Deportes
El combustible incendia la F1
Red Bull asegura que los nuevos sensores homologados por la FIA no sirven, tras la descalificación de Ricciardo en Australia
MELBOURNE, AUSTRALIA (19/MAR/2014).- Los drásticos cambios en el reglamento de la nueva temporada de la F1 presumían que habrían problemas y sólo era necesario una chispa para encender el fuego.
Y la chispa llegó desde el primer Gran Premio de la temporada, en el cual la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ya enfrenta polémica. El domingo, pasó más de cinco horas discutiendo con los responsables de Red Bull por el exceso de flujo de combustible detectado en el auto de Daniel Ricciardo, al que finalmente descalificaron y le quitaron su segundo lugar.
El año pasado, la problemática era cuidar neumáticos, ahora parece que también será la de andarse con cuidado con el consumo de combustible. La F1 impulsa la sostenibilidad, los promotores del campeonato se han empeñado en que los monoplazas gasten menos y han limitado el consumo a 100 kilogramos por carrera, además de establecer una barrera máxima del caudal inyectado, fijado en 100 kilos por hora. El problemática está sobre la mesa y la FIA, consciente de ello, emitió una nota el mismo jueves en la que advertía de que adoptaría una postura de tolerancia cero a los que quebrantaran la norma.
Durante toda la carrera, desde el muro se fue informando a los pilotos acerca de cómo iba el consumo y de si en función de ello podían pisar el acelerador o tenían que levantar el pie. A falta de 10 vueltas para la bandera de cuadros, Kevin Magnussen (McLaren), en tercero, se echaba encima de Ricciardo. Simon Rennie, el ingeniero de pista del compañero de Vettel, le dio permiso a su corredor para acelerar el RB10 porque los parámetros referentes al gasto de combustible cuadraban aparentemente. Poco después de la ceremonia del podio, la FIA hizo público un escrito en el que informaba de que el coche de Ricciardo estaba siendo investigado por un supuesto exceso en ese caudal máximo de carburante permitido (100 kilos por hora).
Cuando varias horas más tarde se confirmó la sanción, Christian Horner y Adrian Newey, director y director técnico de Red Bull, respectivamente, y Remii Taffin, máximo responsable de Renault (el propulsor), mantuvieron varias reuniones con la FIA para después anunciar su deseo de apelar el fallo. El descuadre, a ojos de Horner, se debió a la poca fiabilidad del sistema empleado por la FIA, que ha dado problemas a varios equipos.
“Los sensores de flujo que nos ha proporcionado la FIA han demostrado ser problemáticos desde que comenzaron a introducirse en los entrenamientos de pretemporada”, aseguró el británico. “Son poco fiables y, de hecho, me parece que ha habido coches que no los han empleado en carrera.
Red Bull omitió las advertencias
El sábado, antes del tercer entrenamiento libre, Red Bull cambió el medidor instalado en el bólido de Daniel Ricciardo alegando que en los entrenamientos del viernes había proporcionado lecturas confusas. Al enterarse, la FIA invitó a los técnicos de la escudería de las bebidas energéticas a volver a colocar la pieza original una vez terminara la prueba cronometrada, tras haber detectado lecturas “insatisfactorias” del aparato reemplazado.
El texto con el que el órgano legislador del campeonato ratificó la descalificación de Ricciardo deja claro que el taller del búfalo rojo fue avisado en el transcurso de la carrera de que estaba traspasando los límites permitidos, que se le dio la opción de corregirse, y que Red Bull optó por no hacer caso.
“Los comisarios observaron a través de la telemetría que el flujo de combustible era demasiado elevado y se pusieron en contacto con el equipo, dándole la opción de reducirlo. Pero Red Bull decidió no hacer esta corrección”, constata el comunicado de la FIA.
