Cultura

Un ensamble para recordar

Con un repertorio plagado de los mejores compositores estadounidenses del momento, ONIX hace vibrar el Festival Cultural de Mayo

GUADALAJARA, JALISCO (20/MAY/2011).- Son mexicanos y no le piden nada a nadie. Son siete: Alejandro Escuer, Rodrigo Macías, Fernando Domínguez, Abel Moreno, Edgardo Espinosa, Edith Ruíz e Iván Manzanilla, pero ya arriba, en el escenario, siempre detrás de sus instrumentos, se escuchan como toda una orquesta. Son jóvenes y estuvieron ayer en el Museo de Arte de Zapopan (MAZ) para tocar lo mejor de la música contemporánea de país invitado al Festival Cultural de Mayo, Estados Unidos.

Puntuales a la cita, poco más de un centenar de personas disfrutaron el programa que estuvo compuesto por piezas de David Dzubay, Reza Vali, Philip Glass y Daniel Kellog en una ejecución que dejó un grato sabor de boca.

Porque ahí arriba, cuando esos siete chicos se transformaron en delicia, la música que arrojaba el escenario indicaba que no hace falta ser experto para saber apreciar los sonidos que se instalan en la mente. Uno puede llegar a pensar, si cierra los ojos e imagina, que está sumergido en la irracionalidad de una película de suspenso, drama y comedia al mismo tiempo.

Es música persiguiendo más música, donde el piano es un animal voraz acompañado de las cuerdas como dos cómplices irrefutables. Ahí, dijimos, es donde la travesura más dulce de la nostalgia cobra vida. A los instrumentos de viento no les hace falta madurez para que se pueda acompañar hasta el final...
Un concierto con el significado de nostalgia. Después de 90 minutos, y un receso que no estaba contemplado, es tiempo de apagar la luz. Y soñar.

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