Deportes
LeBron James asegura su legado
Luego de coronarse bicampeón a los 28 años, el máximo referente de la Liga está lejos de alcanzar su techo en Miami
MIAMI, ESTADOS UNIDOS (22/JUN/2013).- LeBron James lo tenía claro: quería hacer historia en la NBA y hacerla con Dwayne Wade y Chris Bosh a su lado.
Por eso aceptó su transferencia al Heat de Miami, donde pudo reunirse con sus dos amigos. No fue un capricho. Está claro que James apostó a ganador.
“La visión que tuve cuando decidí venir aquí se está haciendo realidad”, declaró James luego de que el Heat derrotó a los Spurs 95-88 en el séptimo partido de la final y ganó su segundo título seguido de la NBA el jueves.
James ya era el mejor jugador de la NBA cuando hace tres años optó por irse de Cleveland a Miami, una decisión que muchos vieron como un indicio de que admitía que no podía ganar un campeonato por sí solo.
James tenía claro eso también. En los tres años que lleva en Miami, LeBron ha jugado la final y ha ganado dos.
El Heat todavía parece un equipo en formación, con luminarias esperan que les digan cómo ensamblarse. A James le costó asumir el papel de líder y definidor, ya que siempre se sintió más cómodo pasando la pelota, a la “Magic” Johnson, que buscando el aro desde donde fuera.
Pero como quedó demostrado al final del sexto partido, cuando los Spurs lo desafiaron por primera vez a que tirase desde lejos, y luego en el séptimo, si le dan espacio, James puede anotar desde cualquier lado. Eso es una revelación, ya que sus tiros de mediana y larga distancia no eran uno de sus fuertes antes de venir a Miami.
La emocionante serie final entre el Heat y Spurs fue transmitida a 217 países en 47 idiomas.
En esta final estaban en juego dos visiones acerca de cómo armar un equipo llamado a dominar la liga en la era post-Michael Jordan.
Los Spurs, equipo de un mercado pequeño armado a base de contrataciones astutas, es un modelo de consistencia. Es dirigido por Gregg Popovich, quien se ha especializado en ganar con menos y en sacarle a sus jugadores lo mejor de sí.
El Heat era el malo de la película, un equipo armado a fuerza de inversiones millonarias. El pase de James a Miami desató una serie de transferencias espectaculares.
Es por ello que resultó tan doloroso el derrumbe de los Spurs en los minutos finales del sexto y el séptimo partidos. En esos momentos pesó demasiado la fatiga de los veteranos que forman el trío base de San Antonio, Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili.
A nadie se le olvidará la forma en que Duncan, un jugador siempre contenido, golpeó el piso con la palma de su mano en un gesto de frustración luego de fallar un canasto fácil a 50 minutos del final, que pudo haber cambiado el desenlace.
Duncan, con sus 37 años, sabe que difícilmente vuelva a jugar una final. Y los cuatro títulos que ha ganado a lo largo de su carrera no son consuelo. Por lo menos ahora.
Es posible que no solo Duncan sino la actual camada de San Antonio haya dejado escapar su última oportunidad.
En cambio, en Miami, James está listo para el próximo reto deportivo, que no será otro que convertir al Heat en la cuarta dinastía de la NBA, y eso significa que al menos tendrán que ganar dos títulos más de liga. Y ahí están todos dispuestos a conseguirlo.
ENLOQUECIDOS
La eurofia se desató en las calles de Miami tras la conquista del bicampeonato de la NBA.
Los alrededores del American Airlines Arena fueron el centro de reunión para decenas de miles de aficionados que celebraron hasta el amanecer.
"THE KING"
Logros individuales
> Novato del año NBA (2004)
> 2 veces campeón NBA (2012, 2013)
> 2 MVP Final NBA
(2012, 2013)
> 4 MVP NBA
(2009, 2010, 2012, 2013)
Por eso aceptó su transferencia al Heat de Miami, donde pudo reunirse con sus dos amigos. No fue un capricho. Está claro que James apostó a ganador.
“La visión que tuve cuando decidí venir aquí se está haciendo realidad”, declaró James luego de que el Heat derrotó a los Spurs 95-88 en el séptimo partido de la final y ganó su segundo título seguido de la NBA el jueves.
James ya era el mejor jugador de la NBA cuando hace tres años optó por irse de Cleveland a Miami, una decisión que muchos vieron como un indicio de que admitía que no podía ganar un campeonato por sí solo.
James tenía claro eso también. En los tres años que lleva en Miami, LeBron ha jugado la final y ha ganado dos.
El Heat todavía parece un equipo en formación, con luminarias esperan que les digan cómo ensamblarse. A James le costó asumir el papel de líder y definidor, ya que siempre se sintió más cómodo pasando la pelota, a la “Magic” Johnson, que buscando el aro desde donde fuera.
Pero como quedó demostrado al final del sexto partido, cuando los Spurs lo desafiaron por primera vez a que tirase desde lejos, y luego en el séptimo, si le dan espacio, James puede anotar desde cualquier lado. Eso es una revelación, ya que sus tiros de mediana y larga distancia no eran uno de sus fuertes antes de venir a Miami.
La emocionante serie final entre el Heat y Spurs fue transmitida a 217 países en 47 idiomas.
En esta final estaban en juego dos visiones acerca de cómo armar un equipo llamado a dominar la liga en la era post-Michael Jordan.
Los Spurs, equipo de un mercado pequeño armado a base de contrataciones astutas, es un modelo de consistencia. Es dirigido por Gregg Popovich, quien se ha especializado en ganar con menos y en sacarle a sus jugadores lo mejor de sí.
El Heat era el malo de la película, un equipo armado a fuerza de inversiones millonarias. El pase de James a Miami desató una serie de transferencias espectaculares.
Es por ello que resultó tan doloroso el derrumbe de los Spurs en los minutos finales del sexto y el séptimo partidos. En esos momentos pesó demasiado la fatiga de los veteranos que forman el trío base de San Antonio, Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili.
A nadie se le olvidará la forma en que Duncan, un jugador siempre contenido, golpeó el piso con la palma de su mano en un gesto de frustración luego de fallar un canasto fácil a 50 minutos del final, que pudo haber cambiado el desenlace.
Duncan, con sus 37 años, sabe que difícilmente vuelva a jugar una final. Y los cuatro títulos que ha ganado a lo largo de su carrera no son consuelo. Por lo menos ahora.
Es posible que no solo Duncan sino la actual camada de San Antonio haya dejado escapar su última oportunidad.
En cambio, en Miami, James está listo para el próximo reto deportivo, que no será otro que convertir al Heat en la cuarta dinastía de la NBA, y eso significa que al menos tendrán que ganar dos títulos más de liga. Y ahí están todos dispuestos a conseguirlo.
ENLOQUECIDOS
La eurofia se desató en las calles de Miami tras la conquista del bicampeonato de la NBA.
Los alrededores del American Airlines Arena fueron el centro de reunión para decenas de miles de aficionados que celebraron hasta el amanecer.
"THE KING"
Logros individuales
> Novato del año NBA (2004)
> 2 veces campeón NBA (2012, 2013)
> 2 MVP Final NBA
(2012, 2013)
> 4 MVP NBA
(2009, 2010, 2012, 2013)