Deportes
* Nopales
A propósito por Jaime García Elías
De la acostumbrada consulta de cada fin de semana a la esfera de cristal, la semana pasada se desprendían dos previsiones: la relacionada con el Guadalajara, que recibía la visita del Jaguares, favorable: tanto los argumentos futbolísticos como la posición de las estrellas --según los entendidos--, no sólo permitían hacer favorito al “Rebaño Sagrado”: obligaban a hacerlo.
La relacionada con el Atlas, en cambio, en su visita al Monterrey, era, por sobradas razones --la total inoperancia de los rojinegros en esta temporada, por ejemplo-- adversa.
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Al margen de que, entonces, en el caso del Atlas las previsiones se cumplieron al pie de la letra mientras que al Guadalajara le salió la criada respondona, para hoy --siempre desde la perspectiva de los elementos que permiten atisbar hacia el futuro-- se invierten los papeles...
Al Guadalajara, visitante de los Tigres, pocos habrá que se animen a arrendarle las ganancias. Compañeros de grupo (el 1) como son, en un partido “de seis puntos”, con ligera supremacía en los resultados del equipo que tiene, además, la ventaja de ser local, lo lógico es que los momios se inclinen por éste.
La única ventaja para los rojiblancos consiste --¡oh, paradoja!-- en las ausencias, por diferentes motivos, de Bautista, Bravo y Arellano: curiosamente, los tres atacantes con más nombre en el plantel actual... pero cuyo rendimiento, en este certamen, ha sido ínfimo.
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El Atlas, en tanto, tiene a su favor, para el encuentro de esta noche, quizá más que el hecho de ser local y el haber ocultado sus armas durante la semana --realizó sus entrenamientos tácticos a puerta cerrada-- la teórica ventaja de que el Puebla, su adversario en turno, parece haberse despintado a raíz de la crisis que precipitó el cese del “Chelís” Sánchez Solá como timonel.
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Independientemente de la necesidad imperiosa de sumar que tiene, porque es el sotanero de la clasificación general y porque en la tabla del porcentaje ya oye pasos en la azotea --ya hay quien da por hecho que es el “seguro de vida” de otros equipos amenazados por el fantasma del descenso--, interesa comprobar si el Atlas muestra argumentos futbolísticos para ganar siquiera los partidos que estaría obligado a ganar, toda vez que pedirle que gane algunos de los que teóricamente debería perder, sería, en este momento, pedirle aguacates a los nopales.
La relacionada con el Atlas, en cambio, en su visita al Monterrey, era, por sobradas razones --la total inoperancia de los rojinegros en esta temporada, por ejemplo-- adversa.
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Al margen de que, entonces, en el caso del Atlas las previsiones se cumplieron al pie de la letra mientras que al Guadalajara le salió la criada respondona, para hoy --siempre desde la perspectiva de los elementos que permiten atisbar hacia el futuro-- se invierten los papeles...
Al Guadalajara, visitante de los Tigres, pocos habrá que se animen a arrendarle las ganancias. Compañeros de grupo (el 1) como son, en un partido “de seis puntos”, con ligera supremacía en los resultados del equipo que tiene, además, la ventaja de ser local, lo lógico es que los momios se inclinen por éste.
La única ventaja para los rojiblancos consiste --¡oh, paradoja!-- en las ausencias, por diferentes motivos, de Bautista, Bravo y Arellano: curiosamente, los tres atacantes con más nombre en el plantel actual... pero cuyo rendimiento, en este certamen, ha sido ínfimo.
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El Atlas, en tanto, tiene a su favor, para el encuentro de esta noche, quizá más que el hecho de ser local y el haber ocultado sus armas durante la semana --realizó sus entrenamientos tácticos a puerta cerrada-- la teórica ventaja de que el Puebla, su adversario en turno, parece haberse despintado a raíz de la crisis que precipitó el cese del “Chelís” Sánchez Solá como timonel.
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Independientemente de la necesidad imperiosa de sumar que tiene, porque es el sotanero de la clasificación general y porque en la tabla del porcentaje ya oye pasos en la azotea --ya hay quien da por hecho que es el “seguro de vida” de otros equipos amenazados por el fantasma del descenso--, interesa comprobar si el Atlas muestra argumentos futbolísticos para ganar siquiera los partidos que estaría obligado a ganar, toda vez que pedirle que gane algunos de los que teóricamente debería perder, sería, en este momento, pedirle aguacates a los nopales.