Deportes
Chivas pierde ante Pachuca
El Rebaño llega a 10 partidos sin ganar al caer 1-3 ante los Tuzos en casa
GUADALAJARA, JALISCO (20/OCT/2013).- Así no se puede. Juan Carlos Ortega no está respaldado y por eso, aunque su discurso siga siendo el mismo desde hace nueve jornadas, que el equipo mejora, que van por el camino correcto y demás palabras paternalistas, la realidad es que hay elementos que atentan contra la salud de Ortega, quien sigue sin ganar al frente del Guadalajara.
Este encuentro que perdió Chivas ante el Pachuca 3-1, tuvo una respuesta pobre en el graderío, 16 mil 425 aficionados se dieron cita para ver un espectáculo pobre por parte de los tapatíos. Este cotejo es sin duda en el que más ha sufrido Ortega, gritado y utilizado cualquier cantidad de expresiones para demostrar su frustración porque las cosas no salen.
En la primera llegada importante del encuentro, Othoniel Arce, falló por el centro y Ortega, al ver la falla de toda su zaga central, expresó el ¡chin... madre!, reprobando la fragilidad que tenía su zaga, porque le ganaron las espaldas.
Márquez Lugo al 20' puso al frente a Chivas, Ortega explotó de felicidad, sacó el stress que traía, al tiempo que su mente comenzaba a acariciar el primer triunfo en el torneo. El gusto le duró poco y el martirio se agudizó contra el técnico, gracias a uno de sus centrales.
Al 32' anotó el Pachuca, en un error garrafal de Kristian Álvarez, a quien le ganaron la espalda en un balón filtrado, luego intentó cargar al rival para desestabilizarlo pero terminó en el césped fingiendo falta y cayó el tanto del empate para el equipo tuzo.
Ortega salió como energúmeno desde su banca, azotó la tabla donde tenía el parado táctico contra el césped sintético dentro de su zona técnica. Decía cuanta cosa se le venía a la mente, seguía buscando qué aventar, parecía se iba contra las butacas de la banca, ante la mirada de sus colaboradores "Pájara" Juan Carlos Chávez y Marco Antonio Ruiz.
El enojo de Ortega era mucho y contra Álvarez, a quien le gritó cualquier tipo de cosas por lo blandengue en su marca, lo sobrado que actuó, que bien se pudiera considerar con otro calificativo.
Luego llegaron al 34' dos postes a favor de Chivas. Ortega patea un bote de agua que estaba en su zona técnica y decide mejor sentarse. Expresó de nuevo el ¡Ching... madre!, la desesperación ya lo había hecho presa.
Ortega al 42' ve que de nuevo Álvarez no aprieta en la marca, dejó crecer una jugada de manera peligrosa y es ahí cuando le pidió a "Chatón" se alistara para entrar de inmediato. "Chatón" por orden del "Platanito" Hernández preparador físico, siguió calentando, calentando y calentando.
Se cobró un tiro de esquina, cayó el gol por zona de Álvarez y Vidrio; el arquero Michel también es cómplice en ese gol, le remataron en su cara. Ortega explota de nuevo en la banca pues "Chatón" seguía calentando, calentando y calentando.
El pastor le recriminó al "Platanito" se haya tardado tanto en mandarle al jugador y le dijo a la distancia "ya para qué, ya para qué, ching... madre", pues ya había caído el segundo tanto en contra.
En cuanto terminó el primer tiempo, Miguel Sabah fue de inmediato con Álvarez para advertirle que se llevaría un regaño fuerte por parte del técnico. El "Patroncito", el pasado viernes demostró mucha categoría firmando autógrafos en la Expo Ganadera 2013, pero en el campo simplemente no dio una y por él, siente el técnico, se estaba perdiendo.
Para el complemento no salió a la cancha el dolor de cabeza Kristian Álvarez, tampoco Marco Fabián, quien estuvo intrascendente en el campo y perdió algunos balones que atentaron contra el arco de Luis Michel. Fabián está perdido. Los dos jugadores se hicieron presentes en la banca ya iniciado el encuentro, bañados y rezando porque su equipo empatara, mínimo.
Ortega en el segundo lapso prefirió no salir, solamente observó a su equipo con las manos en la cintura. Ponce al 72´, sacó un tiro que apenas se fue desviado del poste derecho de Óscar Pérez, pero el técnico rojiblanco en la jugada ni las manos se sacó del pantalón. Al 77', cuando cayó el tercer tanto en contra, Ortega se limitó a platicar con sus auxiliares, con los brazos cruzados.
El Rebaño en los minutos finales recibió un paseo en su propia cancha, la afición coreaba cada jugada del Pachuca con el clásico ¡óle, óle, óle! Y Ortega, pensativo en la zona técnica, mientras la porra pedía al unísono ¡que se vayan todos, que se vayan todos, que se vayan todos!. Incluso amenazaron los aficionados con brincarse al campo en los últimos minutos.
