PARTE 1 DE 4Fortaleza fundamental de EL INFORMADOR, que le ha permitido alcanzar con éxito 100 años de historia, es que como empresa editorial nunca ha cambiado de dueños; siempre ha sido la familia Álvarez del Castillo la que lo ha administrado desde su fundación.Esta es la enorme ventaja que representa el dueño único en el periodismo porque los periódicos con mando dividido se acaban.Cada uno de sus directores, incluyendo al actual, Juan Carlos, tuvo la edad promedio de los habitantes de Guadalajara al asumir responsabilidades en la empresa, y cada uno de ellos hablando el idioma de la ciudad, pero claro, cada quien con su tinte personal.Y algo también determinante en la aceptación que este medio ha tenido en la sociedad tapatía y jalisciense es que sus cuatro directores se han destacado, sin interrupción alguna, por su conocimiento de los valores y tradiciones de Guadalajara y de su gente. Entienden y aman a su tierra, son de aquí, lo que permite al periódico ser y haber sido fiel espejo de la sociedad a la que sirve.De ahí que nadie le regatea el mérito de ser un periódico con profundas raíces tapatías, que además ha sabido adaptarse a las diferentes etapas de desarrollo económico y social de la ciudad, apoyado siempre en sus inalterables principios de línea editorial, sin descuidar, claro está, los retos de cambios tecnológicos que exige cada época para mantenerse en el gusto de sus lectores y anunciantes.Tal ha sido, sucesivamente, el mérito de don Jesús Álvarez del Castillo Velasco, su fundador; de don Jorge Álvarez del Castillo Zuloaga, sucesor de don Jesús; de don Carlos Álvarez del Castillo Gregory, a quien corresponde el nada sencillo reto de adaptar este periódico a la era digital, y actualmente de su hijo, el joven Juan Carlos Álvarez del Castillo Barragán. Este artículo forma parte de la edición conmemorativa de los 100 Años de EL INFORMADOR. El resto de los contenidos especiales están disponibles en ESTE ESPACIO y también puedes consultar la versión hojeable digital PULSA AQUÍ.