Cultura
Un viaje por la adolescencia con Antonio Ortuño
El autor tapatío charla sobre su más reciente novela, editada por el FCE, y que esta vez va dirigida a un público lector más joven
GUADALAJARA, JALISCO (13/JUN/2016).- La literatura para adolescentes ha comenzado a explorar nuevos nichos en la industria editorial mexicana, pues sin los grandes éxitos de venta y las no tan complejas sagas de vampiros o magos se adapta a un lector especial, diferente y que descubre las posibilidades de la palabra. Eso lo sabe Antonio Ortuño, que se estrena como escritor para este público luego de consolidarse como uno de los narradores más interesantes en las letras nacionales. Su más reciente novela, titulada “El rapto”, no se aleja de los temas que interesan a Ortuño —como la violencia, las relaciones humanas en permanente tensión— pero lo hace desde la perspectiva de un joven y su descubrimiento de un mundo áspero y desconocido.
Sobre el proceso de acercarse por primera vez a un público más joven, Ortuño comenta en entrevista con EL INFORMADOR que “no ha sido un proceso calculado, Socorro Venegas, editora de libros infantiles y juveniles del Fondo de Cultura Económica (FCE), me buscó hace un par de años, y después de varias charlas me entró la curiosidad sobre qué pasaría en el diálogo entre uno de mis textos y lectores más jóvenes, a quienes va dirigida en primera instancia esta colección. Lo que hice fue retomar un texto que se había quedado inacabado; lo empecé cuando tenía 18 o 19 años, es decir hace 20, pensando en que el adolescente que era yo en aquel momento tenía cosas más directas que decirles a los lectores jóvenes que el casi cuarentón que soy ahora”.
El libro, narrado en tres tiempos diferentes, cuenta la historia de un joven que en sus años de preparatoria viaja al Norte del país para pasar las navidades con su mejor amigo y quien es hermano de la chica de la que está enamorado. Ahí ocurre el secuestro de uno de ellos. La prosa, desprovista de adornos, adentra a sus personajes en la aventura de descubrir y rescatar al secuestrado mientras desenredan los nudos sentimentales que tienen todos a esos años.
“No traté de dulcificar el tema. Al retomar el manuscrito me pude dar cuenta que cuando yo era joven hace 20 años había preocupaciones por violencia, había zozobra por la inseguridad, había desapariciones, quizá hayamos cobrado más conciencia como sociedad de ello, pero la realidad es que la violencia y la impunidad no empezó quince minutos en México, tiene muchos años y en ese escenario escribimos. No es una novela sobre las desapariciones pero se desarrolla en un en un marco concreto que ese México impune y me parecía absurdo que justo se produjera este secuestro en el aire sin el contexto de las otras desapariciones. Me pareció importante dejar testimonio eso que lleva muchos años de existir en Juárez, en el Sureste o en todo el país”, remata el también autor de la novela “La fila india”.
¿Cómo escribir para lectores adolescentes?
Antonio Ortuño sabe que el lenguaje es su herramienta de trabajo y la ha cultivado durante el tiempo suficiente como para darse cuenta que no es lo mismo escribir para lectores con el hastío encima que para aquellos que aún demuestran curiosidad por la vida. Por eso es que la novela utiliza las palabras de una manera diferente a como acostumbra. “Es cierto que un lenguaje demasiado alambicado o una sintaxis compleja podría alejar a muchos lectores, la comunicación con jóvenes debe ser mucho más directa, tampoco es que me considere un escritor barroco, digamos que he transitado en la prosa hacia una sintaxis más compleja con los años, pero me resultó fácil el retomar un tono narrativo directo y con un leguaje que sin ser condescendiente sí es directa”.
Sobre las constantes explicaciones temporales que utiliza en la novela y que funcionan como un mapa del tiempo, Ortuño comenta que para él era natural hacer eso para que la trama funcionara mejor. “Me pareció natural entrar en explicaciones a la ‘How I met your mother’ que tiene que ver con que la época en que yo empecé a escribir la novela era joven y ahora hay un montón de diferencias perceptibles con la actualidad, yo no me hubiera podido meter a escribir sobre la digitalidad y los celulares y redes sociales que seguramente ni siquiera entiendo, pero sí me parece que es una especie de juego que fue muy divertido para mí y que puede ser divertido para lectores que entiendan que es una historia de jóvenes pero de otra época, y que tienen las mismas preocupaciones que pueden tener ahora pero que vivían en un mundo diferente y que había otro tipo de relación.”
