Cultura

Margo Glantz y sus 80 años de espíritu crítico

La escritora mexicana recibe la Medalla de Oro de Bellas Artes por su aportación a las letras y cultura del país

CIUDAD DE MÉXICO.- Profesora universitaria, crítica, académica, escritora de varios géneros y de géneros indefinibles… Margo Glantz (Ciudad de México, 1930) ocupa un lugar destacado en el conjunto de las letras hispanas a sus 80 años, aniversario que es aprovechado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para rendirle homenaje. En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas de la Ciudad de México, la autora de títulos como Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador y Saña será condecorada con uno de los máximos reconocimientos culturales del país.

En ese emblemático escenario, alrededor del mediodía de este domingo, recibirá la Medalla de Oro de Bellas Artes por su sobresaliente trayectoria como narradora, investigadora y docente a lo largo de 50 años, en una ceremonia que contará con la participación de Elena Poniatowska, Joaquín Díez-Canedo, Mario Bellatín, Hernán Lara Zavala, Brian Nissen, Diego Rabasa, Sara Poot, Fernando Serrano, Karim Garay, Myriam Moscona y Margit Frenk, entre otros.

En Las genealogías, Glantz escribe sus memorias, que son en realidad los recuerdos de su familia judía, exiliada de la Rusia zarista e incorporada al vibrante quehacer del Distrito Federal en la década de los veinte del siglo XX. Nacida en México y sin adscripción religiosa, es inevitable preguntarle en qué consiste su condición de judía. “Siento -responde- que pertenezco a una tradición judía muy noble; la de Benjamin, Hannah Arendt, Joseph y Philip Roth, Kafka, Bruno Schultz, incluso Freíd y Scholem, esa judería alemana y polaca, aunque sea un poco soberbio de mi parte. Cuando veo una película de Wajda veo que los judíos dejaron un vacío impresionante en Polonia, y que yo estoy ligada a ese vacío”.

Desde pequeña siempre estuvo cerca de los libros, un interés que después sería canalizado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde es profesora emérita.

Su avidez por aprender más la llevó a incursionar en otros estudios, como Letras Hispánicas e Historia del Arte. Una sed de conocimiento que incluso hoy sigue saciando con otra de sus grandes pasiones: los viajes por diferentes regiones del mundo.

A pesar de la vasta experiencia de Glantz en el terreno cultural, considera que su andar en este campo ha sido lento. Asegura, además, que no empezó con el mismo brío, fuerza y brillantez de sus contemporáneos, como Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Juan García Ponce, Salvador Elizondo, José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis, por citar unos cuantos.

“Pertenezco al grupo de la generación de medio siglo, pero no participé directamente en sus actividades. Ellos ya tenían una vida muy activa y visible cuando yo todavía no hacía absolutamente nada. Empecé haciendo un trabajo docente que era muy noble, también como funcionaria cultural. Fue hasta 1977 cuando apareció mi primer libro de ficción, cuando tenía 47 años”.

- En ese entonces, sus contemporáneos ya eran famosos y usted no. ¿La fama es algo que le ha inquietado?

- Todos los que trabajamos en este mundo de la cultura somos narcisistas y la fama nos interesa mucho, pero no creo que a mí me haya interesado como les interesa por ejemplo a los jóvenes de ahora, que están totalmente insertos en el mercado, el cual crea una ansiedad, una angustia, una necesidad de ostentación que mi generación no tuvo. Pero sí tengo algo de narcisista, no lo niego.

- Su romance con la pluma desde hace muchas décadas lo atañe a una de sus muchas obsesiones. ¿Son tantas?

- Tengo muchas obsesiones, pero la primordial es la lectura y luego la enseñanza, cuya relación concluyen en la escritura. Cuando uno enseña las ideas empiezan a brotar y cuando uno se pone a escribir encuentran un cauce más claro.

- Otras de sus obsesiones son los temas recurrentes que aborda en sus obras, como el cuerpo, los viajes, la moda e incluso el cabello, tópicos que han llevado a algunos a clasificar de frívola su literatura. ¿Le incomoda esta visión?

- Últimamente, escritores importantes como Roland Bartres han escrito sobre temas menores que, aparentemente, son banales, pero que al mismo tiempo definen totalmente el acontecer cultural del mundo. En el caso específico del cabello, no es un asunto frívolo si se analiza dentro de la historia de la humanidad. Considero que el cabello ha determinado de manera fundamental el sentido de la cultura, de la historia. Tan sólo hay que ver a las mujeres judías o musulmanas, que son muy religiosas, que no pueden enseñar el cabello, o lo que se decía en la época medieval, que si una chica salía mostrando el cabello estaba a punto de hacer el amor, convirtiéndose en un acto muy impúdico. Y qué decir de The Beatles, quienes revolucionaron con su cabello.

- Lo que significa que a usted le ha interesado exaltar la grandeza de las cosas aparentemente simples…


- Más bien analizarlas, de que son cosas fundamentales. En el caso del cuerpo, es uno de los temas fundamentales en mi escritura tanto creativa como académica, porque además de ser un interés personal, sí tiene un peso generacional. Casi todos los escritores de mi generación se han preocupado enormemente por el cuerpo.

- ¿La elección de los temas de sus obras tiene que ver con un interés en captar un lector en específico?


- Ojalá me leyeran multitudes, pero mi escritura no es de best sellers. Mi escritura es a veces complicada, con una forma no canónica, con temas en ocasiones escabrosos que muchos tratan, pero no como lo hago yo. Mi escritura es una forma legítima de trabajar, aunque no sea popular o universal.

A sus 80 años, Margo Glantz sigue nutriendo su rico legado literario con una agenda de trabajo repleta de proyectos, entre ellos, una novela que complementará la trilogía de las obras que tienen como personaje principal a Nora García. También ha empezado a escribir un libro sobre viajes y está preparando los tomos tercero y cuarto de sus Obras reunidas en el Fondo de Cultura Económica (FCE), sello que ya publicó los volúmenes I y II de esta serie.

“Mi escritura es una forma legítima de trabajar, aunque no sea popular o universal”

Margo Glantz, escritora.


Apuntes biográficos

Margo Glantz ha obtenido las becas Guggenheim y Rockefeller, el Premio Universidad Nacional y el Premio Nacional de Literatura. Es profesora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ha sido profesora visitante en varias universidades: La Jolla, Yale, Princeton, Berkeley, Londres, Siena, Harvard, Barcelona, Buenos Aires, Viena, Río de Janeiro y Berlín. Ha publicado numerosos ensayos sobre literatura comparada y mexicana. En miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua y columnista en varios periódicos y revistas.

No pronunciarás, Naufragios, Zona de derrumbe, Animal de dos semblantes, Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador, Onda y escritura, jóvenes de 20 a 33, Doscientas ballenas azules, El día de tu boda, Bordando sobre la escritura y la cocina, La Malinche, sus padres y sus hijos y Sor Juana y sus contemporáneos son algunos de los títulos que forman parte de la extensa obra literaria de Margo Glantz.


En síntesis

QUÉ. Entrega de la Medalla de Oro de Bellas Artes
QUIÉN. Margo Glantz
CUÁNDO. Domingo 31 de enero de 2010, 12:00 horas
DÓNDE. Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

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