FRASES
"Toda la regulación (que limita el combustible), para mí, parece un poco de broma. Si utilizas demasiado te quedarás sin combustible. Parece que es así de simple y si no lo es, debería serlo ”
Bernie Ecclestone, director ejecutivo de la F1.
"Creemos que el (medidor de flujo) que se colocó en nuestro monoplaza ha dado errores. Nuestros cálculos, que provienen de una pieza calibrada y bastante estandarizada, indican que esa incidencia no existe ”
Christian Horner, director de Red Bull.
POSTURAS ENCONTRADAS
Ferrari y Mercedes apoyan a la FIA
Las escuderías Ferrari y Mercedes de Fórmula uno manifestaron su apoyo a la FIA en el debate sobre la nueva tecnología de control de combustible que llevó a la descalificación del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) en el Gran Premio de Australia.
Horner achacó toda la culpa a una “tecnología inmadura” que a su juicio “impide confiar al cien por cien en el sensor” que mide el flujo de combustible en cada momento.
“No es culpa de Daniel y creo que tampoco es culpa del equipo ya que hemos cumplido con la norma. Estoy muy decepcionado, muy sorprendido y espero que con la apelación quede claro que el coche se ha ajustado en todo momento a la normativa pues no estaríamos apelando a menos que estuviésemos seguros de que tenemos un caso defendible”, declaró Horner al Sydney Morning Herald.
Sin embargo, tanto Ferrari como Mercedes manifestaron la necesidad de apoyar a la FIA en esta nueva tecnología introducida para el Mundial 2014.
El director de Ferrari, Stefano Domenicali, aseguró: “tenemos que confiar en el hecho de que es una situación bien gestionada por la FIA, que va a hacer su trabajo y estoy seguro de que no va a haber ningún problema”, en declaraciones a autosport.
El director ejecutivo de Mercedes, Toto Wolff, también resaltó la importancia de apoyar a la FIA en esta materia.
“La FIA controla el flujo de combustible y lo comprueba con todos los equipos. Es cuestión de aprender a hacerlo entre los equipos y la FIA. El sensor de flujo es un sistema FIA y tiene que ser integrado en los coches. Es un proceso de aprendizaje en el que la FIA y los equipos se deben apoyar mutuamente”.
Y la chispa llegó desde el primer Gran Premio de la temporada, en el cual la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ya enfrenta polémica. El domingo, pasó más de cinco horas discutiendo con los responsables de Red Bull por el exceso de flujo de combustible detectado en el auto de Daniel Ricciardo, al que finalmente descalificaron y le quitaron su segundo lugar.
El año pasado, la problemática era cuidar neumáticos, ahora parece que también será la de andarse con cuidado con el consumo de combustible. La F1 impulsa la sostenibilidad, los promotores del campeonato se han empeñado en que los monoplazas gasten menos y han limitado el consumo a 100 kilogramos por carrera, además de establecer una barrera máxima del caudal inyectado, fijado en 100 kilos por hora. El problemática está sobre la mesa y la FIA, consciente de ello, emitió una nota el mismo jueves en la que advertía de que adoptaría una postura de tolerancia cero a los que quebrantaran la norma.
Durante toda la carrera, desde el muro se fue informando a los pilotos acerca de cómo iba el consumo y de si en función de ello podían pisar el acelerador o tenían que levantar el pie. A falta de 10 vueltas para la bandera de cuadros, Kevin Magnussen (McLaren), en tercero, se echaba encima de Ricciardo. Simon Rennie, el ingeniero de pista del compañero de Vettel, le dio permiso a su corredor para acelerar el RB10 porque los parámetros referentes al gasto de combustible cuadraban aparentemente. Poco después de la ceremonia del podio, la FIA hizo público un escrito en el que informaba de que el coche de Ricciardo estaba siendo investigado por un supuesto exceso en ese caudal máximo de carburante permitido (100 kilos por hora).
