que puede llegar lejos, y como lo dijo Javier, hacer historia”.
El zaguero lo tiene claro, ganar algo con México es la meta y que mejor que lograrlo en la fiesta más importante del futbol, como volante o como zaguero, el gafete estará en su brazo y el balón será su amigo.
Frase
“Tengo la espinita de obtener algo con la Selección; viviré este Mundial como si fuera el primero y el último ”
Rafael Márquez, defensa del “Tri”.