Deportes
Inolvidable
Sergio Pérez y Sauber hacen vibrar a Guadalajara con la exhibición que ofrecen en las calles del Centro Tapatío, ante miles de espectadores
GUADALAJARA, JALISCO (27/FEB/2011).- Sin duda el platillo principal que ayer sirvieron Checo Pérez y su nuevo equipo de Fórmula Uno, Sauber, resultó exquisito para la afición tapatía.
Y es que la exhibición que esta mancuerna ofreció en el Centro Histórico de la Perla Tapatía resultó ser todo un éxito ante los miles de aficionados que se congregaron en el primer cuadro de la Ciudad.
Checo Pérez, a bordo del Sauber C29, coche con el cual la escudería suiza encaró la temporada 2010, no defraudó en espectáculo, pues dejó a la gente sentir la adrenalina en cada rugido que el auto emitía en su andar por las avenidas Alcalde y Juárez.
Puntual a la cita, Checo salió a la pista del circuito de casi kilómetro y medio que se acordonó y que no tuvo un solo espacio para un alma más.
A las 12:05 horas, Sergio apareció casi frente a Catedral para hacer zumbar el potente motor Ferrari de su Sauber y de inmediato la algarabía se hizo escuchar. Algunos aficionados se frotaban los brazos, saboreándose el show ya con la piel “chinita”.
Checo rodó poco más de ocho minutos en su primera aparición y alcanzó a dar alrededor de cuatro vueltas en el citado circuito callejero, hizo algunos trompos y luego se perdió en la Plaza de Armas.
Pide afición ser sede de un Gran Premio
Para ese momento, ya el gobernador Emilio González Márquez y el alcalde de Guadalajara, Aristóteles Sandoval, habían dejado el palco VIP para apersonarse justo en la curva que formaban Alcalde y Juárez, para no perder detalle alguno del recorrido.
Ahí fueron recibidos entre aplausos y silbidos, y poco después un sector del público les pedía besos y éstos fueron complacientes.
Incluso, González Márquez se dio tiempo para trepar a una de las tribunas y charlar con los ciudadanos, quienes no desaprovecharon la ocasión y le pidieron al unísono que Guadalajara tenga un Gran Premio de Fórmula Uno.
“¡Gran Premio!”, “¡Gran Premio!” gritaban, y el gobernador contestó ahí, pero luego amplió su voluntad vía Twitter señalando: “¿Te gustaría traernos Fórmula 1 a las calles de Guadalajara?, ¿me ayudas? Yo digo que sí se puede”, dijo a través de esta red social.
Luego, en entrevista, dio su punto de vista sobre esa posibilidad.
“Este es un mensaje muy claro de que hay afición y hay ciudad para pelear un (Gran Premio) Fórmula Uno callejero, como el de Mónaco. La afición de automovilismo en Guadalajara y en Jalisco está presente, el entusiasmo de todo mundo ha sido palpable, lo que nos dice es que debemos continuar con la estrategia de grandes eventos que promuevan Guadalajara, que promuevan Jalisco, que nos ayuden a traer inversiones, que nos ayuden a tener empleo”.
Antes, Toño Pérez, hermano de Checo, y Germán Quiroga, hicieron rugir sus Nascar de la Escudería Telmex, y le sacaron brillo al pavimento con un espectáculo muy aplaudido por el doble rugido de sus bólidos.
Poco antes de ellos, los primeros que habían salido a la pista fueron los integrantes del Club Porsche, del cual Checo es miembro honorario.
Barredora roba show
El acto chusco que arrancó carcajadas a la asoleada afición lo protagonizaron un par de barredoras del ayuntamiento tapatío que aparecieron tras los autos Nascar, y cuando en particular una de ellas realizó un inesperado giro a toda velocidad, imitando un trompo de los que ejecutaban con maestría los autos estelaristas.
Checo vuelve a escena
Y tras 20 minutos de descanso, Sergio Pérez volvió a aparecer en escena, para volver a erizar la piel de sus seguidores y llenar las calles de olor a combustible y llanta quemada.
La gente, que ya había probado un poquito de su primera intervención, estaba ansiosa por verlo otra vez y daba la impresión que lo gozaban aún más, sabiendo también que sería esa la última vez que lo mirarían, que “Show Road” estaba a punto de bajar el telón.
Y así, Checo, haciendo donas, quemando llanta y sacándole jugo al motor Ferrari, en su última vuelta apareció con una bandera de México en la mano derecha y circulando a paso lento en dirección a Catedral, para detener su marcha y dar unos acelerones al Sauber C29 como despedida.
De esta forma Sergio Pérez dijo adiós a su casa Guadalajara y a su patria entera, para emprender el viaje a Europa, donde volverá a hacer algunas pruebas en el nuevo C30 para después ir a Australia, donde hará su debut en la máxima categoría del automovilismo mundial: la Fórmula Uno.
