Cultura
La OFJ dice adiós al 2012
Dio su último concierto del año pasado en el Teatro Degollado con el director huésped, Leslie B. Dunner
GUADALAJARA, JALISCO (01/ENE/2013).- La última noche del 2012 de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) comenzó a las 20:00 horas en un Teatro Degollado casi lleno. Comenzó con el director huésped, Leslie B. Dunner, caminando distendido con la pajarita roja bien puesta y con el brío necesario para ignorar el intermedio de un concierto que culminó de un tirón y que sostuvo la atención de los asistentes de principio a fin.
Las luces que bañaban el escenario bajaron su intensidad para ver el nacimiento de Así habló Zarathrustra, breve introducción que alcanzó la concisión requerida para dar paso a la Obertura Caballería Ligera, de Suppé.
Impregnando el Degollado de un dejo musical suave y alegre, la orquesta continuó con dos temas de Johann Strauss hijo: el vals Vida de Artista y la polka Tritsch Tratsch, piezas que los asistentes recibieron con el conocimiento que da haberlas escuchado en anteriores ocasiones.
El momento lúdico llegó con el rasgueo juguetón que los dedos de los músicos generaron sobre las cuerdas de los violonchelos y los violines cuando tocaron Pizzicato Polka, de Strauss. Sin embargo, ni el Vals melancólico, de Darsins; Barcarolle, de los cuentos de Hoffman, y el vals Rosas del Sur, de Strauss, alcanzaron la respuesta que obtuvo Obertura de Orfeo, de Offenbach, que concluyó el programa de fin de año, pero no la noche, pues en tres temas "de regalo", el público se dio licencia de acompañar a los músicos con las palmas.
Leslie B. Dunner consiguió el objetivo que se planteó en la conferencia de prensa previa a las últimas presentaciones del año: la audiencia salió del Degollado con una sonrisa que recibirá el 2013.
EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
Las luces que bañaban el escenario bajaron su intensidad para ver el nacimiento de Así habló Zarathrustra, breve introducción que alcanzó la concisión requerida para dar paso a la Obertura Caballería Ligera, de Suppé.
Impregnando el Degollado de un dejo musical suave y alegre, la orquesta continuó con dos temas de Johann Strauss hijo: el vals Vida de Artista y la polka Tritsch Tratsch, piezas que los asistentes recibieron con el conocimiento que da haberlas escuchado en anteriores ocasiones.
El momento lúdico llegó con el rasgueo juguetón que los dedos de los músicos generaron sobre las cuerdas de los violonchelos y los violines cuando tocaron Pizzicato Polka, de Strauss. Sin embargo, ni el Vals melancólico, de Darsins; Barcarolle, de los cuentos de Hoffman, y el vals Rosas del Sur, de Strauss, alcanzaron la respuesta que obtuvo Obertura de Orfeo, de Offenbach, que concluyó el programa de fin de año, pero no la noche, pues en tres temas "de regalo", el público se dio licencia de acompañar a los músicos con las palmas.
Leslie B. Dunner consiguió el objetivo que se planteó en la conferencia de prensa previa a las últimas presentaciones del año: la audiencia salió del Degollado con una sonrisa que recibirá el 2013.
EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI