Deportes

* “Con gato”

A propósito por Jaime García Elías

Hay, por lo menos, dos buenas razones para estar optimistas con respecto a las perspectivas de que la Selección Mexicana dé el paso que le falta para asegurar la clasificación para el Mundial de Sudáfrica-2010: una, que en el compromiso del próximo sábado ante El Salvador, el “Tri” tendrá la ventaja de jugar en su ambiente, en su altura, con su público y en un estadio que, por su historial y por sus dimensiones, anonada a cualquiera; otra, que los filibusteros de Javier Aguirre han recuperado la moral que en las “eras” de Hugo Sánchez y Sven-Goran Eriksson anduvo por los suelos.

*

Se cuestionan algunos de los argumentos futbolísticos del seleccionado mexicano. Se habla de los insomnios que seguramente han tenido los responsables del equipo nacional; de las noches en vela, dedicadas a contar ovejas, con la esperanza de que repentinamente, como el conejo que de improviso salta en el matorral, apareciera “el hombre” que ya buscaba Diógenes, con su linterna encendida en plena luz del día, por las calles de Atenas.

“El hombre” en cuestión, en efecto, sería un goleador; es decir, un jugador dotado de la solvencia técnica necesaria para coronar, con la suerte suprema del futbol, el trabajo de todo el equipo.

*

La nómina de los atacantes convocados por Hugo, Eriksson y ahora Javier Aguirre, con el ánimo de encontrar al sucesor de Jared Borgetti —el último centro delantero que fue titular absoluto en el “Tri”— como el alma de la ofensiva del equipo nacional: desde José Ángel Landín hasta Omar Arellano, pasando por un catálogo tan abundante en nombres como escaso en eficiencia y regularidad: Carlos Vela, Miguel Sabah, Enrique Esqueda, Javier “Chicharito” Hernández, Juan Carlos Cacho, Néstor Calderón, Nery Castillo, Omar Bravo, Giovani dos Santos...

Ni siquiera la tradicional exigencia popular de que en la Selección Nacional se aplique a rajatabla el criterio —por demás patriotero— de “México para los mexicanos”, se ha respetado, como en el pasado, a pie juntillas. Así, los nombres de Guillermo Franco y Matías Vuoso —argentinos naturalizados— se han barajado, con resultados irregulares.

*

En todo caso, Javier Aguirre parece ser, en ese aspecto, más pragmático que sus antecesores. Sabe que, más valioso que un goleador, es una fórmula que permita llegar al marco rival... Y lo más importante: que cuando no se tiene perro, hay que aprender a cazar con gato.

Temas

Sigue navegando