En Chivas, uno solo basta

GUADALAJARA, JALISCO (19/FEB/2017).- Guadalajara despachó con una inusitada facilidad el Clásico Nacional.

Cierto que enfrente tuvo al América más gris y descafeinado de los últimos años, pero el quehacer del Rebaño dejó poco lugar a dudas sobre quién era el justo ganador del duelo cumbre del futbol mexicano. Con todo y eso, Chivas mantiene su pecado capital: la falta de contundencia.

El resultado ahonda más la diferencias entre uno y otro: el Rebaño se va a las alturas del torneo con 14 puntos, mientras que el América se hunde en la parte baja del torneo con siete unidades.

Apuestas diferentes

Matías Almeyda decidió apostar por el que ha sido su 11 más frecuente en el torneo, así, Alan Pulido volvió al eje del ataque, Zaldívar a la banda izquierda, e Isaac Brizuela a la banca.

Del lado del América Ricardo Antonio La Volpe planteó un partido con la idea de no sufrir por la dinámica del Guadalajara.

Así, dispuso de tres recuperadores en el medio campo con Güémez, Da Silva y Guerrero; y con Michael Arroyo intentando tapar la salida de Jesus Sánchez y con Renato Ibarra tratando de hacer lo mismo con Edwin Hernández.

En el arranque del juego América estuvo a punto de abrir el marcador mucho antes de que se supiera a qué jugaba cada escuadra.

Por izquierda, Samudio desbordó y metió balón que tenía una cita con Peralta, quien estaba listo para abrir el marcador, pero una barrida providencial del “Gallito” Vázquez evitó el primer gol del partido.

Chivas tomó la pelota y empezó a hacer lo que mejor sabe, apretar al rival, tocar rápido y llegar por las bandas.

Al minuto 28, después de un dominio que crecía conforme pasaba el tiempo, otra vez —como en el Clásico Tapatío— fue un penalti el que abrió el camino de la victoria.

Pablo Aguilar engancha dentro del área a Pulido, el árbitro señala el penalti y Zaldívar, dos minutos después, como en el partido anterior, engaña al arquero para poner el 1-0 en el marcador y encender a su parcialidad, que abarrotó su casa.

América apretó durante algún lapso, pero Chivas recuperó la pelota y enfrió al rival.

Fácil

En el complemento el Guadalajara salió a quedarse con la pelota para evitar que América creciera.

Sin embargo, a los ocho minutos de la reanudación Samudio se va expulsado por pisar a Jesús Sánchez y América entró en etapa terminal.

Sobre la media hora del segundo tiempo La Volpe también se fue expulsado por meterse a la cancha con el balón en movimiento y zancadillar a un rojiblanco; Sánchez volvía a ser la víctima.

Daba lo mismo, América fue una pálida sombra ante un Guadalajara que tuvo el segundo gol en pies de Pizarro, pero que nunca llegó.

ASPECTOS TÁCTICOS

Reversa
Con Alan Pulido listo para jugar de inicio, Almeyda regresó al equipo por el que ha apostado en prácticamente todo el torneo. Asi, Zaldívar, quien fue eje de ataque ante el Atlas, volvió a la franja izquierda para que Alan fuera centro delantero.

Precavido
Ricardo La Volpe planteó un partido donde antes que nada su equipo estuviera bien parado ante la velocidad del rival. Así, puso a tres recuperadores en media cancha: Güémez, Da Silva y “Chepe” Guerrero. También tapó la salida de los laterales de Chivas con Arroyo e Ibarra por los costados.

La clave
En una jugada sin mucha trascendencia, Miguel Samudio provoca que lo expulse el árbitro para dejar al América con uno menos. Si con 11 era difícil competir con Chivas, con uno menos apenas le dio a las Águilas para pelear por espacio de diez minutos más.

Sin punch
Como ha pasado durante todo el torneo, Chivas es incapaz de traducir sus momentos de dominio más abrumador con goles. Al verse con uno más, Almeyda intentó darle más profundidad  a su equipo con Brizuela y Fierro y lo logró, pero su equipo no sabe matar.

LA FIGURA
Ángel Zaldívar (Chivas)

El “Chelo” sigo arrinconado en una posición que no domina y a pesar de todo gana terreno en una asignatura que le dolía al Rebaño: el cobro de los penaltis. Como la semana anterior, la presión de un Clásico no hizo mella en Zaldívar, quien tiró como experto en la jugada que le dio el triunfo al Rebaño.