Cultura

Una exposición Sin rodeos

La muestra de Betsabeé Romero, que se inaugura este viernes en el Cabañas, está delineada a partir de su relación personal con el arte jalisciense

GUADALAJARA, JALISCO (23/JUL/2013).- El Cabañas está cerrado. En su interior, algunos trabajadores trajinan en las salas de exposición. Hay piezas regadas por el piso y desde el boquete de una de las puertas sale un intermitente ruido que comenzó ayer desde temprano.

De un cuarto agolpado de columnas de papeles y pesados escritorios sale la artista mexicana Betsabeé Romero, quien este viernes inaugurará la exposición Sin rodeos, en la que crea un discurso a partir de su relación personal con el arte jalisciense y, en particular, con cuatro artistas: Luis Barragán, Jesús Reyes Ferreira, Martín Ramírez y Jerónimo de León.

Aunque parece tranquila y sonriente, a la artista le duele una muela y lo comenta. Betsabeé camina y habla despacio. Su vestimenta, predominantemente de color negro, convive con un rebozo que le envuelve la espalda.

Desde el miércoles pasado, día de su llegada, en su tiempo libre Betsabeé se ha dedicado a recorrer la ciudad. Visitó el Baratillo, el Trocadero y algunas cantinas. Recuerda cuando en sus anteriores visitas al museo —al que ve como una especie de templo que resguarda la obra de Orozco—, aprovechaba para ir a bailar al Salón Veracruz.

Se siente honrada por la invitación a participar con una exposición en el Cabañas, recinto que para ella siempre recibe a grandes figuras. Por eso descree que la suya pueda ser definida como la mejor exposición del año en el recinto.

Explica que Sin rodeos es una exposición formada por obra realizada, mayoritariamente, después de 2007, cuando el Museo Amparo albergó una exposición que también estuvo en el Museo de San Ildefonso, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) y en Nueva York. Parte de este trabajo incluye material que se expuso en Hermosillo, Sonora, en 2012. Sin embargo, no quería que viniera una exposición “ya hecha” a Guadalajara, una ciudad importante cultural e históricamente.

Para elaborar el guión de la exposición, tuvo que agregar piezas relacionadas con su árbol genealógico cultural que destacara sus referencias históricas, muchas de ellas generadas en Jalisco, tanto del arte popular como del arte culto.

Por otra parte, no podía prescindir de piezas que han participado en eventos internacionales importantes que son el pivote de toda su reflexión y que han estado en museos como el Reina Sofía, de Madrid; el Louvre, de París; que han sido expuestas en Holanda o en bienales que no se han visto en México.

La influencia de Barragán

La artista resalta su amor al trabajo arquitectónico en general. Afirma que las exposiciones en los museos no son sólo colgar piezas, sino también pensar en el espacio. El arquitecto Luis Barragán ha sido fundamental en su formación por su conocimiento tan profundo acerca del color. Fue tal el impacto que tuvo en ella el trabajo de Barragán, que decidió hacerle un homenaje “al cuadrado amarillo”, al presentar “cuadrados amarillos llevados al cubo que forman parte de una instalación”. Romero destaca que Barragán es padre de los grandes artistas que trabajan el color a través de la tecnología actual.

Jesús Reyes Ferreira le parece el iniciador del arte pop por su generosidad al trabajar el papel de china, que empleará de manera importante en la exposición. Considera que en México, el papel picado es el epitelio de la celebración que, a pesar de que se cae y muere, vuelve a renacer siempre.

El tema de la migración es de su interés y Martín Ramírez es para ella un gran exponente: “Lleva la reflexión de lo migrante hasta sus últimas consecuencias, ya que él migró no sólo geográficamente de una frontera a otra, sino de la frontera de la cordura hacia la locura. De pronto, uno se da cuenta en una obra tan clara acerca de cómo el migrante de pronto se encuentra en un túnel que no tiene salida, en un laberinto que no termina de recorrer, porque son idas y vueltas, regresos, angustias y demás”.

Desde hace algunos años, la artista ha trabajado con las partes de los autos, haciendo énfasis en la ironía hacia el material que se usa para ensamblarlos y que está bastante lejos de ser seguro para las personas. Dichas piezas le sirvieron para hacer exvotos sobre cofres y portezuelas de mala calidad.

“Un poco con ironía lo hago en los cofres de carro medio chocados y también un poco con la idea de que uno siempre se está salvando milagrosamente de llegar de un lugar a otro en la calle, escenario  de mucho peligro donde el auto, como extensión del cuerpo humano, también está en una fragilidad tremenda en muchos sentidos. La publicidad del carro nos vende seguridad y alta tecnología como si ahí nunca nos fuera a pasar nada, pero no es así”.

Dicha relación con los exvotos la llevó a explorar el arte popular del siglo XIX, de los retratos que se hicieron en esa etapa y en la que enfatiza su admiración a Hermenegildo Bustos y otros retratistas como Jerónimo de León, que cumple 100 años de su muerte.

“Tengo la oportunidad de hacerle un homenaje, hacer paráfrasis de sus exvotos al Señor del Rayo, que siempre rodeaba de unas nubes muy pop, que las convierto en smog salido del escape de los carros. Me parece que es digno de entrar en los espacios museísticos, ya que solamente ha circulado en ámbitos religiosos. Es de estos grandes artistas que merecen otro lugar”.

La exposición está compuesta por 80 piezas. La arquitectura del Cabañas le permitió a Romero ubicar núcleos temáticos en cada sala. “Entra uno en un núcleo temático, lo termina y pasa al otro y así. Así fue como se acomodaron”. La creadora subrayó la participación de artesanos  como Ángel Santos y Ernesto Bonilla en la realización de muchas de las piezas.

No se ha separado de las salas, ya que el trabajo más arduo es el de instalación e intervención, pues cada obra tiene su metodología de montaje.

“Realmente no es sólo observar, sino estar trabajando en el montaje porque es único. Muchas cosas son inéditas, no se han colgado. Es un grado de dificultad de montaje muy alto; de iluminación. Como trabajo con las sombras, hay que buscar exactamente el punto que tiene que estar iluminado. No es opcional, tiene que estar así, porque la obra se termina in situ, se termina de realizar cada vez y de una manera única por el espacio que ocupa en cada lugar”.

La exposición permanecerá en el Cabañas hasta el próximo 27 de  octubre. El horario es de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Martes entrada libre.

FRASE

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No es sólo observar, sino estar trabajando en el montaje porque es único. Muchas cosas son inéditas, no se han colgado. Es un grado de dificultad de montaje muy alto "

Betsabeé Romero
, artista mexicana.

PARA SABER
Talleres


Durante la permanencia de la exposición en el Cabañas, Betsabeé Romero ofrecerá talleres para niños y jóvenes. Aunque prefiere no entrar en detalles, comenta que le interesa trabajar con la parte educativa de las exposiciones que enfatice la reflexión y el conocimiento de los participantes.

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