Deportes
Luto en Portugal por muerte de Eusebio
Los fanáticos muestran bufandas, mensajes, flores y banderas con su nombre
LISBOA, PORTUGAL (05/ENE/2014).- Bufandas, mensajes, flores y banderas con los colores del Benfica cubrían este domingo la estatua de bronce del legendario
Eusebio, delante del estadio Da Luz de Lisboa, el recinto elegido por los hinchas para homenajear al ídolo recién fallecido y donde fue instalada la capilla ardiente.
El cuerpo llegó al lugar recibido por gritos de "¡Eusebio, Eusebio!" y permanecerá en el estadio hasta el lunes. Las filas comenzaron a formarse por la tarde, con hinchas que deseaban dar el último adiós a la mítica 'Pantera Negra'.
"He venido aquí no a decirle adiós, sino gracias", se podía leer en un mensaje escrito por un hincha.
Tras el anuncio de la muerte del exfutbolista portugués este domingo, decenas de aficionados fueron acercándose hasta la estatua que inmortaliza la figura del futbolista en el momento de disparar el balón, vestido con los colores del Benfica, club que defendió durante 15 años (1960-1975).
"Eusebio es simplemente el rey", afirma con la voz entrecortada por la emoción un joven aficionado con gafas de sol y una bufanda roja alrededor del cuello.
"Es muy importante para mí. Le considero como un miembro de mi familia", añade Rui Silva, ataviado con una camisa de Eusebio, y que se hace una foto con un teléfono móvil delante de la estatua de su ídolo.
"He venido al estadio desde hace 45 años. He visto jugar a Eusebio muchas veces. Era increíble. No fallaba nunca un penal y marcaba el 99% de su golpes francos", relata un sexagenario lisboeta, admirador incondicional del legendario jugador.
"Eusebio nos pertenece", proclama un mensaje colocado junto con unas botas de futbol con tacos rojos delante de la estatua del que fuera Balón de Oro en 1965.
La muerte de Eusebio, considerado el mejor jugador portugués de la historia, ha sacudido su país, donde era considerado un mito deportivo y un referente humano.
Fallecido a los 71 años por una parada cardiorespiratoria, el gobierno portugués ha decretado tres días de duelo nacional por su muerte.
El Benfica informó de que Eusebio será enterrado el lunes en el cementerio de Lumiar, al norte de la ciudad, muy cerca del estadio Da Luz.
Antes se celebrará una misa y, conforme a los deseos del exfutbolista, su féretro recorrerá el estadio para que los seguidores puedan despedirlo.
Por la tarde muchos aficionados decidieron acudir al museo del Benfica, que repasa la carrera del jugador que condujo al equipo a ganar la Copa de Europa en 1962.
Carteles, camisas, recortes de periódicos, fotos y especialmente sus trofeos, entre ellos dos Botas de Oro al mejor goleador europeo (1968 y 1973), se exhiben en el santuario del club lisboeta.
"Para mí es simplemente el fundador del futbol", afirma Luis Marques, de 24 años, que acudió con varios amigos hasta el estadio del Benfica para ver el féretro del que en los últimos años fuera embajador del club y de la federación portuguesa.
"Nunca le vi jugar, pero he visto sus imágenes en los archivos", dice José Morais, un angoleño que reside en Portugal desde hace 20 años y que ha acudido al campo acompañado por sus hijas de cuatro y seis años.
"Cristiano Ronaldo está todavía muy por detrás", dice José Valente, de Cabo Verde, haciendo referencia al actual capitán y estrella de la selección portuguesa.
El cuerpo llegó al lugar recibido por gritos de "¡Eusebio, Eusebio!" y permanecerá en el estadio hasta el lunes. Las filas comenzaron a formarse por la tarde, con hinchas que deseaban dar el último adiós a la mítica 'Pantera Negra'.
"He venido aquí no a decirle adiós, sino gracias", se podía leer en un mensaje escrito por un hincha.
Tras el anuncio de la muerte del exfutbolista portugués este domingo, decenas de aficionados fueron acercándose hasta la estatua que inmortaliza la figura del futbolista en el momento de disparar el balón, vestido con los colores del Benfica, club que defendió durante 15 años (1960-1975).
"Eusebio es simplemente el rey", afirma con la voz entrecortada por la emoción un joven aficionado con gafas de sol y una bufanda roja alrededor del cuello.
"Es muy importante para mí. Le considero como un miembro de mi familia", añade Rui Silva, ataviado con una camisa de Eusebio, y que se hace una foto con un teléfono móvil delante de la estatua de su ídolo.
"He venido al estadio desde hace 45 años. He visto jugar a Eusebio muchas veces. Era increíble. No fallaba nunca un penal y marcaba el 99% de su golpes francos", relata un sexagenario lisboeta, admirador incondicional del legendario jugador.
"Eusebio nos pertenece", proclama un mensaje colocado junto con unas botas de futbol con tacos rojos delante de la estatua del que fuera Balón de Oro en 1965.
La muerte de Eusebio, considerado el mejor jugador portugués de la historia, ha sacudido su país, donde era considerado un mito deportivo y un referente humano.
Fallecido a los 71 años por una parada cardiorespiratoria, el gobierno portugués ha decretado tres días de duelo nacional por su muerte.
El Benfica informó de que Eusebio será enterrado el lunes en el cementerio de Lumiar, al norte de la ciudad, muy cerca del estadio Da Luz.
Antes se celebrará una misa y, conforme a los deseos del exfutbolista, su féretro recorrerá el estadio para que los seguidores puedan despedirlo.
Por la tarde muchos aficionados decidieron acudir al museo del Benfica, que repasa la carrera del jugador que condujo al equipo a ganar la Copa de Europa en 1962.
Carteles, camisas, recortes de periódicos, fotos y especialmente sus trofeos, entre ellos dos Botas de Oro al mejor goleador europeo (1968 y 1973), se exhiben en el santuario del club lisboeta.
"Para mí es simplemente el fundador del futbol", afirma Luis Marques, de 24 años, que acudió con varios amigos hasta el estadio del Benfica para ver el féretro del que en los últimos años fuera embajador del club y de la federación portuguesa.
"Nunca le vi jugar, pero he visto sus imágenes en los archivos", dice José Morais, un angoleño que reside en Portugal desde hace 20 años y que ha acudido al campo acompañado por sus hijas de cuatro y seis años.
"Cristiano Ronaldo está todavía muy por detrás", dice José Valente, de Cabo Verde, haciendo referencia al actual capitán y estrella de la selección portuguesa.