Cuando varias horas más tarde se confirmó la sanción, Christian Horner y Adrian Newey, director y director técnico de Red Bull, respectivamente, y Remii Taffin, máximo responsable de Renault (el propulsor), mantuvieron varias reuniones con la FIA para después anunciar su deseo de apelar el fallo. El descuadre, a ojos de Horner, se debió a la poca fiabilidad del sistema empleado por la FIA, que ha dado problemas a varios equipos.
“Los sensores de flujo que nos ha proporcionado la FIA han demostrado ser problemáticos desde que comenzaron a introducirse en los entrenamientos de pretemporada”, aseguró el británico. “Son poco fiables y, de hecho, me parece que ha habido coches que no los han empleado en carrera.
Red Bull omitió las advertencias
El sábado, antes del tercer entrenamiento libre, Red Bull cambió el medidor instalado en el bólido de Daniel Ricciardo alegando que en los entrenamientos del viernes había proporcionado lecturas confusas. Al enterarse, la FIA invitó a los técnicos de la escudería de las bebidas energéticas a volver a colocar la pieza original una vez terminara la prueba cronometrada, tras haber detectado lecturas “insatisfactorias” del aparato reemplazado.
El texto con el que el órgano legislador del campeonato ratificó la descalificación de Ricciardo deja claro que el taller del búfalo rojo fue avisado en el transcurso de la carrera de que estaba traspasando los límites permitidos, que se le dio la opción de corregirse, y que Red Bull optó por no hacer caso.
“Los comisarios observaron a través de la telemetría que el flujo de combustible era demasiado elevado y se pusieron en contacto con el equipo, dándole la opción de reducirlo. Pero Red Bull decidió no hacer esta corrección”, constata el comunicado de la FIA.
FRASES
"Toda la regulación (que limita el combustible), para mí, parece un poco de broma. Si utilizas demasiado te quedarás sin combustible. Parece que es así de simple y si no lo es, debería serlo ”
Bernie Ecclestone, director ejecutivo de la F1.
"Creemos que el (medidor de flujo) que se colocó en nuestro monoplaza ha dado errores. Nuestros cálculos, que provienen de una pieza calibrada y bastante estandarizada, indican que esa incidencia no existe ”
Christian Horner, director de Red Bull.
POSTURAS ENCONTRADAS
Ferrari y Mercedes apoyan a la FIA
Las escuderías Ferrari y Mercedes de Fórmula uno manifestaron su apoyo a la FIA en el debate sobre la nueva tecnología de control de combustible que llevó a la descalificación del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) en el Gran Premio de Australia.
Horner achacó toda la culpa a una “tecnología inmadura” que a su juicio “impide confiar al cien por cien en el sensor” que mide el flujo de combustible en cada momento.
“No es culpa de Daniel y creo que tampoco es culpa del equipo ya que hemos cumplido con la norma. Estoy muy decepcionado, muy sorprendido y espero que con la apelación quede claro que el coche se ha ajustado en todo momento a la normativa pues no estaríamos apelando a menos que estuviésemos seguros de que tenemos un caso defendible”, declaró Horner al Sydney Morning Herald.
Sin embargo, tanto Ferrari como Mercedes manifestaron la necesidad de apoyar a la FIA en esta nueva tecnología introducida para el Mundial 2014.
El director de Ferrari, Stefano Domenicali, aseguró: “tenemos que confiar en el hecho de que es una situación bien gestionada por la FIA, que va a hacer su trabajo y estoy seguro de que no va a haber ningún problema”, en declaraciones a autosport.
El director ejecutivo de Mercedes, Toto Wolff, también resaltó la importancia de apoyar a la FIA en esta materia.
“La FIA controla el flujo de combustible y lo comprueba con todos los equipos. Es cuestión de aprender a hacerlo entre los equipos y la FIA. El sensor de flujo es un sistema FIA y tiene que ser integrado en los coches. Es un proceso de aprendizaje en el que la FIA y los equipos se deben apoyar mutuamente”.