Cultura
El arte que los atentados legaron
Los artistas hispanoamericanos en esa ciudad revelan cómo ha cambiado la cultura de la Gran Manzana tras los ataques a las Torres Gemelas
NUEVA YORK, EU. (30/AGO/2011).- Tienen sangre y raíces latinas aunque muchos de ellos llevan varios lustros viviendo en Estados Unidos y han sentido en carne propia la transformación de la ciudad de los rascacielos tras los ataques del 11 de septiembre.
Son artistas que, desde sus trincheras, le toman el pulso y se nutren de la jugosa Gran Manzana. Este es un sondeo con ellos acerca de cómo es la cultura de Nueva York una década después de la tragedia.
Lizbeth Ortiz, pintora mexicana:
“El arte me salvó la vida”
Lizbeth nació en México, D.F. se crió en Houston y se convirtió en adulta en Nueva York. Nunca imaginó que la cita que canceló un día antes para presentar su portafolio el 11 de septiembre, a las 9 horas, en las Torres Gemelas, le salvaría la vida, “no me sentía segura de lo que tenía listo y preferí posponerla. A las 9:30 me despertó mi roommate con la noticia de lo que estaba pasando. Siempre he creído que el arte es mi salvación, pero ese día lo confirmé”, cuenta la artista que vive en Houston y administra la Galería East End Studio Gallery en donde monta 24 exposiciones anuales.
Según Lizbeth, tras los atentados, la gente tuvo una gran sacudida de conciencia, “antes la vida era muy superficial y de alguna manera éramos muy ingenuos pues pensábamos que algo así jamás podría pasar en Estados Unidos. De la noche a la mañana los neoyorquinos se volvieron más humanos, la gente dejaba agua y comida en sus puertas para que los que estaban caminando pudieran tomarlos. La forma en que la gente veía y reaccionaba a las cosas no era la misma. Tampoco el cómo se hacía el arte”, contó la artista y aseguró que 10 años después lo que más se busca es la conciliación, “la encontré en mi arte y en la vuelta a mis raíces. Después de ocho años de ese fatídico día, llevé una muestra al Café del Artista de Manhattan. Allí monté mi primer altar público de Día de Muertos en honor a las víctimas de las Torres”. Cada año, en el Día de Muertos, retoma la exposición y anima a la comunidad a hacer su altar.
Alejandra Gaxiola, docente del MET:
“Las exposiciones son más oscuras y melancólicas”
Ese poder terapéutico del arte, es precisamente del que habla la mexicana Alejandra Gaxiola, docente del Museo de Arte Metropolitano de la ciudad de Nueva York. Desde ahí, ha tenido oportunidad de estar en contacto con la comunidad artística de la metrópoli. “El arte sirve para muchos propósitos. A partir del 11/9 quizá ninguno de ellos ha sido más importante que su valor terapéutico. A raíz de los ataques, muchos artistas encontraron que las condiciones que daban por hecho habían cambiado. Muchos de los insumos para crear su trabajo habían adquirido una dimensión diferente. “La adversidad no produce gran arte, pero el anhelo de cambio sí. No hay duda de que el estado de ánimo hoy es mucho más oscuro que hace 10 años. La generación de artistas que figuraron en 2004, 2005 y 2006 en las bienales del Museo Whitney, o en las exposiciones temporales del MoMA, son más melancólicas y contemplativas, es una postura diferente”, asegura la docente.
Robert MacKenzie, artista:
“Nadie habla del tema, pero es algo que siempre está ahí”
Es un artista americano de padres salvadoreños que ha trabajado para estudios como Lucasfilm, DreamWorks y Fox Entertainment. Entre los personajes que ha creado se encuentra la famosa ardilla de Ice Age. Una década después de los ataques, sigue preguntándose cómo es que una ciudad tan compleja como Nueva York ha elaborado el duelo de los atentados, “en mi trabajo personal como artista, lo que más me interesa es examinar cómo es que los seres humanos nos relacionamos y vivimos en una ciudad con una cultura tan vibrante. Y, aunque el 11/9 indudablemente cambió el paisaje físico y cultural, sigue siendo complicado poder comprender su impacto total”.
“En todo este tiempo, casi nunca he escuchado hablar a un New Yorker acerca del 11S. La mayoría de las personas ha decidido pasar página al acontecimiento y para otras es demasiado doloroso ponerle palabras a lo vivido”, asegura aunque cree que el impacto está vivo: “pueden pasar seis meses o un año sin que el 11/9 salga en una conversación, pero el espectro de la tragedia está siempre ahí. Hay heridas que no han podido cerrarse”.
