Deportes
Cargan su Cruz
Los cementeros regalan goles en el primer tiempo; tal generosidad los tiene casi en el sótano general
MÉXICO, D.F.- No por nada
Cruz Azul es la peor defensa del torneo, junto con Necaxa, ha recibido 23 tantos cada club. El técnico Benjamín Galindo se ha cansado de señalarlo, “los errores en la defensa nos están costando muy caro, damos muchas ventajas”. Y eso que los de azul presumen lo que pocos, una zaga con tres seleccionados: dos mexicanos (Pinto y Domínguez) y un paraguayo (Bonet), cuatro si se considera la del boliviano Ronald Raldes, recién presentado.
Pese a ello los celestes acostumbran utilizar sus primeros tiempos para el día de campo, no en balde han recibido más de 50% de ellos dentro de los primeros 45 minutos, en los últimos cuatro juegos recibieron siete goles en el primer lapso y cuatro en el segundo. Sin contar que al menos cinco tantos del cuero recibido en 12 fechas fue dentro de los primeros 20‘.
Apenas el domingo, Eduardo de la Torre, vicepresidente del conjunto, Benjamín Galindo, técnico y el capitán Gerardo Torrado, se comprometieron a terminar de una vez por todas con la situación y el primer obstáculo se llama Islanders, un modesto equipo puertorriqueño que los tiene con el pie en el cuello en las semifinales de la llamada Concachampions. Islanders ganó en la ida 2-0, por lo que Cruz Azul debe vencer por el mismo marcador para enviar el cotejo al alargue o 3-0 si quiere finiquitarlo para estar en la final, cuando los enfrente hoy por la noche en el estadio Azul.
El problema es que Benjamín Galindo no encuentra el tapón que cierre ese chorro de aceite que está apunto de desvielar a La Máquina. Su zaga central es un agujero. No funciona. Julio César Domínguez y Joaquín Beltrán, ante Toluca fueron exhibidos, igual que una semana contra América y tal el sábado pasado los desquició Pumas.
“La responsabilidad es de todos”, diría el arquero Yosgart Gutiérrez, pero la verdad es que el trabajo de los hombres de seguridad deja mucho que desear, y lo peor es que de entre los suplentes, Galindo tampoco ha encontrado apoyo. Alejandro Castro luce aún verde, Joel Huiqui no sale de su lesión y a Hassan Viades, Galindo lo congeló desde el principio del torneo.
Vaya, la desesperación los ha hecho voltear hacia el bolivaino Ronal Raldes, central que proviene del Al-Hilal Riyadh de Arabia, club en que no jugaba.
Con el boliviano ya son seis centrales en un equipo que sufre como nadie a la hora que lo atacan. Que recibe un promedio cercano a los dos tantos por partido, que aun cuando es una de las dos peores defensivas del torneo mexicano presume a dos seleccionados nacionales entre su línea de zagueros en Fausto Pinto y Julio César Domínguez y que por si fuera poco tiene en Bonet a un seleccionado paraguayo. Un conjunto que no sabe lo que es ganar en los recientes cinco partidos de Liga, que ha perdido al hilo sus últimos tres duelos.
Es una máquina que riega aceite a chorros y no encuentra la fuga entre tantos zagueros que están a punto de desvielarla.
Pese a ello los celestes acostumbran utilizar sus primeros tiempos para el día de campo, no en balde han recibido más de 50% de ellos dentro de los primeros 45 minutos, en los últimos cuatro juegos recibieron siete goles en el primer lapso y cuatro en el segundo. Sin contar que al menos cinco tantos del cuero recibido en 12 fechas fue dentro de los primeros 20‘.
Apenas el domingo, Eduardo de la Torre, vicepresidente del conjunto, Benjamín Galindo, técnico y el capitán Gerardo Torrado, se comprometieron a terminar de una vez por todas con la situación y el primer obstáculo se llama Islanders, un modesto equipo puertorriqueño que los tiene con el pie en el cuello en las semifinales de la llamada Concachampions. Islanders ganó en la ida 2-0, por lo que Cruz Azul debe vencer por el mismo marcador para enviar el cotejo al alargue o 3-0 si quiere finiquitarlo para estar en la final, cuando los enfrente hoy por la noche en el estadio Azul.
El problema es que Benjamín Galindo no encuentra el tapón que cierre ese chorro de aceite que está apunto de desvielar a La Máquina. Su zaga central es un agujero. No funciona. Julio César Domínguez y Joaquín Beltrán, ante Toluca fueron exhibidos, igual que una semana contra América y tal el sábado pasado los desquició Pumas.
“La responsabilidad es de todos”, diría el arquero Yosgart Gutiérrez, pero la verdad es que el trabajo de los hombres de seguridad deja mucho que desear, y lo peor es que de entre los suplentes, Galindo tampoco ha encontrado apoyo. Alejandro Castro luce aún verde, Joel Huiqui no sale de su lesión y a Hassan Viades, Galindo lo congeló desde el principio del torneo.
Vaya, la desesperación los ha hecho voltear hacia el bolivaino Ronal Raldes, central que proviene del Al-Hilal Riyadh de Arabia, club en que no jugaba.
Con el boliviano ya son seis centrales en un equipo que sufre como nadie a la hora que lo atacan. Que recibe un promedio cercano a los dos tantos por partido, que aun cuando es una de las dos peores defensivas del torneo mexicano presume a dos seleccionados nacionales entre su línea de zagueros en Fausto Pinto y Julio César Domínguez y que por si fuera poco tiene en Bonet a un seleccionado paraguayo. Un conjunto que no sabe lo que es ganar en los recientes cinco partidos de Liga, que ha perdido al hilo sus últimos tres duelos.
Es una máquina que riega aceite a chorros y no encuentra la fuga entre tantos zagueros que están a punto de desvielarla.