Cultura

Sufre público al no disfrutar a Mischa Maisky en Cervantino

Una treintena de personas se quedó con las ganas de disfrutar el único y majestuoso recital del violonchelista ruso

GUANAJUATO, GUANAJUATO.- Una treintena de personas se quedó con las ganas de disfrutar el único y majestuoso recital que el galardonado violonchelista ruso Mischa Maisky ofreció hoy en el Templo de la Valenciana de esta capital.  

Hubo quienes llegaron desde temprana hora con la esperanza de hallar por lo menos un boleto, pero les fue imposible conseguirlo. Ni siquiera funcionó el letrero que un señor colgó sobre su pecho solicitando: "Por favor, necesito dos boletos", para él y su esposa.  

Quienes compraron sus entradas con anticipación, hicieron una fila para poder ingresar al recinto. El concierto inició con puntualidad luego de que el virtuoso fue recibido por el público con una ovación.     

Mischa Maisky arrancó su repertorio con el Preludio de la Suite no. 1 en sol Mayor de Johann Sebastian Bach y comenzó a vivirse un momento sublime, pues el artista ejecutó su instrumento de una forma precisa, con sentimiento y fuerza.  

El lugar permanece en absoluto silencio; sin embargo, justo al comenzar la Suite No. 5, algo desconcentró a Maisky y se detuvo. Ofreció disculpas y continuó. El tiempo transcurrió de forma rápida para algunos e insuficiente para otros que se quedaron con ganas de más.   

Cuando el violonchelista dio por concluida su participación en la 37 edición del Festival Internacional Cervantino, los presentes solicitaron otra y otra, pero el músico ya había entregado lo mejor de su talento, mismo que fue reconocido con una larga ovación de pie.  

Se trata del único chelista que recibió clases de Mstislav Rostropovich (considerado el más grande de su género en la historia) y Gregor Piatigorsky. El artista compara la música de Bach con la Biblia, porque "éste es el libro de los libros, pero existen muchas traducciones de ella, múltiples lecturas".

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