Deportes

* Una... y una

A propósito por Jaime García Elías

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Una —“A cada quién lo suyo”, enseñaban los antiguos— a favor de Ricardo La Volpe...
A despecho de que es costumbre bastante generalizada que los “ex”, en todos los órdenes de la vida, estén siempre atentos a aprovechar las ocasiones que se les presenten para destilar amarguras, desahogar resentimientos y, en suma, resollar por las heridas, Ricardo ha tenido, en los días recientes, expresiones encomiásticas con respecto al trabajo que se ha realizado en la Selección Nacional.

Muy gentil de su parte... La ocasión lo amerita, desde luego. Aunque el desempeño del “Tri” en los primeros partidos de la “Copa Oro” no fue del todo convincente, la conquista del título y la retumbante victoria sobre Estados Unidos en la final del certamen, el domingo pasado, son estupendos pretextos para tratar de sumar y de suscitar la simpatía de los aficionados, de cara a los próximos compromisos de la eliminatoria mundialista.

Así, aunque La Volpe, en su turno como técnico nacional, tuvo que soportar el marcaje personal del que sería su sucesor —un tal Hugo...—, y aunque ese marcaje recurrió de manera sistemática a los golpes bajos, Ricardo ha tenido categoría para encomiar, incluso, los beneficios que Sven-Goran Eriksson dejó a su paso por el equipo nacional. Concretamente, el espaldarazo que dio a Giovani dos Santos y a Carlos Vela, convencido de que ambos estaban —y están— hechos de buena madera... a pesar de la irregularidad de sus actuaciones con la Selección.

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En compensación, quizá porque aún no aprende a meter el freno en el momento adecuado cuando se le suelta la lengua, Ricardo, ya desbocado, tuvo a bien enviar al actual timonel del “Tri”, Javier Aguirre, unas cuantas recomendaciones para el partido del próximo día 12 ante Estados Unidos. Una: ser muy inteligentes. Dos: tratar de anotar primero que los estadounidenses...

La primera receta se antoja tan sensata como la que se le podría proponer a un pobre para dejar de serlo: “Vuélvete rico”.

La segunda es estupenda... sobre todo si los adversarios colaboran.

(Lo dicho: o en el instructivo de la lengua que le pusieron a La Volpe no se indicaba en qué momento es conveniente oprimir la tecla “stop”... o Ricardo no considera pertinente, en su calidad de “ex”, aplicar una de las reglas de oro del ajedrez: aquella de que “los mirones son de palo”).

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