Cultura
Mexicano Daza cierra temporada de 'La Traviata' en Berlín
El barítono poblano Alfredo Daza disfruta de su buen momento sin echar campanas al vuelo
BERLÍN, ALEMANIA (04/MAR/2014).- Consciente de que el éxito es incierto, porque algunas cosas llegan, otras se buscan y algunas más se tienen que construir, el barítono mexicano
Alfredo Daza disfruta de su buen momento sin echar campanas al vuelo porque sabe que la ópera vive momentos duros en el mundo y es difícil mantenerse vigente.
Recién concluidas las funciones de "I Masnadieri", de Giuseppe Verdi, donde, aseguró, tuvo un debut muy afortunado y del agrado del público ante el cual se presentó en Berlín, el artista poblano puso énfasis en que el reto hoy no sólo es permanecer trabajando, sino moralmente limpio y con la voz saludable.
La ópera es un medio difícil y la crisis financiera que "nos viene pegando desde hace varios años le pegó muy fuerte a la ópera, estamos hablando de países como Italia que están cerrando casa tras casa de ópera o que no te paga".
A ello, dijo en entrevista desde Alemania, se suma que se vive en una actualidad que promueve más y más el talento de los "amateurs" en todo género musical, olvidando a los profesionales; "se invierte todo en alguien elegido por azar o por circunstancia, aunque ese cantante no esté listo".
Lamentablemente, expuso, cada vez hay más cantantes condenados al retiro por no encontrar oportunidades, "es triste, cada vez más llegan los 'crossovers', la súper modelo que canta ópera con un micrófono o aquellos que con pobre técnica destruyeron su instrumento pero que la industria ha invertido tanto en ellos que los seguirán grabando y anunciando".
Por eso, sostuvo, es importante vivir el momento y las oportunidades que se presentan y que, en su caso, destacó, han sido muchas, ya que después de cantar "La Traviata", en Berlín, entre diciembre y enero pasado; tuvo su participación en la gala operística de los Juegos Olímpicos Invernales de Sochi, el 14 de febrero.
Luego debutó con éxito en "I Masnadieri" y ahora regresa para cerrar este martes la temporada de "La Traviata", una de las óperas más populares de Giuseppe Verdi, en el Staatsoper im Schiller Theater, de Berlín, bajo la batuta de Domingo Hindoyan.
Allí interpreta el papel de "Giorgio Germont", el padre de "Alfredo", quien está a cargo de Sergey Skorokhodoy, mientras que la protagonista "Violeta", lleva el papel Jessica Nunccio.
"´Traviata´ ya la he cantado muchas veces y conozco los retos del papel, muy diferentes de aquellos de Francesco Moor, en 'I Masnadieri', te cuidas, descansas la voz y lo afrontas", expresó confiado Alfredo, quien apuesta todo a su trabajo y a la buena fortuna que ha tenido para que a su vez haya quien apueste por su talento.
Sobre los proyectos de su carrera, confió en que algunos llegan por sí solos, "otros los buscas, tienes que presionar fuerte a tus representantes, si no tienes la fortuna de encontrar alguien que decida invertir en ti y hacerte estrella (que en estos días no depende del talento en lo absoluto) buscas, te mueves, escribes, estudias papeles que no hayas hecho, los ofreces", señaló convencido.
Por todo lo que ha logrado y lo que aún piensa alcanzar, Daza no se arrepiente de haber cambiado sus estudios de Diseño gráfico por el bel canto, donde hoy en día se le considera como un joven de gran presencia escénica y magnífica voz.
Ello lo ha llevado a alternar con figuras como Rolando Villazón, y bajo batutas como la del argentino Daniel Barenboim.
Recién concluidas las funciones de "I Masnadieri", de Giuseppe Verdi, donde, aseguró, tuvo un debut muy afortunado y del agrado del público ante el cual se presentó en Berlín, el artista poblano puso énfasis en que el reto hoy no sólo es permanecer trabajando, sino moralmente limpio y con la voz saludable.
La ópera es un medio difícil y la crisis financiera que "nos viene pegando desde hace varios años le pegó muy fuerte a la ópera, estamos hablando de países como Italia que están cerrando casa tras casa de ópera o que no te paga".
A ello, dijo en entrevista desde Alemania, se suma que se vive en una actualidad que promueve más y más el talento de los "amateurs" en todo género musical, olvidando a los profesionales; "se invierte todo en alguien elegido por azar o por circunstancia, aunque ese cantante no esté listo".
Lamentablemente, expuso, cada vez hay más cantantes condenados al retiro por no encontrar oportunidades, "es triste, cada vez más llegan los 'crossovers', la súper modelo que canta ópera con un micrófono o aquellos que con pobre técnica destruyeron su instrumento pero que la industria ha invertido tanto en ellos que los seguirán grabando y anunciando".
Por eso, sostuvo, es importante vivir el momento y las oportunidades que se presentan y que, en su caso, destacó, han sido muchas, ya que después de cantar "La Traviata", en Berlín, entre diciembre y enero pasado; tuvo su participación en la gala operística de los Juegos Olímpicos Invernales de Sochi, el 14 de febrero.
Luego debutó con éxito en "I Masnadieri" y ahora regresa para cerrar este martes la temporada de "La Traviata", una de las óperas más populares de Giuseppe Verdi, en el Staatsoper im Schiller Theater, de Berlín, bajo la batuta de Domingo Hindoyan.
Allí interpreta el papel de "Giorgio Germont", el padre de "Alfredo", quien está a cargo de Sergey Skorokhodoy, mientras que la protagonista "Violeta", lleva el papel Jessica Nunccio.
"´Traviata´ ya la he cantado muchas veces y conozco los retos del papel, muy diferentes de aquellos de Francesco Moor, en 'I Masnadieri', te cuidas, descansas la voz y lo afrontas", expresó confiado Alfredo, quien apuesta todo a su trabajo y a la buena fortuna que ha tenido para que a su vez haya quien apueste por su talento.
Sobre los proyectos de su carrera, confió en que algunos llegan por sí solos, "otros los buscas, tienes que presionar fuerte a tus representantes, si no tienes la fortuna de encontrar alguien que decida invertir en ti y hacerte estrella (que en estos días no depende del talento en lo absoluto) buscas, te mueves, escribes, estudias papeles que no hayas hecho, los ofreces", señaló convencido.
Por todo lo que ha logrado y lo que aún piensa alcanzar, Daza no se arrepiente de haber cambiado sus estudios de Diseño gráfico por el bel canto, donde hoy en día se le considera como un joven de gran presencia escénica y magnífica voz.
Ello lo ha llevado a alternar con figuras como Rolando Villazón, y bajo batutas como la del argentino Daniel Barenboim.