Cultura

Cuestionan programación de Bellas Artes

Después de la remodelación, sólo tres producciones han utilizado todas las capacidades del nuevo equipamiento

CIUDAD DE MÉXICO (05/SEP/2011).- La programación de la Sala Principal del Palacio Nacional de Bellas Artes se debate entre la excelencia y la mediocridad. Las reglas y los criterios de los programadores no son claras, la cuestionable planeación de los eventos da pie a la improvisación, a la cancelación de títulos y a la tardía calendarización de actividades.

Además, a 10 meses de su reapertura, tras casi dos años de permanecer cerrada por los trabajos de remodelación, sólo tres producciones han utilizado todas las capacidades del nuevo equipamiento.  Esta es la percepción que la crítica tiene de la oferta cultural del máximo recinto artístico. El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) se defiende y asegura que está “tratando” de darle un perfil con un alto nivel artístico.

El Programa de Trabajo 2007-2012 estipula que la dependencia encabezada por Teresa Vicencio debe dirigir sus esfuerzos a diseñar un programa que ostente “el sello de la mayor exigencia”.

Para los críticos, el esfuerzo no ha sido suficiente. “No hay una programación que sea capaz de llenar el recinto por lo menos dos o tres veces por semana. De nada ha servido que hayan gastado tanto (en la remodelación) si no lo saben usar, está subutilizado y ante la ignorancia mayúscula de poder ofrecer una propuesta variada y rica, acaban presentando la primera kermés escolar que les ofrecen”, explicó el crítico musical, Lázaro Azar.

Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del INBA, explicó que uno de los objetivos de la dependencia es planear galas, recitales o incluso títulos, si las agendas lo permiten, con algunos de los cantantes y bailarines mexicanos que están triunfando en el extranjero, y aseguró que el proyecto inició con el concierto que ofreció hace unas semanas el tenor Javier Camarena, quien el 1 de octubre debutará en el Met de Nueva York.

Para los críticos de música y ópera, así como par a las especialistas en danza, Margarita Tortajada y Columba Moya, uno de los grandes problemas es que los funcionarios no explican por qué se elige un título y no otro, por qué una compañía queda fuera o debe esperar mucho tiempo para tener una fecha, así, o por qué se anuncian títulos como Nabucco, pero se cancelan sin ninguna explicación. Todo queda a discreción.

Sergio Ramírez explica que para 2011, en la agenda internacional se invirtieron unos 20 millones de pesos, mientras que en lo nacional se destinaron “entre 40 y 50 más”. Hasta ahora, afirma, la programación ha sido “bien recibida”, pero reconoce que tras dos años cerrado, el Palacio se “enfrió” y la afluencia de público ronda el 70%. Según el funcionario, la cartelera de 2012 está resuelta, incluso “un poquito” de 2013.

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