FRASES
"Me siento muy feliz, puedo decir ahora que este día es el mejor, el más especial de mi vida"
"Sin duda que todo lo que he vivido con este espectáculo me dan una confianza enorme para el arranque de la temporada de Fórmula Uno"
Sergio Pérez,
piloto tapatío de Fórmula Uno.
Y es que la exhibición que esta mancuerna ofreció en el Centro Histórico de la Perla Tapatía resultó ser todo un éxito ante los miles de aficionados que se congregaron en el primer cuadro de la Ciudad.
Checo Pérez, a bordo del Sauber C29, coche con el cual la escudería suiza encaró la temporada 2010, no defraudó en espectáculo, pues dejó a la gente sentir la adrenalina en cada rugido que el auto emitía en su andar por las avenidas Alcalde y Juárez.
Puntual a la cita, Checo salió a la pista del circuito de casi kilómetro y medio que se acordonó y que no tuvo un solo espacio para un alma más.
A las 12:05 horas, Sergio apareció casi frente a Catedral para hacer zumbar el potente motor Ferrari de su Sauber y de inmediato la algarabía se hizo escuchar. Algunos aficionados se frotaban los brazos, saboreándose el show ya con la piel “chinita”.
Checo rodó poco más de ocho minutos en su primera aparición y alcanzó a dar alrededor de cuatro vueltas en el citado circuito callejero, hizo algunos trompos y luego se perdió en la Plaza de Armas.
Pide afición ser sede de un Gran Premio
Para ese momento, ya el gobernador Emilio González Márquez y el alcalde de Guadalajara, Aristóteles Sandoval, habían dejado el palco VIP para apersonarse justo en la curva que formaban Alcalde y Juárez, para no perder detalle alguno del recorrido.
Ahí fueron recibidos entre aplausos y silbidos, y poco después un sector del público les pedía besos y éstos fueron complacientes.
Incluso, González Márquez se dio tiempo para trepar a una de las tribunas y charlar con los ciudadanos, quienes no desaprovecharon la ocasión y le pidieron al unísono que Guadalajara tenga un Gran Premio de Fórmula Uno.
“¡Gran Premio!”, “¡Gran Premio!” gritaban, y el gobernador contestó ahí, pero luego amplió su voluntad vía Twitter señalando: “¿Te gustaría traernos Fórmula 1 a las calles de Guadalajara?, ¿me ayudas? Yo digo que sí se puede”, dijo a través de esta red social.
Luego, en entrevista, dio su punto de vista sobre esa posibilidad.
“Este es un mensaje muy claro de que hay afición y hay ciudad para pelear un (Gran Premio) Fórmula Uno callejero, como el de Mónaco. La afición de automovilismo en Guadalajara y en Jalisco está presente, el entusiasmo de todo mundo ha sido palpable, lo que nos dice es que debemos continuar con la estrategia de grandes eventos que promuevan Guadalajara, que promuevan Jalisco, que nos ayuden a traer inversiones, que nos ayuden a tener empleo”.
Antes, Toño Pérez, hermano de Checo, y Germán Quiroga, hicieron rugir sus Nascar de la Escudería Telmex, y le sacaron brillo al pavimento con un espectáculo muy aplaudido por el doble rugido de sus bólidos.
Poco antes de ellos, los primeros que habían salido a la pista fueron los integrantes del Club Porsche, del cual Checo es miembro honorario.
Barredora roba show
El acto chusco que arrancó carcajadas a la asoleada afición lo protagonizaron un par de barredoras del ayuntamiento tapatío que aparecieron tras los autos Nascar, y cuando en particular una de ellas realizó un inesperado giro a toda velocidad, imitando un trompo de los que ejecutaban con maestría los autos estelaristas.
Checo vuelve a escena
Y tras 20 minutos de descanso, Sergio Pérez volvió a aparecer en escena, para volver a erizar la piel de sus seguidores y llenar las calles de olor a combustible y llanta quemada.
La gente, que ya había probado un poquito de su primera intervención, estaba ansiosa por verlo otra vez y daba la impresión que lo gozaban aún más, sabiendo también que sería esa la última vez que lo mirarían, que “Show Road” estaba a punto de bajar el telón.
Y así, Checo, haciendo donas, quemando llanta y sacándole jugo al motor Ferrari, en su última vuelta apareció con una bandera de México en la mano derecha y circulando a paso lento en dirección a Catedral, para detener su marcha y dar unos acelerones al Sauber C29 como despedida.
De esta forma Sergio Pérez dijo adiós a su casa Guadalajara y a su patria entera, para emprender el viaje a Europa, donde volverá a hacer algunas pruebas en el nuevo C30 para después ir a Australia, donde hará su debut en la máxima categoría del automovilismo mundial: la Fórmula Uno.
FRASES
"Me siento muy feliz, puedo decir ahora que este día es el mejor, el más especial de mi vida"
"Sin duda que todo lo que he vivido con este espectáculo me dan una confianza enorme para el arranque de la temporada de Fórmula Uno"
Sergio Pérez,
piloto tapatío de Fórmula Uno.