Cultura

Serengeti sacude al público del LARVA

A lo largo de cinco escenas presentan la obra del dramaturgo tapatío Ramiro Torres de Miguel

GUADALAJARA, JALISCO (11/JUN/2013).- Un hombre joven toca la puerta de la casa de una mujer madura. Él tiene 18 años, el cabello castaño, ni corto ni largo. La mujer, Angélica, lleva el cabello teñido de rojo e invita a pasar a Daniel, quien de pie frente al umbral, la aborda con suspicacia, pues Angélica no se parece a la fotografía de Angie, a quien conoció a través del internet.

La obra Serengeti, de Ramiro Torres de Miguel, es una caja de sorpresas. A lo largo de cinco escenas que se desarrollaron a las 18:30 horas en el Laboratorio de Arte Variedades (LARVA), los espectadores quedaron con el corazón en la mano al ver de lo que es capaz el ser humano con tal de cumplir sus sueños.

Daniel y Angélica comienzan a conocerse cara a cara. A ella le gusta dormir y a él le gusta chatear. Le gustaría viajar, conocer África, observar las estampidas en el Serengeti. Ella se ofrece a pagarle ese viaje a cambio de que Daniel haga lo que ella le pide, siempre y cuando no incumpla los límites de la ley.

En tres semanas, Daniel debe aprender a abrirse de piernas como un bailarín de ballet. Peina a Angélica, la acicala, le chupa los dedos de los pies, baila desnudo música africana y se come la vomitada de su interlocutora.

Angélica, aprovechándose de la situación, escarba en el pasado de Daniel. Le pregunta sobre la última vez que lloró y se burla después de escuchar la historia.

Tras tres semanas de esfuerzo, Daniel no puede abrirse de piernas. Angélica le niega la oportunidad de viajar a África y le recuerda, con odio, su triste situación económica. Daniel estalla. La toca. La lleva al suelo. La insulta. En vez de llamar a la policía, Angélica se calma y vuelve a citarlo a la misma hora el próximo viernes.

Al final de la puesta en escena, Ramiro Torres de Miguel contó que Serengeti surgió desde un ámbito pequeño y sin contar con apoyo económico. Resaltó que al escribirla, su intención era mostrar íntimamente cómo se desarrolla una relación inclasificable entre dos seres humanos.

La obra, dirigida por Ihonatan Ruiz, contó con la participación de los actores Daniel Macías y Lucía Cortés.

PARA SABER

El dramaturgo Ramiro Torres de Miguel (Guadalajara, 1978) es egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación del ITESO y de la Maestría en Teatro Argentino y Latinoamericano de la Universidad de Buenos Aires. Sus obras se han presentado en México, Argentina, Japón y Grecia. En abril de 2013 la editorial parisina Edilivre publicó una edición trilingüe (español, francés e inglés) de la trilogía Serengeti, Puerto Madryn y Narita Airport.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI

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