Deportes
* Humillado
A propósito por Jaime García Elías
Partidos como varios de la “Fecha FIFA” disputados ayer en diversas latitudes, sirven para mantener caliente el horno. Nada más... Portugal, clasificado en el octavo peldaño del escalafón mundial, difícilmente se moverá de ahí, al alza, de aquí al mes próximo, a consecuencia de su victoria de ayer sobre España.
El triunfo, e incluso el marcador (4-0), no pasan a la historia. Uno y otro se quedan en la anécdota. Exactamente lo mismo que la victoria de Argentina sobre Brasil (1-0), en un “Clásico sudamericano” por demás sui-géneris, ya que se celebró en Catar (según la grafía aprobada la semana pasada por la Real Academia), en acatamiento de intereses estrictamente económicos. Y lo mismo, ya encarrerados, que el triunfo de Francia sobre Inglaterra (2-1), en el estadio de Wembley, otrora intransitable para los forasteros, independientemente de su alcurnia.
*
Los partidos de las “Fechas FIFA” sirven, en algunos casos, para hacer experimentos. Mientras España, por ejemplo, se limita a cumplir de cualquier manera con los compromisos contraídos, intercalándolos con las celebraciones del título conquistado en el Mundial de Sudáfrica, Portugal, Argentina, Brasil y Francia --entre otros-- los aprovechan para que los técnicos designados precisamente a raíz de las frustraciones sufridas en la más reciente edición de la Copa del Mundo, muevan sus cartas y establezcan sus primeros nexos con quienes presumiblemente serán sus discípulos hasta la cita del 2014 en Brasil.
*
México, mientras tanto, sin actividad en esta jornada internacional de suyo intrascendente, metida a martillazos en los calendarios de las competencias domésticas, tiene que resignarse al fallo de los burócratas de la FIFA, que lo mantienen en el modesto lugar número 28 del escalafón mundial...
Nada que ver, obviamente, con el cuarto lugar que arbitrariamente se le asignó hasta poco antes del Mundial de 2006 en Alemania. Nada que ver con el afán de mantenerlo por varios años en el “Ten top”... aunque sus resultados desnudaran su condición de intruso en esos niveles.
Ahora que tienen que soportar que lo antecedan en esa lista países de muy discutible jerarquía en el mundillo del futbol (Egipto, Grecia, Costa de Marfil, Australia, Suiza, Montenegro...), los futbólatras mexicanos podrían ponderar si se está aplicando en ellos, a rajatabla, ahora, el adagio evangélico: “El que se ensalza (por los tiempos en que se le concedía un rango que a todas luces le quedaba grande)..., será humillado”.
El triunfo, e incluso el marcador (4-0), no pasan a la historia. Uno y otro se quedan en la anécdota. Exactamente lo mismo que la victoria de Argentina sobre Brasil (1-0), en un “Clásico sudamericano” por demás sui-géneris, ya que se celebró en Catar (según la grafía aprobada la semana pasada por la Real Academia), en acatamiento de intereses estrictamente económicos. Y lo mismo, ya encarrerados, que el triunfo de Francia sobre Inglaterra (2-1), en el estadio de Wembley, otrora intransitable para los forasteros, independientemente de su alcurnia.
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Los partidos de las “Fechas FIFA” sirven, en algunos casos, para hacer experimentos. Mientras España, por ejemplo, se limita a cumplir de cualquier manera con los compromisos contraídos, intercalándolos con las celebraciones del título conquistado en el Mundial de Sudáfrica, Portugal, Argentina, Brasil y Francia --entre otros-- los aprovechan para que los técnicos designados precisamente a raíz de las frustraciones sufridas en la más reciente edición de la Copa del Mundo, muevan sus cartas y establezcan sus primeros nexos con quienes presumiblemente serán sus discípulos hasta la cita del 2014 en Brasil.
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México, mientras tanto, sin actividad en esta jornada internacional de suyo intrascendente, metida a martillazos en los calendarios de las competencias domésticas, tiene que resignarse al fallo de los burócratas de la FIFA, que lo mantienen en el modesto lugar número 28 del escalafón mundial...
Nada que ver, obviamente, con el cuarto lugar que arbitrariamente se le asignó hasta poco antes del Mundial de 2006 en Alemania. Nada que ver con el afán de mantenerlo por varios años en el “Ten top”... aunque sus resultados desnudaran su condición de intruso en esos niveles.
Ahora que tienen que soportar que lo antecedan en esa lista países de muy discutible jerarquía en el mundillo del futbol (Egipto, Grecia, Costa de Marfil, Australia, Suiza, Montenegro...), los futbólatras mexicanos podrían ponderar si se está aplicando en ellos, a rajatabla, ahora, el adagio evangélico: “El que se ensalza (por los tiempos en que se le concedía un rango que a todas luces le quedaba grande)..., será humillado”.