Deportes
* Sequía
A propósito por Jaime García Elías
Hay consenso: como el enfermo —la Selección Nacional— no da trazas de mejorar de manera significativa, el médico —Sven-Goran Eriksson— es el culpable. Fácil...
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Un vistazo a la esfera de cristal permite vislumbrar, en un futuro razonablemente próximo, si no se suceden el milagro que evite la derrota ante Estados Unidos, y los subsecuentes de una mejoría significativa ante Costa Rica (el 28 de marzo), y Honduras (el primero de abril), el cese de Eriksson, y, de prevalecer las circunstancias presentes, la designación de Javier Aguirre como su reemplazo.
En la nada descabellada hipótesis de que así ocurra, es probable que Aguirre —recién despedido por el Atlético de Madrid— ya tenga algunas semanas en México. Desvinculado del medio en los dos años y medio que duró su aventura peninsular, Javier se verá en la incumbencia de viajar y ver partidos para percatarse de las condiciones en que se encuentra la materia prima de que tendría que echar mano...
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Puesto que el talón de Aquiles del equipo nacional se encuentra —exactamente igual en los tiempos en que jugaba o dirigía en México— en el ataque, Javier observará, casi seguramente, que los goleadores de la competencia doméstica son inelegibles por una razón elemental: son extranjeros.
Revisará, uno a uno, los elencos. Para seguir el orden de aparición de la jornada más reciente (y en el entendido de que la lista no es exhaustiva), por ejemplo, descubrirá que en el ataque de los “Tecos” alínean el “Pony” Ruiz, Graf, Pinto y Bareiro; en Cruz Azul, Carrusca, Ovelar y Zeballos; en Jaguares, Verón, Batista y Peralta; en San Luis, Tressor Moreno; en Monterrey, Suazo; en el Morelia, Droguett y Mendoza; en América, Vera, Beausejour, De Pinho y Cabañas; en Atlas, Achucarro, Vargas, Marioni y Bottinelli; en “Tigres”, Lobos, Aguilar y Bogado; en Necaxa, Insúa y Moreno; en Pachuca, Damián y Benítez; en Atlante, Pereyra, Rey, Maldonado y Carevic; en Toluca, Mancilla... Etc.
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Conclusión Medina, Ochoa, Landín, Vela, Villaluz, el “Negro” Sandoval, Sabah, Mendívil, Íñiguez y algunos más, demuestran que sí hay jugadores mexicanos. Otra cosa es que los confiables para empresas como disputar la eliminatoria mundialista, se cuentan con los dedos de una mano.
¡Y luego se quejan de que Eriksson prefiera traer a Franco, Bravo, Carlos Vela y Giovani... aunque en sus recientes aventuras europeas recientes haya más motivos para lamentar que para celebrar!
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Un vistazo a la esfera de cristal permite vislumbrar, en un futuro razonablemente próximo, si no se suceden el milagro que evite la derrota ante Estados Unidos, y los subsecuentes de una mejoría significativa ante Costa Rica (el 28 de marzo), y Honduras (el primero de abril), el cese de Eriksson, y, de prevalecer las circunstancias presentes, la designación de Javier Aguirre como su reemplazo.
En la nada descabellada hipótesis de que así ocurra, es probable que Aguirre —recién despedido por el Atlético de Madrid— ya tenga algunas semanas en México. Desvinculado del medio en los dos años y medio que duró su aventura peninsular, Javier se verá en la incumbencia de viajar y ver partidos para percatarse de las condiciones en que se encuentra la materia prima de que tendría que echar mano...
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Puesto que el talón de Aquiles del equipo nacional se encuentra —exactamente igual en los tiempos en que jugaba o dirigía en México— en el ataque, Javier observará, casi seguramente, que los goleadores de la competencia doméstica son inelegibles por una razón elemental: son extranjeros.
Revisará, uno a uno, los elencos. Para seguir el orden de aparición de la jornada más reciente (y en el entendido de que la lista no es exhaustiva), por ejemplo, descubrirá que en el ataque de los “Tecos” alínean el “Pony” Ruiz, Graf, Pinto y Bareiro; en Cruz Azul, Carrusca, Ovelar y Zeballos; en Jaguares, Verón, Batista y Peralta; en San Luis, Tressor Moreno; en Monterrey, Suazo; en el Morelia, Droguett y Mendoza; en América, Vera, Beausejour, De Pinho y Cabañas; en Atlas, Achucarro, Vargas, Marioni y Bottinelli; en “Tigres”, Lobos, Aguilar y Bogado; en Necaxa, Insúa y Moreno; en Pachuca, Damián y Benítez; en Atlante, Pereyra, Rey, Maldonado y Carevic; en Toluca, Mancilla... Etc.
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Conclusión Medina, Ochoa, Landín, Vela, Villaluz, el “Negro” Sandoval, Sabah, Mendívil, Íñiguez y algunos más, demuestran que sí hay jugadores mexicanos. Otra cosa es que los confiables para empresas como disputar la eliminatoria mundialista, se cuentan con los dedos de una mano.
¡Y luego se quejan de que Eriksson prefiera traer a Franco, Bravo, Carlos Vela y Giovani... aunque en sus recientes aventuras europeas recientes haya más motivos para lamentar que para celebrar!