Cultura
Marimba, boleros y danzones en la OFJ
Un concierto en el Degollado con aire latino, dirigido por David Pérez Olmedo
GUADALAJARA, JALISCO (02/NOV/2012).- La noche del jueves en el Teatro Degollado ofreció un concierto con aire latino. La Orquesta Filarmónica de Jalisco, dirigida por el joven poblano David Pérez Olmedo, y acompañada en la primera parte del marimbista cubano Jesús Morales, llenó la sala con boleros, danzones y sones flamencos.
Los músicos engalanados armonizaron sus instrumentos al sonido de una nota prolongada. Acto seguido ingresó veloz a la sala el director huésped, quien con su complexión pequeña y rostro jovial, aparentaba incluso menos edad que la de sus 25 años.
Violonchelos, contrabajos y claves comenzaron marcando la base rítmica del Danzón No. 8, una pieza de Arturo Márquez inspirada -como ha explicado el compositor sonorense-- en los sonidos africanos y caribeños. Entraron pronto clarinetes y flautas para guiar la melodía y se unieron después las cuerdas de violines y violas. Poco a poco, se integraron al ritmo dulce del danzón los alientos metálicos y el resto de las percusiones.
Con el cuerpo ligeramente tenso, terminó Pérez Olmedo su primera pieza al frente de "una orquesta de gran tradición", como expresara el poblano en días pasados. Quizá por eso su expresión mezclada entre el nervio y la satisfacción, con la que saludó la calurosa ovación de los espectadores.
El director dejó la escena por unos minutos mientras los técnicos instalaban al frente la marimba de madera. Cuando regresó, lo hizo acompañado de Jesús Morales, el encargado de hacer sonar el instrumento de origen africano popularizado en Centroamérica.
Las primeras notas de la marimba imprimieron al instante un toque más cálido a la Hora Staccato, una pieza del compositor rumano Grigoras Dinicu, con arreglos escritos por el propio Morales para su instrumento. Las cuatro puntas en forma de esferas rojas que utilizó Don Jesús para golpear con maestría las láminas de madera, dieron cuenta del conjunto de sonidos simultáneos que es capaz de producir la marimba.
A veces acompañando y muchas otras destacando del sonido de la orquesta, el marimbista continuó en escena durante el resto de la primera mitad del concierto, en la que se escucharon Comparsa y Suite Andalucía -en tres tiempos-- ambas creaciones del compositor cubano Ernesto Lecuona, quien tuvo fuertes influencias de la música gitana del sur de España.
Algunos espectadores en el área de luneta, se pusieron de pie al final de la primera parte para aclamar sobre todo a Morales. Visiblemente emocionado, el cubano tomó la palabra para agradecer la oportunidad "de estar en una ciudad tan hermosa y tan cálida, y con la gran Orquesta Filarmónica de Jalisco".
Por la emoción del momento, pareció casi un acto espontáneo cuando todos volvieron a sus puestos para interpretar una pieza más antes del intermedio que no estaba prevista en el programa. Se trató de la enérgica Obertura de Guillermo Tell, de Rossini, con la que se despidió, ahora sí, el marimbista cubano.
La segunda mitad fue toda para la Orquesta y su joven director huésped. Primero con la familiar melodía del Bolero de Maurice Ravel; y luego con los sonidos cambiantes del Capricho Español, una pieza en cinco movimientos del ruso Nikolai Korsakov.
PARA SABER
El tercer programa de la temporada Iluminando el Silencio de la OFJ, volverá a sonar el próximo domingo en la Plaza Fundadores (a espaldas del Teatro Degollado), para dar por clausuradas las Fiestas de Octubre de Guadalajara. La cita es a las 18:00 horas y no tiene costo.
*El tercer programa de Iluminando el Silencio se escuchó la noche de este jueves en el Teatro Degollado
AGENCIA INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
Los músicos engalanados armonizaron sus instrumentos al sonido de una nota prolongada. Acto seguido ingresó veloz a la sala el director huésped, quien con su complexión pequeña y rostro jovial, aparentaba incluso menos edad que la de sus 25 años.
Violonchelos, contrabajos y claves comenzaron marcando la base rítmica del Danzón No. 8, una pieza de Arturo Márquez inspirada -como ha explicado el compositor sonorense-- en los sonidos africanos y caribeños. Entraron pronto clarinetes y flautas para guiar la melodía y se unieron después las cuerdas de violines y violas. Poco a poco, se integraron al ritmo dulce del danzón los alientos metálicos y el resto de las percusiones.
Con el cuerpo ligeramente tenso, terminó Pérez Olmedo su primera pieza al frente de "una orquesta de gran tradición", como expresara el poblano en días pasados. Quizá por eso su expresión mezclada entre el nervio y la satisfacción, con la que saludó la calurosa ovación de los espectadores.
El director dejó la escena por unos minutos mientras los técnicos instalaban al frente la marimba de madera. Cuando regresó, lo hizo acompañado de Jesús Morales, el encargado de hacer sonar el instrumento de origen africano popularizado en Centroamérica.
Las primeras notas de la marimba imprimieron al instante un toque más cálido a la Hora Staccato, una pieza del compositor rumano Grigoras Dinicu, con arreglos escritos por el propio Morales para su instrumento. Las cuatro puntas en forma de esferas rojas que utilizó Don Jesús para golpear con maestría las láminas de madera, dieron cuenta del conjunto de sonidos simultáneos que es capaz de producir la marimba.
A veces acompañando y muchas otras destacando del sonido de la orquesta, el marimbista continuó en escena durante el resto de la primera mitad del concierto, en la que se escucharon Comparsa y Suite Andalucía -en tres tiempos-- ambas creaciones del compositor cubano Ernesto Lecuona, quien tuvo fuertes influencias de la música gitana del sur de España.
Algunos espectadores en el área de luneta, se pusieron de pie al final de la primera parte para aclamar sobre todo a Morales. Visiblemente emocionado, el cubano tomó la palabra para agradecer la oportunidad "de estar en una ciudad tan hermosa y tan cálida, y con la gran Orquesta Filarmónica de Jalisco".
Por la emoción del momento, pareció casi un acto espontáneo cuando todos volvieron a sus puestos para interpretar una pieza más antes del intermedio que no estaba prevista en el programa. Se trató de la enérgica Obertura de Guillermo Tell, de Rossini, con la que se despidió, ahora sí, el marimbista cubano.
La segunda mitad fue toda para la Orquesta y su joven director huésped. Primero con la familiar melodía del Bolero de Maurice Ravel; y luego con los sonidos cambiantes del Capricho Español, una pieza en cinco movimientos del ruso Nikolai Korsakov.
PARA SABER
El tercer programa de la temporada Iluminando el Silencio de la OFJ, volverá a sonar el próximo domingo en la Plaza Fundadores (a espaldas del Teatro Degollado), para dar por clausuradas las Fiestas de Octubre de Guadalajara. La cita es a las 18:00 horas y no tiene costo.
*El tercer programa de Iluminando el Silencio se escuchó la noche de este jueves en el Teatro Degollado
AGENCIA INFORMADOR / EUGENIA COPPEL