Deportes

* Mejor así...

A propósito por Jaime García Elías

Varios episodios “robaron cámara” a la fase final de los preparativos de la Selección Nacional para el partido de mañana ante Costa Rica en el Estadio Azteca --donde se supone que el “Tri” juega con doce contra once... o menos--, dentro de la eliminatoria mundialista.

Los temas dominantes, consecuencia de la marcha de ciertos equipos dentro de la competencia casera, fueron, por supuesto, los ceses de Efraín Flores como timonel del Guadalajara, y Daniel Guzmán, del Santos Laguna. Eso, de entrada... A continuación, las lógicas secuelas: en el caso de los “Guerreros”, la designación de Sergio Bueno como reemplazo del “Travieso”; es decir, la contratación de un timonel modesto en materia de blasones, para relevar a un colega que primero contribuyó a salvar del descenso al pelotón a su cargo, y a continuación lo llevó de la mano al título. En el de las “Chivas”, el suspenso --al menos hasta hoy-- con respecto a quien pasará a ser, por el hecho mismo de su contratación y a partir del extenso catálogo de buenas intenciones (“las mejores guasanas”, etc.) que proclamó el dueño del juguete cuando acababa de comprarlo, “el mejor entrenador” del rumbo.

*

Es probable que haya sido saludable para los seleccionados el que prensa y aficionados anduvieran “pajareando” en otros asuntos. Es probable que tales distracciones les permitieran desentenderse de otros asuntos para concentrarse en lo suyo: la batalla en turno, dentro de la guerra por los boletos para el Mundial de Sudáfrica-2010.

Las discutibles razones que el técnico nacional, Sven-Goran Eriksson, tuviera para no incluir a Sinha --buen jugador, sin duda, pero difícilmente “crack”... ni mucho menos pieza determinante en el funcionamiento del “Tri” en los años recientes-- en la lista de convocados para esta batalla, o los titubeos que pudiera haber para decidir si es el arquero del pasado (Oswaldo Sánchez) o el arquero del futuro (Memo Ochoa) quien debe cubrir el marco en ese encuentro, apenas si levantaron tenues polvaredas. Ninguna de esas cuestiones se transformó en polémica.

*

Los distractores de los últimos días, pues, debieron servir --poco habrá de vivir quien no alcance a comprobarlo-- para que los protagonistas de esa batalla, acuartelados desde el lunes, machetearan día y noche la lección: el de mañana no es de los partidos que pueden ganarse o perderse; este es de los que tienen que ganarse.

Temas

Sigue navegando