Ernesto Camacho, artista:
“Las pinturas de algún u otro modo siguen reflejando el dolor”
Es neoyorquino de padre mexicano y madre boricua, creció en el Bronx en donde descubrió que la pintura era su vida. Para Camacho, “el dolor del 11/9 se sigue reflejando en las pinturas. También creo que la gente se ha acercado al arte como un camino de curación. Un ejemplo es la exposición “The Healing Power of Art” (El poder curativo del arte) que Renee Philips, fundador de “Manhattan Arts International”, en octubre de 2010.
A Camacho las imágenes de ese día lo tocaron profundamente, “fue algo que despertó mi conciencia de la humanidad. Por ello es que desarrollé una serie de pinturas tituladas “Diaries of a City” (Diarios de una ciudad) en las que plasmo las experiencias que he tenido a lo largo de mi vida como un niño que ha crecido en Nueva York”, explica el artista ganador del concurso “El Reto Kahlo”, organizado por la cerveza Bohemia para su empaque de edición limitada inspirado en Frida Kahlo.
Mariana Carreño, dramaturga mexicana:
“Cada vez más obras teatrales enfrentan los ataques”
Para Mariana la respuesta más corta al cambio cultural en Nueva York desde los atentados es que hay menos dinero: “Después de los ataques las prioridades de las agencias del gobierno y de patrocinadores privados cambiaron. La recesión tampoco ha ayudado. En industrias como Broadway o museos, que dependen del turismo, el golpe fue tremendo. Pero también los teatros pequeños, los centros culturales y las compañías independientes han sido afectados por la falta de fondos”.
Encuentra también que “a pesar de que NY fue directamente afectada por los ataques, no creo que la ciudad esté tan polarizada culturalmente como el resto del país. Se nota una tendencia a producir obras más comerciales, inofensivas, incapaces de ofender hasta al religioso más recalcitrante de Utah. Pero también ha habido esfuerzos para enfrentar los ataques y sus consecuencias por medio del teatro, es el caso de obras como Homebody/Kabul, de Tony Kushner, o Bengal Tiger at the Baghdad Zoo, de Rajiv Joseph, dice Carreño.
Ernesto De Villa Bejjani, actor, director y dramaturgo:
“Se está hablando más español”
El mexicano Ernesto De Villa Bejjani ha sentido que a raíz del 11/9 las oportunidades sobre las tablas crecieron, sobre todo para los latinos, “desde hace 45 años en Nueva York existe un número considerable de compañías teatrales que trabajan sólo en español y han abierto camino a las compañías más jóvenes. Entre ellas se encuentran Repertorio Español, Puerto Rican Traveller Theater, el teatro Pregones, etc. Todas estas compañías han tenido grandes beneficios después del 11 de septiembre, pues a partir de los atentados surgieron fundaciones dedicadas a la reconstrucción de la Zona Cero que otorgaron apoyos financieros o de infraestructura a organizaciones artísticas para regresar el movimiento cultural al bajo Manhattan”, explica el artista que dirige su compañía teatral “88 Performing Arts, Theatrical Compañy New York”.
“Desde el 11 de septiembre el interés por aprender español se ha sentido mucho más y hoy se refleja en la vida cotidiana con un auge de estaciones de radio, programas de televisión, comerciales, diarios y publicidad”, explica.
Adriana Rostovsky, artista uruguaya:
“Aún percibo la herida abierta”
Para Adriana, Nueva York sigue siendo uno de los centros culturales más diversos del mundo, “todos caminamos por la misma trama, cada uno con su carga. La convivencia de lo primero con lo segundo es tan fuerte que se ha tejido entre los árboles de la selva de cemento una trama de contexto complejo y multiforme de emociones encontradas. Sobrevuela una doble brisa en donde se cruzan vientos de euforia y alegría con miedos y paranoias, donde se mezclan los perfumes y los olores, los sonidos y los ruidos”. Afirma que el 11/9 es un suceso relativamente reciente como para que el cambio cultural tome forma: “el cambio aún se sigue gestando desde las entrañas del newyorker y por eso dónde más activo lo noto es en el colectivo popular con manifestaciones en el espacio público, más que en los medios culturales tradicionales”.
