Cultura
Impiden más alteraciones a casa obra de Barragán
La finca, catalogada como de Valor Artístico Relevante, fue diseñada para José Arriola en 1952, por el único Premio Pritzker mexicano
GUADALAJARA, JALISCO (28/FEB/2013).- Una finca proyectada por el arquitecto Luis Barragán en Guadalajara, catalogada como Inmueble de valor artístico relevante, sufrió ayer los inicios de una aparente obra de remodelación, misma que fue clausurada por el Ayuntamiento de Zapopan por tratarse de una intervención ilegal.
El mayor daño se observa en la fachada inferior, donde el cemento fresco sugiere que se habrían intentado abrir cuatro boquetes. Desde la puerta principal, hecha de vidrio y herrería, se aprecia que al interior de la casa también se han estado haciendo intervenciones.
Los sellos de clausura que colocaron las autoridades cerca de las 17:00 horas, se ubican sobre tres grandes lonas donde se lee “Próxima Apertura”, “Para servirle a usted” y “Un excelente servicio”. Sin embargo, no hay ninguna otra información en el inmueble sobre la persona o negocio responsable por las modificaciones parciales a la finca ubicada en Avenida de las Rosas 543 (entre Tepeyac y Santa María).
Ya que se trata de una casa diseñada por el arquitecto mexicano más relevante de todos los tiempos –expresó el arquitecto y especialista en patrimonio Ignacio Gómez Arriola— “debería tener el máximo valor de protección”. Según su catalogación como inmueble de valor artístico relevante –agregó— “el nivel de intervención máximo permisible es la conservación o restauración especializada”, lo que deja fuera cualquier tipo de remodelación o demolición parcial.
Nobel de la arquitectura
La casa José Arriola Adame, de estilo funcionalista, fue construida en 1952 (una placa del proyecto La Ronda indica que es de 1957), lo que significa además que es una obra del periodo de madurez de Luis Barragán, el único arquitecto mexicano que obtuvo el premio Pritzker (1980) considerado como el Nobel de la especialidad. “Es una obra de su máximo momento creativo, y una de las pocas de ese periodo que tenemos aquí en Guadalajara”, dijo Gómez Arriola, ya que la mayoría de las fincas en la ciudad fueron hechas en los inicios de su carrera.
Para el arquitecto Juan Palomar –miembro de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán— se trata de una obra que merece respeto, así como unos dueños que la entiendan y le devuelvan su dignidad y su importancia. En su opinión, las intervenciones que se le han hecho a través de los años, aunque todavía son reversibles, se asemejan a “la posibilidad de restaurar una obra de José Clemente Orozco porque está maltratada, y en vez de eso darle brochazos y pintar algo encima”.
Gómez Arriola confirmó que el inmueble ha sido sujeto de varias modificaciones. Uno de las más importantes fue la pérdida de una parte de la casa original –probablemente por una cuestión de herencia— aunque permaneció la sección mayoritaria.
“Sin embargo, aún se perciben los elementos fundamentales de la arquitectura de Barragán”, expresó Gómez Arriola, tal como la ventana elevada en la fachada que fue parte de la biblioteca de la casa, y en general “el planteamiento espacial de Barragán que se percibe en el acceso y en las partes interiores”.
Recordó Gómez Arriola que en el año 2000, cuando ocupaba el puesto de director de patrimonio de la Secretaría de Cultura, también hubo intentos de modificaciones al inmueble de la colonia Chapalita. Después de ser ocupada por la televisora TV Azteca, los dueños del restaurante Puerto Banús empezaron a construir unos arcos tanto al interior como al exterior de la finca.
“Hicimos la suspensión y nos ayudó el INBA, que en ese entonces estaba dirigido por Maya Dávalos. Incluso vino a Guadalajara, se emitieron recomendaciones y logramos que se retiraran partes de los elementos que se habían añadido para que se mantuviera el espíritu de la casa”.