EL DATO
Echar un vistazo a su vida
Hay algo del autor en todos los personajes de todos sus libros, porque los personajes tienen que ver con la percepción que uno tiene del mundo y del lenguaje. “Yo no creo ser el personaje, yo no soy huérfano ni mis padres murieron en un asalto, pero sí hay algo de mi, pues es un chico que vivió en una época y en una zona en la que yo viví. No es una autobiografía pero busco basarme en algo que conozco bien”.
Sobre el proceso de acercarse por primera vez a un público más joven, Ortuño comenta en entrevista con EL INFORMADOR que “no ha sido un proceso calculado, Socorro Venegas, editora de libros infantiles y juveniles del Fondo de Cultura Económica (FCE), me buscó hace un par de años, y después de varias charlas me entró la curiosidad sobre qué pasaría en el diálogo entre uno de mis textos y lectores más jóvenes, a quienes va dirigida en primera instancia esta colección. Lo que hice fue retomar un texto que se había quedado inacabado; lo empecé cuando tenía 18 o 19 años, es decir hace 20, pensando en que el adolescente que era yo en aquel momento tenía cosas más directas que decirles a los lectores jóvenes que el casi cuarentón que soy ahora”.
El libro, narrado en tres tiempos diferentes, cuenta la historia de un joven que en sus años de preparatoria viaja al Norte del país para pasar las navidades con su mejor amigo y quien es hermano de la chica de la que está enamorado. Ahí ocurre el secuestro de uno de ellos. La prosa, desprovista de adornos, adentra a sus personajes en la aventura de descubrir y rescatar al secuestrado mientras desenredan los nudos sentimentales que tienen todos a esos años.
“No traté de dulcificar el tema. Al retomar el manuscrito me pude dar cuenta que cuando yo era joven hace 20 años había preocupaciones por violencia, había zozobra por la inseguridad, había desapariciones, quizá hayamos cobrado más conciencia como sociedad de ello, pero la realidad es que la violencia y la impunidad no empezó quince minutos en México, tiene muchos años y en ese escenario escribimos. No es una novela sobre las desapariciones pero se desarrolla en un en un marco concreto que ese México impune y me parecía absurdo que justo se produjera este secuestro en el aire sin el contexto de las otras desapariciones. Me pareció importante dejar testimonio eso que lleva muchos años de existir en Juárez, en el Sureste o en todo el país”, remata el también autor de la novela “La fila india”.
¿Cómo escribir para lectores adolescentes?
Antonio Ortuño sabe que el lenguaje es su herramienta de trabajo y la ha cultivado durante el tiempo suficiente como para darse cuenta que no es lo mismo escribir para lectores con el hastío encima que para aquellos que aún demuestran curiosidad por la vida. Por eso es que la novela utiliza las palabras de una manera diferente a como acostumbra. “Es cierto que un lenguaje demasiado alambicado o una sintaxis compleja podría alejar a muchos lectores, la comunicación con jóvenes debe ser mucho más directa, tampoco es que me considere un escritor barroco, digamos que he transitado en la prosa hacia una sintaxis más compleja con los años, pero me resultó fácil el retomar un tono narrativo directo y con un leguaje que sin ser condescendiente sí es directa”.
Sobre las constantes explicaciones temporales que utiliza en la novela y que funcionan como un mapa del tiempo, Ortuño comenta que para él era natural hacer eso para que la trama funcionara mejor. “Me pareció natural entrar en explicaciones a la ‘How I met your mother’ que tiene que ver con que la época en que yo empecé a escribir la novela era joven y ahora hay un montón de diferencias perceptibles con la actualidad, yo no me hubiera podido meter a escribir sobre la digitalidad y los celulares y redes sociales que seguramente ni siquiera entiendo, pero sí me parece que es una especie de juego que fue muy divertido para mí y que puede ser divertido para lectores que entiendan que es una historia de jóvenes pero de otra época, y que tienen las mismas preocupaciones que pueden tener ahora pero que vivían en un mundo diferente y que había otro tipo de relación.”
EL DATO
Echar un vistazo a su vida
Hay algo del autor en todos los personajes de todos sus libros, porque los personajes tienen que ver con la percepción que uno tiene del mundo y del lenguaje. “Yo no creo ser el personaje, yo no soy huérfano ni mis padres murieron en un asalto, pero sí hay algo de mi, pues es un chico que vivió en una época y en una zona en la que yo viví. No es una autobiografía pero busco basarme en algo que conozco bien”.