Son artistas que, desde sus trincheras, le toman el pulso y se nutren de la jugosa Gran Manzana. Este es un sondeo con ellos acerca de cómo es la cultura de Nueva York una década después de la tragedia.
Lizbeth Ortiz, pintora mexicana:
“El arte me salvó la vida”
Lizbeth nació en México, D.F. se crió en Houston y se convirtió en adulta en Nueva York. Nunca imaginó que la cita que canceló un día antes para presentar su portafolio el 11 de septiembre, a las 9 horas, en las Torres Gemelas, le salvaría la vida, “no me sentía segura de lo que tenía listo y preferí posponerla. A las 9:30 me despertó mi roommate con la noticia de lo que estaba pasando. Siempre he creído que el arte es mi salvación, pero ese día lo confirmé”, cuenta la artista que vive en Houston y administra la Galería East End Studio Gallery en donde monta 24 exposiciones anuales.
Según Lizbeth, tras los atentados, la gente tuvo una gran sacudida de conciencia, “antes la vida era muy superficial y de alguna manera éramos muy ingenuos pues pensábamos que algo así jamás podría pasar en Estados Unidos. De la noche a la mañana los neoyorquinos se volvieron más humanos, la gente dejaba agua y comida en sus puertas para que los que estaban caminando pudieran tomarlos. La forma en que la gente veía y reaccionaba a las cosas no era la misma. Tampoco el cómo se hacía el arte”, contó la artista y aseguró que 10 años después lo que más se busca es la conciliación, “la encontré en mi arte y en la vuelta a mis raíces. Después de ocho años de ese fatídico día, llevé una muestra al Café del Artista de Manhattan. Allí monté mi primer altar público de Día de Muertos en honor a las víctimas de las Torres”. Cada año, en el Día de Muertos, retoma la exposición y anima a la comunidad a hacer su altar.
"LOOKING UP PAPER". Creacción de Lizbeth Ortiz. Foto: ESPECIAL
Alejandra Gaxiola, docente del MET:
“Las exposiciones son más oscuras y melancólicas”
Ese poder terapéutico del arte, es precisamente del que habla la mexicana Alejandra Gaxiola, docente del Museo de Arte Metropolitano de la ciudad de Nueva York. Desde ahí, ha tenido oportunidad de estar en contacto con la comunidad artística de la metrópoli. “El arte sirve para muchos propósitos. A partir del 11/9 quizá ninguno de ellos ha sido más importante que su valor terapéutico. A raíz de los ataques, muchos artistas encontraron que las condiciones que daban por hecho habían cambiado. Muchos de los insumos para crear su trabajo habían adquirido una dimensión diferente. “La adversidad no produce gran arte, pero el anhelo de cambio sí. No hay duda de que el estado de ánimo hoy es mucho más oscuro que hace 10 años. La generación de artistas que figuraron en 2004, 2005 y 2006 en las bienales del Museo Whitney, o en las exposiciones temporales del MoMA, son más melancólicas y contemplativas, es una postura diferente”, asegura la docente.
Robert MacKenzie, artista:
“Nadie habla del tema, pero es algo que siempre está ahí”
Es un artista americano de padres salvadoreños que ha trabajado para estudios como Lucasfilm, DreamWorks y Fox Entertainment. Entre los personajes que ha creado se encuentra la famosa ardilla de Ice Age. Una década después de los ataques, sigue preguntándose cómo es que una ciudad tan compleja como Nueva York ha elaborado el duelo de los atentados, “en mi trabajo personal como artista, lo que más me interesa es examinar cómo es que los seres humanos nos relacionamos y vivimos en una ciudad con una cultura tan vibrante. Y, aunque el 11/9 indudablemente cambió el paisaje físico y cultural, sigue siendo complicado poder comprender su impacto total”.
“En todo este tiempo, casi nunca he escuchado hablar a un New Yorker acerca del 11S. La mayoría de las personas ha decidido pasar página al acontecimiento y para otras es demasiado doloroso ponerle palabras a lo vivido”, asegura aunque cree que el impacto está vivo: “pueden pasar seis meses o un año sin que el 11/9 salga en una conversación, pero el espectro de la tragedia está siempre ahí. Hay heridas que no han podido cerrarse”.