Sobre aquél momento, una nota publicada por el diario Mural el 26 de julio de 2000, señala: “Con el libro Obra Completa de Barragán en mano, el arquitecto promotor de la remodelación actual, Oscar G. Muñoz”, dijo que oficialmente “esta finca no existe, porque en el texto se señala que está demolida.
“La casa ha sufrido cuatro remodelaciones, la última fue la de TV Azteca, además, Barragán nunca la reconoció, porque el propietario le hizo muchas añadiduras”, citó el diario. Y agregó que “según información recabada, los planos con fecha del 27 de agosto de 1952 solamente están firmados por los ingenieros González Luna y González Rojo, con el nombre de la propietaria Graciela W. de Arriola.”.
“Es necesario restituir los daños”
El arquitecto Carlos Sánchez Sahagún, presidente de la asociación de colonos de Chapalita, señaló que la mañana del miércoles intentó reportar el hecho al todavía director de patrimonio de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Modesto Aceves Ascencio.
Sin embargo, Sánchez Sahagún fue informado que éste ya no estaba en funciones ya que acababa de hacer entrega de la administración.
La que sí estuvo al tanto de los hechos fue la jefa de Departamentos Especiales en patrimonio Históricos de Zapopan, Claudia Macías, quien explicó en un primer momento que ya se había iniciado el trámite pertinente de la entrega de un apercibimiento, y al poco tiempo confirmó la clausura de las obras debido a la ausencia de una licencia de intervención.
Según la funcionaria, el siguiente paso es que los responsables acudan a su oficina para hacer una adaptación controlada del proyecto, “llevando un orden y sin destruir los elementos de valor”.
Ignacio Gómez Arriola expresó además, que es necesario restituir los daños para dejar al inmueble en su estado previo. “Tendría que haber todo el cuidado de la administración estatal y municipal para que lo que pretendan hacer sea una obra de conservación especializada como establece el reglamento”.
PARA SABER
De élite
Entre las obras del arquitecto tapatío Luis Barragán (1902-1988) ubicadas en Guadalajara, destacan la Casa de Efraín González Luna (hoy Casa ITESO Clavigero) y la Casa Cristo (Pedro Moreno entre Marsella y General San Martín). La Casa Estudio Luis Barragán, ubicada en la Ciudad de México, construida en 1948, fue incluida por la UNESCO, en 2004, en la lista de Patrimonio Mundial.
El mayor daño se observa en la fachada inferior, donde el cemento fresco sugiere que se habrían intentado abrir cuatro boquetes. Desde la puerta principal, hecha de vidrio y herrería, se aprecia que al interior de la casa también se han estado haciendo intervenciones.
Los sellos de clausura que colocaron las autoridades cerca de las 17:00 horas, se ubican sobre tres grandes lonas donde se lee “Próxima Apertura”, “Para servirle a usted” y “Un excelente servicio”. Sin embargo, no hay ninguna otra información en el inmueble sobre la persona o negocio responsable por las modificaciones parciales a la finca ubicada en Avenida de las Rosas 543 (entre Tepeyac y Santa María).
Ya que se trata de una casa diseñada por el arquitecto mexicano más relevante de todos los tiempos –expresó el arquitecto y especialista en patrimonio Ignacio Gómez Arriola— “debería tener el máximo valor de protección”. Según su catalogación como inmueble de valor artístico relevante –agregó— “el nivel de intervención máximo permisible es la conservación o restauración especializada”, lo que deja fuera cualquier tipo de remodelación o demolición parcial.
Nobel de la arquitectura
La casa José Arriola Adame, de estilo funcionalista, fue construida en 1952 (una placa del proyecto La Ronda indica que es de 1957), lo que significa además que es una obra del periodo de madurez de Luis Barragán, el único arquitecto mexicano que obtuvo el premio Pritzker (1980) considerado como el Nobel de la especialidad. “Es una obra de su máximo momento creativo, y una de las pocas de ese periodo que tenemos aquí en Guadalajara”, dijo Gómez Arriola, ya que la mayoría de las fincas en la ciudad fueron hechas en los inicios de su carrera.