Chivas con este duelo, de sus últimos 20 encuentros ha ganado uno solamente. Tan mal están las cosas en el redil, que en la recta final del partido quien enviaba centros era De Nigris y Ponce rematando. La actitud de los jugadores es lamentable, algunos trotando, otros solamente viendo al rival conducir el esférico frente a ellos.
EL INFORMADOR / ALEJANDRO RAMÍREZ
Este encuentro que perdió Chivas ante el Pachuca 3-1, tuvo una respuesta pobre en el graderío, 16 mil 425 aficionados se dieron cita para ver un espectáculo pobre por parte de los tapatíos. Este cotejo es sin duda en el que más ha sufrido Ortega, gritado y utilizado cualquier cantidad de expresiones para demostrar su frustración porque las cosas no salen.
En la primera llegada importante del encuentro, Othoniel Arce, falló por el centro y Ortega, al ver la falla de toda su zaga central, expresó el ¡chin... madre!, reprobando la fragilidad que tenía su zaga, porque le ganaron las espaldas.
Márquez Lugo al 20' puso al frente a Chivas, Ortega explotó de felicidad, sacó el stress que traía, al tiempo que su mente comenzaba a acariciar el primer triunfo en el torneo. El gusto le duró poco y el martirio se agudizó contra el técnico, gracias a uno de sus centrales.
Al 32' anotó el Pachuca, en un error garrafal de Kristian Álvarez, a quien le ganaron la espalda en un balón filtrado, luego intentó cargar al rival para desestabilizarlo pero terminó en el césped fingiendo falta y cayó el tanto del empate para el equipo tuzo.
Ortega salió como energúmeno desde su banca, azotó la tabla donde tenía el parado táctico contra el césped sintético dentro de su zona técnica. Decía cuanta cosa se le venía a la mente, seguía buscando qué aventar, parecía se iba contra las butacas de la banca, ante la mirada de sus colaboradores "Pájara" Juan Carlos Chávez y Marco Antonio Ruiz.
El enojo de Ortega era mucho y contra Álvarez, a quien le gritó cualquier tipo de cosas por lo blandengue en su marca, lo sobrado que actuó, que bien se pudiera considerar con otro calificativo.
Luego llegaron al 34' dos postes a favor de Chivas. Ortega patea un bote de agua que estaba en su zona técnica y decide mejor sentarse. Expresó de nuevo el ¡Ching... madre!, la desesperación ya lo había hecho presa.
Ortega al 42' ve que de nuevo Álvarez no aprieta en la marca, dejó crecer una jugada de manera peligrosa y es ahí cuando le pidió a "Chatón" se alistara para entrar de inmediato. "Chatón" por orden del "Platanito" Hernández preparador físico, siguió calentando, calentando y calentando.
Se cobró un tiro de esquina, cayó el gol por zona de Álvarez y Vidrio; el arquero Michel también es cómplice en ese gol, le remataron en su cara. Ortega explota de nuevo en la banca pues "Chatón" seguía calentando, calentando y calentando.
El pastor le recriminó al "Platanito" se haya tardado tanto en mandarle al jugador y le dijo a la distancia "ya para qué, ya para qué, ching... madre", pues ya había caído el segundo tanto en contra.
En cuanto terminó el primer tiempo, Miguel Sabah fue de inmediato con Álvarez para advertirle que se llevaría un regaño fuerte por parte del técnico. El "Patroncito", el pasado viernes demostró mucha categoría firmando autógrafos en la Expo Ganadera 2013, pero en el campo simplemente no dio una y por él, siente el técnico, se estaba perdiendo.
Para el complemento no salió a la cancha el dolor de cabeza Kristian Álvarez, tampoco Marco Fabián, quien estuvo intrascendente en el campo y perdió algunos balones que atentaron contra el arco de Luis Michel. Fabián está perdido. Los dos jugadores se hicieron presentes en la banca ya iniciado el encuentro, bañados y rezando porque su equipo empatara, mínimo.
Ortega en el segundo lapso prefirió no salir, solamente observó a su equipo con las manos en la cintura. Ponce al 72´, sacó un tiro que apenas se fue desviado del poste derecho de Óscar Pérez, pero el técnico rojiblanco en la jugada ni las manos se sacó del pantalón. Al 77', cuando cayó el tercer tanto en contra, Ortega se limitó a platicar con sus auxiliares, con los brazos cruzados.
El Rebaño en los minutos finales recibió un paseo en su propia cancha, la afición coreaba cada jugada del Pachuca con el clásico ¡óle, óle, óle! Y Ortega, pensativo en la zona técnica, mientras la porra pedía al unísono ¡que se vayan todos, que se vayan todos, que se vayan todos!. Incluso amenazaron los aficionados con brincarse al campo en los últimos minutos.
Chivas con este duelo, de sus últimos 20 encuentros ha ganado uno solamente. Tan mal están las cosas en el redil, que en la recta final del partido quien enviaba centros era De Nigris y Ponce rematando. La actitud de los jugadores es lamentable, algunos trotando, otros solamente viendo al rival conducir el esférico frente a ellos.
EL INFORMADOR / ALEJANDRO RAMÍREZ