Cultura
Hallado el libreto de una ópera de marionetas de Haydn
El libreto de la ópera de marionetas de Joseph Haydn Der Hexenschabbas, considerado perdido desde el siglo XVIII, fue descubierto
WEIMAR,ALEMANIA.- El libreto de la ópera de marionetas de Joseph Haydn Der Hexenschabbas, considerado perdido desde el siglo XVIII, fue descubierto en la Biblioteca Anna Amalia, ha dado a conocer la Fundación Clásica de Weimar.
El cuaderno anónimo, encontrado durante las labores de catalogación de los fondos de la biblioteca, es “con una alta probabilidad” el liberto perdido de la ópera de marionetas que Haydn compuso en 1773 para el teatro del príncipe húngaro Esterhazy y cuya partitura también se da por desaparecida. “Todo indica que se trata de un ejemplar original”, afirmó el director de la biblioteca, Michael Knoche, quien agregó que “se encuentra bien conservado”.
El libreto no fue escrito por Haydn (1732-1809) sino por Josef Karl von Pauersbach, que dirigió el teatro de marionetas del príncipe. El cuaderno se compone de 10 páginas y carece de fecha de publicación. Knoche explicó que se estima que se imprimieron entre 200 y 300 ejemplares del libreto, pero añadió que no se conserva ninguno de ellos.
Para la Fundación Clásica de Weimar, el descubrimiento del libreto de Der Hexenschabbas es una “contribución inesperada” a las celebraciones con motivo del 200 aniversario de la muerte de Haydn, que se conmemora este año.
Desde hace tres años se está catalogando de nuevo la biblioteca al completo, que quedó prácticamente devastada en un incendio declarado en 2004.
Compositor prolífico
Nacido en el seno de una familia muy humilde, Haydn tuvo que ponerse al servicio de varios aristócratas para los que componía e interpretaba. Así, trabajó para Fürnberg, von Morzin y el príncipe Esterházy, con quien pasó gran parte de su vida a su servicio. En esta etapa compuso gran cantidad de obras y obtuvo un gran reconocimiento internacional, pese a no abandonar nunca los muros del castillo. En 1790 abandonó su cargo como maestro de capilla y recorrió las más importantes capitales de Europa, estableciéndose en Viena.
Su llegada a la capital austriaca coincidió con la llegada de Napoleón y el apogeo de Beethoven, seguidor suyo.
Su obra es amplia en cantidad y calidad. Crea más de 100 sinfonías, otros tantos cuartetos, tríos y sonatas. Su estilo es elegante, cortesano, armónico y popular, aunque en ningún modo superficial.
Destaca en la composición de música religiosa, en la que plasma su espiritualidad (misas, Stabat Mater, Las Siete Palabras). Su música profana es igualmente valiosa, dominando la armonía de voces e instrumentación y dando como resultado composiciones serenas, grandes y elegantes. Las Estaciones y La Creación son dos de sus mejores obras. Compuso también música para teatro y canciones.
El cuaderno anónimo, encontrado durante las labores de catalogación de los fondos de la biblioteca, es “con una alta probabilidad” el liberto perdido de la ópera de marionetas que Haydn compuso en 1773 para el teatro del príncipe húngaro Esterhazy y cuya partitura también se da por desaparecida. “Todo indica que se trata de un ejemplar original”, afirmó el director de la biblioteca, Michael Knoche, quien agregó que “se encuentra bien conservado”.
El libreto no fue escrito por Haydn (1732-1809) sino por Josef Karl von Pauersbach, que dirigió el teatro de marionetas del príncipe. El cuaderno se compone de 10 páginas y carece de fecha de publicación. Knoche explicó que se estima que se imprimieron entre 200 y 300 ejemplares del libreto, pero añadió que no se conserva ninguno de ellos.
Para la Fundación Clásica de Weimar, el descubrimiento del libreto de Der Hexenschabbas es una “contribución inesperada” a las celebraciones con motivo del 200 aniversario de la muerte de Haydn, que se conmemora este año.
Desde hace tres años se está catalogando de nuevo la biblioteca al completo, que quedó prácticamente devastada en un incendio declarado en 2004.
Compositor prolífico
Nacido en el seno de una familia muy humilde, Haydn tuvo que ponerse al servicio de varios aristócratas para los que componía e interpretaba. Así, trabajó para Fürnberg, von Morzin y el príncipe Esterházy, con quien pasó gran parte de su vida a su servicio. En esta etapa compuso gran cantidad de obras y obtuvo un gran reconocimiento internacional, pese a no abandonar nunca los muros del castillo. En 1790 abandonó su cargo como maestro de capilla y recorrió las más importantes capitales de Europa, estableciéndose en Viena.
Su llegada a la capital austriaca coincidió con la llegada de Napoleón y el apogeo de Beethoven, seguidor suyo.
Su obra es amplia en cantidad y calidad. Crea más de 100 sinfonías, otros tantos cuartetos, tríos y sonatas. Su estilo es elegante, cortesano, armónico y popular, aunque en ningún modo superficial.
Destaca en la composición de música religiosa, en la que plasma su espiritualidad (misas, Stabat Mater, Las Siete Palabras). Su música profana es igualmente valiosa, dominando la armonía de voces e instrumentación y dando como resultado composiciones serenas, grandes y elegantes. Las Estaciones y La Creación son dos de sus mejores obras. Compuso también música para teatro y canciones.