Deportes
* Pretextos
A propósito por Jaime García Elías
Algunos, en el Guadalajara, se tomaron tan a pecho el cuento de que eran “el segundo mejor equipo de América”, a raíz de que llegaron --en las peculiares circunstancias que constan en actas-- nada menos que a la final de la Copa Libertadores (en la que cayeron ante el Internacional de Porto Alegre), que no se explican lo que les sucede en el Torneo de Apertura: la mediocridad de su marcha a lo largo del certamen (dos victorias, cinco empates, tres derrotas; nueve goles anotados, diez admitidos...), y, sobre todo, las notorias carencias del equipo en los capítulos de creatividad y contundencia, sin los cuales no hay, sobre la faz de la Tierra, escuadra con posibilidades de ser protagonista y no simple “extra” en las competencias en que participa.
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En las diez apariciones cumplidas en lo que va del Torneo de Apertura, en el Guadalajara se ha hablado más de las ausencias que de las presencias...
De estas últimas, quizá la más significativa haya sido la de Luis Ernesto Michel. En varios partidos en que los rayados han rescatado puntos, se ha remarcado el desempeño de su guardameta. Algo sintomático de los recursos y de las limitaciones del plantel: cuando el portero se manifiesta como el mejor jugador de su equipo en un partido, puede haber múltiples factores; cuando el portero se confirma sistemáticamente como el mejor jugador de su equipo en un campeonato, señal de que no tenía con qué ganar partidos, y de que si algo consiguió, se lo debe a las heroicidades de su arquero.
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De las ausencias en la alineación del Guadalajara en este certamen, en cambio, hay todo un catálogo: desde las lesiones del “Venado” Medina y Esparza hasta los castigos de Bravo y Reynoso, pasando por las bajas de juego y las fatigas musculares de Bautista... y, por supuesto, por las “terapias” a que se sometió a Arellano en Colombia.
Además --¡claro...!-- de la ausencia por antonomasia: el “Chicharito” Hernández, con cuyos goles el Guadalajara de la temporada anterior fue protagonista (aquella racha inicial histórica, de ocho victorias consecutivas), y sin los cuales pasó a ser lo que es actualmente: un equipo del montón (dicho sin ánimo de ofender).
El inventario de las ausencias en las alineaciones del equipo más popular de México, es amplio. Y los pretextos, ya se sabe, son el argumento de los mediocres.
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En las diez apariciones cumplidas en lo que va del Torneo de Apertura, en el Guadalajara se ha hablado más de las ausencias que de las presencias...
De estas últimas, quizá la más significativa haya sido la de Luis Ernesto Michel. En varios partidos en que los rayados han rescatado puntos, se ha remarcado el desempeño de su guardameta. Algo sintomático de los recursos y de las limitaciones del plantel: cuando el portero se manifiesta como el mejor jugador de su equipo en un partido, puede haber múltiples factores; cuando el portero se confirma sistemáticamente como el mejor jugador de su equipo en un campeonato, señal de que no tenía con qué ganar partidos, y de que si algo consiguió, se lo debe a las heroicidades de su arquero.
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De las ausencias en la alineación del Guadalajara en este certamen, en cambio, hay todo un catálogo: desde las lesiones del “Venado” Medina y Esparza hasta los castigos de Bravo y Reynoso, pasando por las bajas de juego y las fatigas musculares de Bautista... y, por supuesto, por las “terapias” a que se sometió a Arellano en Colombia.
Además --¡claro...!-- de la ausencia por antonomasia: el “Chicharito” Hernández, con cuyos goles el Guadalajara de la temporada anterior fue protagonista (aquella racha inicial histórica, de ocho victorias consecutivas), y sin los cuales pasó a ser lo que es actualmente: un equipo del montón (dicho sin ánimo de ofender).
El inventario de las ausencias en las alineaciones del equipo más popular de México, es amplio. Y los pretextos, ya se sabe, son el argumento de los mediocres.