A mostrar de qué está hecho el país
Los organizadores del GP de México esperan que los aficionados acudan al Autódromo Hermanos Rodríguez con la misma energía del año pasado
CIUDAD DE MÉXICO (27/OCT/2016).- Llegó el momento de que por segundo año consecutivo México albergue uno de los eventos deportivos más importantes del orbe: un Gran Premio de Fórmula Uno.
El Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México, remodelado entre 2014 y 2015, está listo para recibir a los mejores pilotos del mundo y con ello vivir por segundo año consecutivo una gran fiesta, tanto en su pista como en sus tribunas, y para la organización del Gran Premio de México esto es motivo de verdadero orgullo, especialmente por demostrar de qué está hecho el país.
Y todo esto gracias a la energía de la gente, que en 2015, en el regreso de la Fórmula Uno al país tras una ausencia de 23 años, hizo del Gran Premio de México el mejor evento de la temporada pasada.
“Sabemos que el público mexicano es único, tiene una energía, una pasión que no se ve en ningún otro lado. Invitamos a la gente a que venga con esas ganas, con esa pasión, esa energía, que lleven sus banderas y que realmente nos ayuden a enseñar de qué está hecho México una vez más, porque vimos los resultados tan positivos y los comentarios de toda la comunidad de la Fórmula Uno y realmente se quedaron con los ojos abiertos, y este año queremos invitar a la gente a que traigan esa misma energía”, comenta Rodrigo Sánchez, director de Marketing y Relaciones Públicas del Gran Premio de México.
Pero no sólo la fiesta se vive dentro del autódromo, que es una pequeña parte de lo que es la Ciudad de México, sino que para la organización del Gran Premio la intención es contagiar a toda la capital a que viva estos tres días como un verdadero festival.
“Más que una carrera, es una gran fiesta, un festival de tres días donde se vive toda esa energía, pero es un evento que contagia a la ciudad completamente (...) queremos que esa misma energía y pasión no sólo se viva en el autódromo”.
Estos objetivos se han perseguido a lo largo de un intenso año de trabajo, labor que comenzó en cuanto cayó la bandera a cuadros el 1 de noviembre del año pasado.