Deportes
*”Gigante”
A propósito...
Celebrar que la FIFA, en su página web, afirma que la victoria de México sobre El Salvador, el sábado, lo puso en el camino de recuperar su jerarquía histórica de “Gigante de la Concacaf”, contiene una buena dosis de ironía...
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Llamar “Gigante de la Concacaf” a México, equivale a revalidar otro de los títulos –tan rimbombantes como burlescos- que se le concedieron en el pasado: el de “Rey Tuerto en Tierra de Ciegos”.
Sin perjuicio de que ocasionalmente algunos países centroamericanos –Honduras, Costa Rica- lleguen a tener más jugadores que México en los países del Primer Mundo del esférico, es absolutamente lógico y naturalmente que México, aunque sea a tiros y tirones, mantenga su hegemonía sobre la mayoría de los rivales del área. Por la infraestructura deportiva con que cuenta, por la antigüedad de su liga profesional, por la afición tan difundida por el que se considera “el deporte nacional”, México tiene que ver por encima de la generalidad de sus vecinos.
*
La excepción, por supuesto, es Estados Unidos...
También por la infraestructura con que cuentan, pero especialmente porque cuando se deciden a hacer algo lo hacen en serio, a lo grande, estaba escrito que México sería, en materia de futbol, “El Gigante de la Concacaf” e incluso podría autoproclamarse como “El Coloso del Norte”... mientras los estadounidenses no dispusieran los contrario.
Fue hasta que se convencieron de que el futbol, por encima del béisbol, s, a nivel mundial, “El Rey de los Deportes”, que los estadounidenses se decidieron, a mediados de la decada de los setentas, a extender hasta su territorio el imperio del “soccer”, como ellos lo denominan. La semilla que sembraron, a punta de inversiones millonarias, Pelé, Beckenbauer, Chinaglia, Romerito y demás pioneros, empieza a dar sus frutos: lo demuestran la hegemonía que tienen ya en su zona geográfica-la Concacaf, precisamente- y las campanadas que dieron en la reciente Copa Confederaciones: haber llegado hasta la Final... y, para llegar tan lejos, haberle puesto es cascabel al gato (España) que llevaba una cifra récord de apariciones sin derrota.
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Sin exagerar la nota; sin dar crédito al cuento de que la solvencia que México –de la mano de Javier Aguirre- ha superado. Lo convierte, ipso facto, en protagonista del Mundial en puerta, -es ilícito celebrar lo conseguido hasta ahora.
Mañana –es decir, el Mundial- será otro día...
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Llamar “Gigante de la Concacaf” a México, equivale a revalidar otro de los títulos –tan rimbombantes como burlescos- que se le concedieron en el pasado: el de “Rey Tuerto en Tierra de Ciegos”.
Sin perjuicio de que ocasionalmente algunos países centroamericanos –Honduras, Costa Rica- lleguen a tener más jugadores que México en los países del Primer Mundo del esférico, es absolutamente lógico y naturalmente que México, aunque sea a tiros y tirones, mantenga su hegemonía sobre la mayoría de los rivales del área. Por la infraestructura deportiva con que cuenta, por la antigüedad de su liga profesional, por la afición tan difundida por el que se considera “el deporte nacional”, México tiene que ver por encima de la generalidad de sus vecinos.
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La excepción, por supuesto, es Estados Unidos...
También por la infraestructura con que cuentan, pero especialmente porque cuando se deciden a hacer algo lo hacen en serio, a lo grande, estaba escrito que México sería, en materia de futbol, “El Gigante de la Concacaf” e incluso podría autoproclamarse como “El Coloso del Norte”... mientras los estadounidenses no dispusieran los contrario.
Fue hasta que se convencieron de que el futbol, por encima del béisbol, s, a nivel mundial, “El Rey de los Deportes”, que los estadounidenses se decidieron, a mediados de la decada de los setentas, a extender hasta su territorio el imperio del “soccer”, como ellos lo denominan. La semilla que sembraron, a punta de inversiones millonarias, Pelé, Beckenbauer, Chinaglia, Romerito y demás pioneros, empieza a dar sus frutos: lo demuestran la hegemonía que tienen ya en su zona geográfica-la Concacaf, precisamente- y las campanadas que dieron en la reciente Copa Confederaciones: haber llegado hasta la Final... y, para llegar tan lejos, haberle puesto es cascabel al gato (España) que llevaba una cifra récord de apariciones sin derrota.
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Sin exagerar la nota; sin dar crédito al cuento de que la solvencia que México –de la mano de Javier Aguirre- ha superado. Lo convierte, ipso facto, en protagonista del Mundial en puerta, -es ilícito celebrar lo conseguido hasta ahora.
Mañana –es decir, el Mundial- será otro día...