Deportes

* Doble seguro

A propósito por Jaime García Elías

Los dirigentes del Atlas pueden seguir firmándole cheques en blanco a Ricardo La Volpe, semana a semana, por mucho tiempo todavía... aunque los hechos se empecinen en “rebotárselos” sistemáticamente.

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Acostumbrados como están a moverse en las aguas de la mediocridad, no tienen por qué tomar en serio la cantaleta de los seguidores del equipo que claman por reverdecer los laureles del único título de su historia, que se marchitan en las vitrinas rojinegras desde hace 58 años.

Ocasionalmente los apremia, en todo caso, la amenaza del descenso. Tres veces, a lo largo de la historia, han tenido que ir a expiar sus pecados al purgatorio de la hoy Liga de Ascenso. Pero como las tres veces conservaron a la base de su plantel, hicieron efectivo aquello de que “más tiene el rico cuando empobrece --por los equipos de Primera División que descienden-- que el pobre cuando enriquece”, tuvieron la fortuna de regresar a la siguiente temporada. (Y tanta fortuna, en efecto, que algunos rojinegros a ultranza presumen uno de sus blasones: “Campeonísimos de la Segunda División”).

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Ahora mismo, cuando los sufridos devotos de la causa ya están pensando en renovar la añeja máscara de cartón con la leyenda “Soy del Atlas... pero me da vergüenza”, para cumplir con el rito de llevarla al estadio, los dirigentes toman las cosas con filosofía: como quien ve llover y no se moja...

Lo de menos, desde su perspectiva, es que su equipo acumule seis fechas consecutivas sin victoria. Lo de menos es que haya perdido cinco de nueve partidos en lo que va de la campaña. Lo de menos es la inoperancia de su ataque, que ha conseguido cinco anotaciones (menos de la tercera parte que los Toluca, Monterrey, Morelia, América, América, Cruz Azul y Santos Laguna) para un escuálido promedio de 0.55 goles por partido. Lo de menos es que ninguno de los jugadores que fueron incorporados como supuestos “refuerzos” para el plantel para la presente temporada, se haya justificado como tal...

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Lo de menos, en fin, es que ni siquiera haya esta vez el consuelo de que el Atlas sigue siendo un equipo que “da espectáculo”, que “respeta al futbol”, que privilegia el “futbol lindo”... aunque, en materia de resultados, está de dar pena.

Mientras tenga al Querétaro y a los Indios de Ciudad Juárez como seguros de vida, ¿quién va a preocuparse...?

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