Deportes
* Relleno
A propósito por Jaime García Elías
Uno de los equipos que están de relleno en el actual Torneo de Clausura, tendrá la distinción de representar al futbol mexicano, a finales del año, en el Campeonato Mundial de Clubes a celebrarse en Dubai.
Para el efecto, el Atlante, como consta en actas, tiene la mitad del título en la bolsa. El 2-0 sobre el Cruz Azul, como visitante, en el partido de ida, la noche del miércoles, pone el título de la pomposamente denominada “Copa de Campeones de la Concacaf” en manos de los azulgrana... y condena a los “Cementeros” --triste sombra del que llegó a ser el mejor equipo mexicano de hace algunas décadas-- a la remota posibilidad de que coincidan un milagro a su favor y una hecatombe (literalmente, porque el vocablo, etimológicamente, alude al sacrificio de cien animales que hacían los antiguos como ofrenda a sus deidades) en perjuicio de los “Potros”.
*
El caso del Cruz Azul es lamentable. Aunque se le sigue teniendo respeto, éste tiene que ver más con su historial, su prestigio y sus títulos --que acumulan polvo en sus vitrinas--, que con su solvencia futbolística. En otras palabras, más con su pasado que con su presente.
En el Torneo de Clausura en que la “Liguilla” viene a la vuelta de la esquina, los “Cementeros” fueron, sin atenuantes, la gran decepción en el llamado “Grupo de la Muerte”... Vaya: mientras los “Tecos” --ejemplo obligado para acentuar el contraste--, a despecho de que parecían condenados a coquetear con el fantasma del descenso durante la campaña, llegaron a ser líderes y aún acarician la posibilidad de colarse a la “liguilla”, el Cruz Azul perdió desde hace tiempo cualquier posibilidad de inscribirse en el selecto grupo de los protagonistas y se quedó condenado sin remedio al desairado papel de “extra” en el certamen.
Se suponía que las “podas” en el plantel, realizadas por sus dirigentes en las últimas temporadas, más la contratación de Benjamín Galindo como timonel, tendrían como consecuencia lógica el repunte de la antigua “Máquina”...
Todo quedó --como dijo aquél...-- “en simple supositorio”.
*
En cuanto al Atlante, con todo el encomio que merece el esfuerzo de su plantel de jugadores para conseguir ese título, ¿quién, hablando en serio, puede concederle posibilidades de hacer nada relevante en un torneo al que concurre, supuestamente, nada menos que la crema y nata del futbol mundial...?
Para el efecto, el Atlante, como consta en actas, tiene la mitad del título en la bolsa. El 2-0 sobre el Cruz Azul, como visitante, en el partido de ida, la noche del miércoles, pone el título de la pomposamente denominada “Copa de Campeones de la Concacaf” en manos de los azulgrana... y condena a los “Cementeros” --triste sombra del que llegó a ser el mejor equipo mexicano de hace algunas décadas-- a la remota posibilidad de que coincidan un milagro a su favor y una hecatombe (literalmente, porque el vocablo, etimológicamente, alude al sacrificio de cien animales que hacían los antiguos como ofrenda a sus deidades) en perjuicio de los “Potros”.
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El caso del Cruz Azul es lamentable. Aunque se le sigue teniendo respeto, éste tiene que ver más con su historial, su prestigio y sus títulos --que acumulan polvo en sus vitrinas--, que con su solvencia futbolística. En otras palabras, más con su pasado que con su presente.
En el Torneo de Clausura en que la “Liguilla” viene a la vuelta de la esquina, los “Cementeros” fueron, sin atenuantes, la gran decepción en el llamado “Grupo de la Muerte”... Vaya: mientras los “Tecos” --ejemplo obligado para acentuar el contraste--, a despecho de que parecían condenados a coquetear con el fantasma del descenso durante la campaña, llegaron a ser líderes y aún acarician la posibilidad de colarse a la “liguilla”, el Cruz Azul perdió desde hace tiempo cualquier posibilidad de inscribirse en el selecto grupo de los protagonistas y se quedó condenado sin remedio al desairado papel de “extra” en el certamen.
Se suponía que las “podas” en el plantel, realizadas por sus dirigentes en las últimas temporadas, más la contratación de Benjamín Galindo como timonel, tendrían como consecuencia lógica el repunte de la antigua “Máquina”...
Todo quedó --como dijo aquél...-- “en simple supositorio”.
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En cuanto al Atlante, con todo el encomio que merece el esfuerzo de su plantel de jugadores para conseguir ese título, ¿quién, hablando en serio, puede concederle posibilidades de hacer nada relevante en un torneo al que concurre, supuestamente, nada menos que la crema y nata del futbol mundial...?