Deportes
* ''Bizcos mentales''
A propósito por Jaime García Elías
Si se coloca sobre un platillo de la balanza, objetivamente, por una parte, la calidad individual de jugadores como Valencia y Benítez y la eficiencia de quienes los acompañaron en la oncena ecuatoriana en el partido del sábado, y en el otro la falta de material humano que, como se estila decir actualmente, “hace diferencia”, entre los llamados por el técnico nacional interino Efraín Flores, es probable que no haya que darle demasiadas vueltas al asunto para llegar a la conclusión de que el 2-1 adverso a la Selección Mexicana fue, sin más, cuestión de lógica pura.
Ya si alguien quiere seguir jugando al “solitario”, con disquisiciones acerca de las líneas de tres o de cuatro y su incidencia en los “bizcos mentales” que supuestamente genera entre los zagueros el cambio de un esquema a otro, muy su gusto...
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Por lo pronto, la raquítica respuesta de los aficionados a la enésima intentona de provocar un idilio entre el público tapatío y la Selección Nacional, demostró que “el respetable” no es tan manejable, ni tan cándido, ni tan limitado de entendederas como lo suponen, al parecer, quienes sólo ven en él, en el fondo, el signo de pesos.
En contrapartida, la respuesta que hubo para la “promoción” de ayer, para el duelo entre “Chivas” y Estudiantes --pendiente de cuarta jornada del Torneo de Apertura--, fue prueba contundente, por si hiciera falta, de que, al margen de otros inconvenientes, los precios que normalmente se venían manejando en el nuevo estadio de los rayados, resultaban prohibitivos para los seguidores del “Rebaño”.
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En el aspecto futbolístico, tres detalles del triunfo del Guadalajara ameritan el subrayado:
1.- La victoria en sí misma; si el 1-0 del primer tiempo parecía circunstancial, porque --como en los partidos contra Manchester United e Internacional de Porto Alegre-- la única vez que los rayados atacaron en ese lapso, hicieron el gol, su dominio absoluto en la etapa de complemento no dejó dudas.
2.- El crecimiento futbolístico de Marco Fabián, “autor intelectual” de los dos primeros goles, autor material del tercero, y causante de por lo menos tres sobresaltos que gracias a los aciertos de Mario Rodríguez en el marco de los Estudiantes no se concretaron.
3.- La colaboración de la polémica cancha de pasto sintético para que pudiera jugarse... a pesar del diluvio que se desató en el segundo tiempo.
Ya si alguien quiere seguir jugando al “solitario”, con disquisiciones acerca de las líneas de tres o de cuatro y su incidencia en los “bizcos mentales” que supuestamente genera entre los zagueros el cambio de un esquema a otro, muy su gusto...
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Por lo pronto, la raquítica respuesta de los aficionados a la enésima intentona de provocar un idilio entre el público tapatío y la Selección Nacional, demostró que “el respetable” no es tan manejable, ni tan cándido, ni tan limitado de entendederas como lo suponen, al parecer, quienes sólo ven en él, en el fondo, el signo de pesos.
En contrapartida, la respuesta que hubo para la “promoción” de ayer, para el duelo entre “Chivas” y Estudiantes --pendiente de cuarta jornada del Torneo de Apertura--, fue prueba contundente, por si hiciera falta, de que, al margen de otros inconvenientes, los precios que normalmente se venían manejando en el nuevo estadio de los rayados, resultaban prohibitivos para los seguidores del “Rebaño”.
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En el aspecto futbolístico, tres detalles del triunfo del Guadalajara ameritan el subrayado:
1.- La victoria en sí misma; si el 1-0 del primer tiempo parecía circunstancial, porque --como en los partidos contra Manchester United e Internacional de Porto Alegre-- la única vez que los rayados atacaron en ese lapso, hicieron el gol, su dominio absoluto en la etapa de complemento no dejó dudas.
2.- El crecimiento futbolístico de Marco Fabián, “autor intelectual” de los dos primeros goles, autor material del tercero, y causante de por lo menos tres sobresaltos que gracias a los aciertos de Mario Rodríguez en el marco de los Estudiantes no se concretaron.
3.- La colaboración de la polémica cancha de pasto sintético para que pudiera jugarse... a pesar del diluvio que se desató en el segundo tiempo.