"La mayoría de las personas ha decidido pasar página al acontecimiento y para otras es demasiado doloroso ponerle palabras a lo vivido", Robert MacKenzie, artista
Ernesto Camacho, artista:
“Las pinturas de algún u otro modo siguen reflejando el dolor”
Es neoyorquino de padre mexicano y madre boricua, creció en el Bronx en donde descubrió que la pintura era su vida. Para Camacho, “el dolor del 11/9 se sigue reflejando en las pinturas. También creo que la gente se ha acercado al arte como un camino de curación. Un ejemplo es la exposición “The Healing Power of Art” (El poder curativo del arte) que Renee Philips, fundador de “Manhattan Arts International”, en octubre de 2010.
A Camacho las imágenes de ese día lo tocaron profundamente, “fue algo que despertó mi conciencia de la humanidad. Por ello es que desarrollé una serie de pinturas tituladas “Diaries of a City” (Diarios de una ciudad) en las que plasmo las experiencias que he tenido a lo largo de mi vida como un niño que ha crecido en Nueva York”, explica el artista ganador del concurso “El Reto Kahlo”, organizado por la cerveza Bohemia para su empaque de edición limitada inspirado en Frida Kahlo.
"PIANO MAN". Pintura del artista neoyorkino Ernesto Camacho. Foto: ESPECIAL
Mariana Carreño, dramaturga mexicana:
“Cada vez más obras teatrales enfrentan los ataques”
Para Mariana la respuesta más corta al cambio cultural en Nueva York desde los atentados es que hay menos dinero: “Después de los ataques las prioridades de las agencias del gobierno y de patrocinadores privados cambiaron. La recesión tampoco ha ayudado. En industrias como Broadway o museos, que dependen del turismo, el golpe fue tremendo. Pero también los teatros pequeños, los centros culturales y las compañías independientes han sido afectados por la falta de fondos”.
Encuentra también que “a pesar de que NY fue directamente afectada por los ataques, no creo que la ciudad esté tan polarizada culturalmente como el resto del país. Se nota una tendencia a producir obras más comerciales, inofensivas, incapaces de ofender hasta al religioso más recalcitrante de Utah. Pero también ha habido esfuerzos para enfrentar los ataques y sus consecuencias por medio del teatro, es el caso de obras como Homebody/Kabul, de Tony Kushner, o Bengal Tiger at the Baghdad Zoo, de Rajiv Joseph, dice Carreño.
Ernesto De Villa Bejjani, actor, director y dramaturgo:
“Se está hablando más español”
El mexicano Ernesto De Villa Bejjani ha sentido que a raíz del 11/9 las oportunidades sobre las tablas crecieron, sobre todo para los latinos, “desde hace 45 años en Nueva York existe un número considerable de compañías teatrales que trabajan sólo en español y han abierto camino a las compañías más jóvenes. Entre ellas se encuentran Repertorio Español, Puerto Rican Traveller Theater, el teatro Pregones, etc. Todas estas compañías han tenido grandes beneficios después del 11 de septiembre, pues a partir de los atentados surgieron fundaciones dedicadas a la reconstrucción de la Zona Cero que otorgaron apoyos financieros o de infraestructura a organizaciones artísticas para regresar el movimiento cultural al bajo Manhattan”, explica el artista que dirige su compañía teatral “88 Performing Arts, Theatrical Compañy New York”.
“Desde el 11 de septiembre el interés por aprender español se ha sentido mucho más y hoy se refleja en la vida cotidiana con un auge de estaciones de radio, programas de televisión, comerciales, diarios y publicidad”, explica.
Adriana Rostovsky, artista uruguaya:
“Aún percibo la herida abierta”
Para Adriana, Nueva York sigue siendo uno de los centros culturales más diversos del mundo, “todos caminamos por la misma trama, cada uno con su carga. La convivencia de lo primero con lo segundo es tan fuerte que se ha tejido entre los árboles de la selva de cemento una trama de contexto complejo y multiforme de emociones encontradas. Sobrevuela una doble brisa en donde se cruzan vientos de euforia y alegría con miedos y paranoias, donde se mezclan los perfumes y los olores, los sonidos y los ruidos”. Afirma que el 11/9 es un suceso relativamente reciente como para que el cambio cultural tome forma: “el cambio aún se sigue gestando desde las entrañas del newyorker y por eso dónde más activo lo noto es en el colectivo popular con manifestaciones en el espacio público, más que en los medios culturales tradicionales”.
OBRA DE ADRIANA ROSTROVSKY. Creadora uruguaya. Foto: ESPECIAL