Cultura
Recital emotivo en el Teatro Degollado
El violista Roberto Díaz y el pianista Andrew Tyson, reunieron a 700 personas las cuales disfrutaron de su gran música
GUADALAJARA, JALISCO (24/MAY/2010).-El concierto que ofrecieron ayer a mediodía en el Teatro Degollado el violista Roberto Díaz y el pianista Andrew Tyson como parte de las actividades del Festival Cultural de Mayo (FCM), reunió a cerca de 700 personas, quienes disfrutaron durante casi hora y media de un recital en el que se interpretaron piezas de los compositores Juan Orrego, Johannes Brahms y Dimitri Shostakovich.
El recital comenzó con 10 minutos de retraso, tras escucharse una grabación en alemán, inglés y español que invitaba a los asistentes a apagar sus teléfonos celulares. Vestidos de negro, salieron a escena el músico chileno Roberto Díaz y el estadounidense Andrew Tyson, quienes fueron recibidos con una lluvia de aplausos.
El tema con el que abrieron la entrega fue Salas Mobili, obra del compositor chileno Juan Orrego, en la que se toma como referencia los sonidos de los juguetes conocidos como móviles. Dicha pieza se caracterizó por su dramatismo, y justo en el momento más álgido de la interpretación, el timbre de un teléfono sonó en el área de las plateas causando molestias entre el público.
Después vino la Sonata para viola y piano opus 78 en re mayor, de Johannes Brahms con un arreglo del músico húngaro Csaba Eredélyi, compuesta por tres movimientos: Vivace non troppo, Adagio y Allegro molto moderato, que al finalizar fueron celebrados por los asistentes.
Tras de esto, un intermedio de poco más de 10 minutos tuvo lugar, momento que fue aprovechado por algunas personas que se encontraban en el lobby del teatro para ingresar en el foro.
Eran las 14:00 horas cuando el pianista y el violista sonreían al público y después de hacer una reverencia, los acordes de la Sonata para viola y piano opus 147 en do menor, del compositor ruso Dimitri Shostakovich, inundaron el recinto. Dicha pieza, al igual que su antecesora se conformó por tres partes: Vivace non troppo, Adagio y Allegro molto moderato, con las que se puso el punto final al evento.
EL INFORMADOR / OMAR GÓMEZ
El recital comenzó con 10 minutos de retraso, tras escucharse una grabación en alemán, inglés y español que invitaba a los asistentes a apagar sus teléfonos celulares. Vestidos de negro, salieron a escena el músico chileno Roberto Díaz y el estadounidense Andrew Tyson, quienes fueron recibidos con una lluvia de aplausos.
El tema con el que abrieron la entrega fue Salas Mobili, obra del compositor chileno Juan Orrego, en la que se toma como referencia los sonidos de los juguetes conocidos como móviles. Dicha pieza se caracterizó por su dramatismo, y justo en el momento más álgido de la interpretación, el timbre de un teléfono sonó en el área de las plateas causando molestias entre el público.
Después vino la Sonata para viola y piano opus 78 en re mayor, de Johannes Brahms con un arreglo del músico húngaro Csaba Eredélyi, compuesta por tres movimientos: Vivace non troppo, Adagio y Allegro molto moderato, que al finalizar fueron celebrados por los asistentes.
Tras de esto, un intermedio de poco más de 10 minutos tuvo lugar, momento que fue aprovechado por algunas personas que se encontraban en el lobby del teatro para ingresar en el foro.
Eran las 14:00 horas cuando el pianista y el violista sonreían al público y después de hacer una reverencia, los acordes de la Sonata para viola y piano opus 147 en do menor, del compositor ruso Dimitri Shostakovich, inundaron el recinto. Dicha pieza, al igual que su antecesora se conformó por tres partes: Vivace non troppo, Adagio y Allegro molto moderato, con las que se puso el punto final al evento.
EL INFORMADOR / OMAR GÓMEZ