Deportes
* “Super-star”
A propósito por Jaime García Elías
La realidad objetiva es que el “Chicharito” Hernández cayó de pie en el Manchester United --uno de los clubes más grandes en el mundo del futbol--... aunque aún no haya escrito nada notable en la historia de la institución.
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Javier tiene carisma. Eso explica el fenómeno de que, aun antes de anotar su primer gol en un partido oficial con los “Diablos Rojos”, haya agotado el “stock” de camisetas con su nombre que salió a la venta.
Javier tiene gol. Lo demostró en la temporada de su irrupción a la fama con el Guadalajara, cuando se convirtió en la pieza ofensiva más importante de su equipo y en el principal artífice de los resultados que hicieron de las “Chivas” el gran protagonista de la campaña... hasta que las ausencias de los seleccionados, por los compromisos del “Tri” de cara al Mundial de Sudáfrica, demostraron que en la banca no había jugadores con la solvencia técnica de los titulares.
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Que Javier tiene gol lo corroboró, además, con la Selección. No fue titular en Sudáfrica porque Javier Aguirre, al escoger a los titulares, se equivocó rotundamente al preferir al “Guille” Franco. El “Chicharito”, como suplente, con apariciones esporádicas, tuvo aportaciones más significativas para la causa mexicana que el titular del puesto: con el aplastante argumento de los goles --anotó dos--, dio la razón a quienes trataban de convencer al “Vasco” que se bajara de su macho y confiara más en la juventud y en el hambre de triunfo de Javier que en las supuestas tablas del “Guille”.
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Ya en el Manchester United, el “Chicharito” mostró las cartas credenciales de goleador en tres partidos previos al campeonato. Ya en el primer compromiso oficial, el lunes ante el Newcastle, Javier disputó media hora de partido, ya al final, cuando ya olía a arroz cocido --su equipo ganaba por 2-0--, probablemente porque Sir Alex Ferguson, su técnico, decidió, con enorme sensatez, irle dando gradualmente la responsabilidad.
Javier ocupa espacios considerables en la prensa inglesa, aunque aún no hay materia prima para que los rapsodas canten sus hazañas, y vende camisetas al por mayor...
Hay quienes ya lo ven, desde ahora, como un inflado. Otros, en cambio, sostienen que el joven atacante tiene la onza de oro del gol en la mano.
El tiempo (“supremo juez”), más temprano que tarde, dirá la última palabra.
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Javier tiene carisma. Eso explica el fenómeno de que, aun antes de anotar su primer gol en un partido oficial con los “Diablos Rojos”, haya agotado el “stock” de camisetas con su nombre que salió a la venta.
Javier tiene gol. Lo demostró en la temporada de su irrupción a la fama con el Guadalajara, cuando se convirtió en la pieza ofensiva más importante de su equipo y en el principal artífice de los resultados que hicieron de las “Chivas” el gran protagonista de la campaña... hasta que las ausencias de los seleccionados, por los compromisos del “Tri” de cara al Mundial de Sudáfrica, demostraron que en la banca no había jugadores con la solvencia técnica de los titulares.
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Que Javier tiene gol lo corroboró, además, con la Selección. No fue titular en Sudáfrica porque Javier Aguirre, al escoger a los titulares, se equivocó rotundamente al preferir al “Guille” Franco. El “Chicharito”, como suplente, con apariciones esporádicas, tuvo aportaciones más significativas para la causa mexicana que el titular del puesto: con el aplastante argumento de los goles --anotó dos--, dio la razón a quienes trataban de convencer al “Vasco” que se bajara de su macho y confiara más en la juventud y en el hambre de triunfo de Javier que en las supuestas tablas del “Guille”.
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Ya en el Manchester United, el “Chicharito” mostró las cartas credenciales de goleador en tres partidos previos al campeonato. Ya en el primer compromiso oficial, el lunes ante el Newcastle, Javier disputó media hora de partido, ya al final, cuando ya olía a arroz cocido --su equipo ganaba por 2-0--, probablemente porque Sir Alex Ferguson, su técnico, decidió, con enorme sensatez, irle dando gradualmente la responsabilidad.
Javier ocupa espacios considerables en la prensa inglesa, aunque aún no hay materia prima para que los rapsodas canten sus hazañas, y vende camisetas al por mayor...
Hay quienes ya lo ven, desde ahora, como un inflado. Otros, en cambio, sostienen que el joven atacante tiene la onza de oro del gol en la mano.
El tiempo (“supremo juez”), más temprano que tarde, dirá la última palabra.