Para el arquitecto Juan Palomar –miembro de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán— se trata de una obra que merece respeto, así como unos dueños que la entiendan y le devuelvan su dignidad y su importancia. En su opinión, las intervenciones que se le han hecho a través de los años, aunque todavía son reversibles, se asemejan a “la posibilidad de restaurar una obra de José Clemente Orozco porque está maltratada, y en vez de eso darle brochazos y pintar algo encima”.
Gómez Arriola confirmó que el inmueble ha sido sujeto de varias modificaciones. Uno de las más importantes fue la pérdida de una parte de la casa original –probablemente por una cuestión de herencia— aunque permaneció la sección mayoritaria.
“Sin embargo, aún se perciben los elementos fundamentales de la arquitectura de Barragán”, expresó Gómez Arriola, tal como la ventana elevada en la fachada que fue parte de la biblioteca de la casa, y en general “el planteamiento espacial de Barragán que se percibe en el acceso y en las partes interiores”.
Recordó Gómez Arriola que en el año 2000, cuando ocupaba el puesto de director de patrimonio de la Secretaría de Cultura, también hubo intentos de modificaciones al inmueble de la colonia Chapalita. Después de ser ocupada por la televisora TV Azteca, los dueños del restaurante Puerto Banús empezaron a construir unos arcos tanto al interior como al exterior de la finca.
“Hicimos la suspensión y nos ayudó el INBA, que en ese entonces estaba dirigido por Maya Dávalos. Incluso vino a Guadalajara, se emitieron recomendaciones y logramos que se retiraran partes de los elementos que se habían añadido para que se mantuviera el espíritu de la casa”.
Sobre aquél momento, una nota publicada por el diario Mural el 26 de julio de 2000, señala: “Con el libro Obra Completa de Barragán en mano, el arquitecto promotor de la remodelación actual, Oscar G. Muñoz”, dijo que oficialmente “esta finca no existe, porque en el texto se señala que está demolida.
“La casa ha sufrido cuatro remodelaciones, la última fue la de TV Azteca, además, Barragán nunca la reconoció, porque el propietario le hizo muchas añadiduras”, citó el diario. Y agregó que “según información recabada, los planos con fecha del 27 de agosto de 1952 solamente están firmados por los ingenieros González Luna y González Rojo, con el nombre de la propietaria Graciela W. de Arriola.”.
“Es necesario restituir los daños”
El arquitecto Carlos Sánchez Sahagún, presidente de la asociación de colonos de Chapalita, señaló que la mañana del miércoles intentó reportar el hecho al todavía director de patrimonio de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Modesto Aceves Ascencio.
Sin embargo, Sánchez Sahagún fue informado que éste ya no estaba en funciones ya que acababa de hacer entrega de la administración.
La que sí estuvo al tanto de los hechos fue la jefa de Departamentos Especiales en patrimonio Históricos de Zapopan, Claudia Macías, quien explicó en un primer momento que ya se había iniciado el trámite pertinente de la entrega de un apercibimiento, y al poco tiempo confirmó la clausura de las obras debido a la ausencia de una licencia de intervención.
Según la funcionaria, el siguiente paso es que los responsables acudan a su oficina para hacer una adaptación controlada del proyecto, “llevando un orden y sin destruir los elementos de valor”.
Ignacio Gómez Arriola expresó además, que es necesario restituir los daños para dejar al inmueble en su estado previo. “Tendría que haber todo el cuidado de la administración estatal y municipal para que lo que pretendan hacer sea una obra de conservación especializada como establece el reglamento”.
PARA SABER
De élite
Entre las obras del arquitecto tapatío Luis Barragán (1902-1988) ubicadas en Guadalajara, destacan la Casa de Efraín González Luna (hoy Casa ITESO Clavigero) y la Casa Cristo (Pedro Moreno entre Marsella y General San Martín). La Casa Estudio Luis Barragán, ubicada en la Ciudad de México, construida en 1948, fue incluida por la UNESCO, en 2004, en la lista de Patrimonio Mundial.