Ubicado al sur de Nayarit, al pie del imponente volcán activo, se encuentra Jala, el primer Pueblo Mágico del Estado. Rodeado por cerros, peñascos y un entorno que en temporada de lluvias se pinta de un verde vibrante, este rincón es una joya auténtica de México.Con su arquitectura de casas de adobe, techos de teja y calles empedradas, Jala es la viva imagen de un pueblo típico mexicano, donde la historia, la naturaleza y la espiritualidad se entrelazan para ofrecer una experiencia inolvidable.Llegar a Jala es posible desde Tepic -ya sea por la autopista Tepic-Guadalajara o la carretera federal libre- es el inicio de una travesía hacia la belleza y la tranquilidad.Este lugar te encantará desde el trayecto, ya que podrás observar formaciones de piedra volcánica que recuerdan la última erupción del volcán Ceboruco, en 1870, cuando la lava formó un paisaje casi extraterrestre que hoy atrae a senderistas y exploradores de todo el mundo.El volcán no sólo ha marcado el terreno, también ha influido en la vida cultural y espiritual del pueblo ya que en la cima de este coloso natural se ofrecen actividades como yoga, meditación y limpias tradicionales, guiadas por curanderos locales, quienes conectan a los visitantes con la energía ancestral de este entorno mágico.En la cima, disfrutarás de un ambiente natural e inigualable, a través de la experiencia de yoga y meditación. Es el lugar ideal para desconectarte de la rutina y regresar completamente renovado, con energías positivas y una sensación de paz difícil de encontrar en otros destinos.Rodeado de un paisaje volcánico que parece un paisaje lunar encontrarás la mejor opción del país para práctica de yoga, una experiencia introspectiva y poderosa gracias al aire fresco de la montaña, el silencio sólo interrumpido por el canto de las aves y la vista panorámica del valle de Jala que crean el escenario perfecto para conectar cuerpo, mente y espíritu. No es raro que los visitantes expresan sentir una profunda sanación emocional en este entorno tan cargado de energía natural.Además, los guías locales enriquecen la experiencia con elementos de la tradición indígena, como la quema de copal y la conexión con los cuatro elementos. Este enfoque holístico no sólo relaja, sino que permite reconectarse con el entorno y con uno mismo, convirtiendo cada postura y cada respiración en un acto de conexión con la tierra.En Jala, cada rincón cuenta una historia. Desde su nombramiento como Pueblo Mágico en 2012, ha mantenido viva su esencia y su hospitalidad. Es un lugar donde la naturaleza, la espiritualidad y la tradición conviven en armonía, y donde cada visitante encuentra algo único que lo conecta con lo más profundo de la cultura mexicana o de sí mismo.Jala también se distingue por su herencia culinaria. Aquí es típico disfrutar tostadas de pierna o de pata, preparadas con carne de cerdo deshebrada, frijoles, lechuga, queso, crema y salsa sobre una base crujiente. En sus fondas familiares también se sirven enchiladas, tamales colados, torrejas y galletas de maíz, así como el refrescante tejuino y bebidas tradicionales como el agua de jamaica.Quien recorre sus calles, asciende su volcán o comparte un platillo con sus habitantes, se lleva más que un recuerdo: se lleva una vivencia, raíces, sanación, comunidad y belleza natural.Con información de la Secretaría de Turismo de Nayarit CHEFS Y COCINERAS QUE DEBES CONOCERHablar de la cocina nayarita es adentrarse en una cultura de excelencia, donde cada platillo destaca por la calidad de sus ingredientes, la riqueza de sus recetas tradicionales y un sabor inigualable que conquista a quien lo prueba. La fuerza de la gastronomía de Nayarit en la cultura mexicana proviene de sus raíces, de la dedicación de chefs y cocineras tradicionales que, día a día, promueven los sabores emblemáticos del estado.Entre los nombres que elevan el prestigio culinario de Nayarit, tres figuras sobresalen por su trayectoria, pasión y aportes a la difusión de su cocina: la chef Betty Vázquez, el chef Marco Valdivia y la cocinera tradicional Amparo Irene Crespo.Chef Betty Vázquez: Conocida como la Chef Betty, ha sido durante años una de las máximas representantes de la gastronomía nayarita, especialmente en la Riviera Nayarit. Desde su infancia, descubrió su amor por la cocina gracias a las enseñanzas de su abuela. Este vínculo emocional se transformó en una vocación profesional, que la llevó a formarse en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu, en París, Francia.Su nombre alcanzó fama nacional en 2015 al convertirse en jueza del reality televisivo “MasterChef México”, donde fue una de las favoritas del público durante varias temporadas. Tras su paso por la televisión, decidió enfocarse nuevamente en sus proyectos personales.Actualmente es propietaria del restaurante El Delfín, ubicado dentro del Hotel Garza Canela, en el histórico puerto de San Blas. En este espacio, los comensales pueden disfrutar de creaciones como ceviche de pescado con mayonesa de chile güero y cilantro, cazuela de mariscos con tomate, curry y azafrán, o aguachile de camarón con chile serrano tatemado. Gracias a su propuesta culinaria, El Delfín ha sido incluido en la Guía México Gastronómico de Culinaria Mexicana, S. Pellegrino y Nespresso, que reconoce a los 120 mejores restaurantes del país.Chef Marco Valdivia: Con casi 30 años de experiencia, el chef Marco Valdivia es una de las voces más influyentes de la cocina nayarita. Es chef ejecutivo del restaurante Emiliano en Tepic y miembro fundador de la Academia Nayarita de Gastronomía, asociación dedicada a preservar y promover el patrimonio culinario del Estado.Una de sus creaciones más reconocidas es el taco de frijol puerco y carne zarandeada con salsa amortajada de gusano de maguey, platillo que lo llevó a destacar en el festival Meat & Fire en Barcelona, España, en 2023. Su cocina se distingue por el uso de ingredientes locales y la representación fiel de las costumbres alimentarias de las comunidades nayaritas.En julio de 2024, fue nominado a Chef del Año en el Premio al Mérito Restaurantero, otorgado por la CANIRAC, uno de los reconocimientos más importantes en el ámbito gastronómico nacional. Su trabajo como promotor de la cocina regional y el estilo único de su restaurante lo posicionan como una figura clave de la Riviera Nayarit.Además de chefs reconocidos, la gastronomía nayarita se mantiene viva gracias a las cocineras tradicionales, guardianas de recetas ancestrales. Amparo Irene Crespo, originaria de Sentispac, municipio de Santiago Ixcuintla, comenzó a cocinar a los ocho años, moliendo jitomates con el tejolote y preparando sopas para su familia.Uno de sus platillos emblemáticos es el Taxtihuilt de camarón, caldo de origen prehispánico venerado por los Totorames, antiguo pueblo del sur de Sinaloa y norte de Nayarit. También son muy apreciadas sus empanadas y albóndigas de camarón, elaboradas con técnicas tradicionales.Actualmente dirige el restaurante Mariscos Chava, en Sentispac, donde ofrece sabores auténticos preparados por ella misma.