Deportes
Caos vial no vence la pasión
Algunos seguidores del Rebaño se quejaron de las vialidades para entrar al estadio, pero coincidieron en que valía la pena el sacrificio
ZAPOPAN, JALISCO (12/AGO/2010).- La pasión por el futbol y por Chivas supera cualquier obstáculo que se interponga para presenciar el juego de ida de la Copa Libertadores de América. Es el primero del Rebaño desde que participa en la justa (1998), y para los aficionados estos son de los amores que incondicionales.
No importa la clase social a la que pertenezcan, ni las distancias, ni mucho menos lo desesperante que puede ser el hacer una hora y media desde lugares como la Colonia San Marcos y quedarse estancado por el caos vial en el Periférico y la Avenida Vallarta para pisar el Estadio Omnilife. Es como estar entre el amor y el odio por algo muy querido.
El caso de Jorge Padilla, es uno de esos, y ayer tenía una mezcla de fastidio por la lentitud del tránsito vehicular.
“Cruzando Vallarta empieza el problema, los camiones se meten, se salen, los de tránsito nada más están de adorno, no saben guiar bien la circulación, y al cruzar Vallarta empieza a vuelta de rueda para llegar al estacionamiento. Está rete complicado, la entrada al periférico es de un solo carril y está difícil. Luego llegas aquí, preguntas y no saben guiarte bien para dejar tu carro para una mejor salida”.
Padilla de antemano sabía que al final del partido le esperaba una larga espera para salir del estacionamiento, sin embargo, nadie le quitaría la satisfacción de ver a Chivas contra el Internacional de Porto Alegre.
“Yo vine el partido pasado, hice una hora y media para salir al periférico, más para agarrar a Guadalupe, y pasaban diez minutos en los que no avanzabas nada. Pero vale la pena todo esto, las Chivas, la emoción, es un momento histórico y hay que tratar de disfrutar a pesar de todo”.
David, un jovencito de 14 años, integrante de la barra Irreverente, que gastó 350 pesos para comprar su boleto detrás de la portería, también se quejó por el tiempo que hizo desde su punto de partida en la colonia Talpita.
“Es una broncota para entrar, venimos desde bien lejos, desde Talpita y nos hicimos una hora para llegar y en el peri era lo difícil para entrar, había otros que venían caminando por ahí, lo bueno que conseguimos carro, nos gastamos como 100 baros (pesos) de gas, pero llegamos y por Chivas lo que sea, nos vamos hasta el fin del mundo”.
Pero hubo otros que pudieron arribar más temprano, como Ernesto Orozco, de la colonia Pinar de la Calma, que tomó la avenida Periférico y en 15 minutos ya estaba en el territorio rojiblanco.
“Ahorita no hubo problema para llegar, porque como nos vinimos con bastante tiempo de anticipación, yo creo que la dificultad la van a tener la gente que trabaja y que llegue de último momento. Pero yo creo que es una asignatura pendiente de [Jorge] Vergara y su club que es arreglar las vialidades, le falta incrementar prácticamente el doble a lo que tiene de accesos, porque también el estacionamiento les quedó un poco corto, pero sí es obligado que arreglen los ingresos, porque si no va a ser un problema”.
Y mientras las opiniones se dividían, los nuevos habitantes del recinto chiva se llenaba para presenciar el intento de Chivas por la conquista de la Libertadores.
Omar Fares Parra
No importa la clase social a la que pertenezcan, ni las distancias, ni mucho menos lo desesperante que puede ser el hacer una hora y media desde lugares como la Colonia San Marcos y quedarse estancado por el caos vial en el Periférico y la Avenida Vallarta para pisar el Estadio Omnilife. Es como estar entre el amor y el odio por algo muy querido.
El caso de Jorge Padilla, es uno de esos, y ayer tenía una mezcla de fastidio por la lentitud del tránsito vehicular.
“Cruzando Vallarta empieza el problema, los camiones se meten, se salen, los de tránsito nada más están de adorno, no saben guiar bien la circulación, y al cruzar Vallarta empieza a vuelta de rueda para llegar al estacionamiento. Está rete complicado, la entrada al periférico es de un solo carril y está difícil. Luego llegas aquí, preguntas y no saben guiarte bien para dejar tu carro para una mejor salida”.
Padilla de antemano sabía que al final del partido le esperaba una larga espera para salir del estacionamiento, sin embargo, nadie le quitaría la satisfacción de ver a Chivas contra el Internacional de Porto Alegre.
“Yo vine el partido pasado, hice una hora y media para salir al periférico, más para agarrar a Guadalupe, y pasaban diez minutos en los que no avanzabas nada. Pero vale la pena todo esto, las Chivas, la emoción, es un momento histórico y hay que tratar de disfrutar a pesar de todo”.
David, un jovencito de 14 años, integrante de la barra Irreverente, que gastó 350 pesos para comprar su boleto detrás de la portería, también se quejó por el tiempo que hizo desde su punto de partida en la colonia Talpita.
“Es una broncota para entrar, venimos desde bien lejos, desde Talpita y nos hicimos una hora para llegar y en el peri era lo difícil para entrar, había otros que venían caminando por ahí, lo bueno que conseguimos carro, nos gastamos como 100 baros (pesos) de gas, pero llegamos y por Chivas lo que sea, nos vamos hasta el fin del mundo”.
Pero hubo otros que pudieron arribar más temprano, como Ernesto Orozco, de la colonia Pinar de la Calma, que tomó la avenida Periférico y en 15 minutos ya estaba en el territorio rojiblanco.
“Ahorita no hubo problema para llegar, porque como nos vinimos con bastante tiempo de anticipación, yo creo que la dificultad la van a tener la gente que trabaja y que llegue de último momento. Pero yo creo que es una asignatura pendiente de [Jorge] Vergara y su club que es arreglar las vialidades, le falta incrementar prácticamente el doble a lo que tiene de accesos, porque también el estacionamiento les quedó un poco corto, pero sí es obligado que arreglen los ingresos, porque si no va a ser un problema”.
Y mientras las opiniones se dividían, los nuevos habitantes del recinto chiva se llenaba para presenciar el intento de Chivas por la conquista de la Libertadores.
Omar Fares Parra