Impulsan animación digital en México

CIUDAD DE MÉXICO.- Las grandes animaciones utilizan sensores para capturar el movimiento del cuerpo y lograr que el personaje se mueva de manera natural. Esta tecnología sólo era accesible a importantes estudios de animación, pero ahora, gracias a un mexicano, cualquiera tendrá a su alcance un equipo profesional.

El técnico académico Hernando Ortega Carrillo, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, desarrolló un kit que permite registrar el movimiento del cuerpo a un costo 10 veces menor que la competencia. “El problema al trabajar con animaciones es encontrar algún sistema de interacción, además son muy caros y por eso casi nadie los sabe usar; la idea de este producto es que lo pueda comprar cualquier estudiante o profesionista”.

A diferencia de los productos que ya existen en el mercado y utilizan muchas cámaras, sensores o campos magnéticos, el kit de captura del mexicano funciona de forma sencilla, “es bien simple, lo único que tienes que hacer es colocar los cables no eléctricos en las articulaciones del cuerpo con cinta adhesiva; el cable viaja a través de un tubo y a partir de él se transmiten los movimientos”.

El mismo Ortega creó un software: “Para meterlo a la PC hay una cámara que funciona como sensor, vía USB; lo que se ve en la pantalla son líneas negras, es como un código de barras pero cada barra corresponde a un cable; lo que hace el programa es medir qué tanto se dobla, se convierte en números y se mete en cualquier programa de animación”.

El kit de captura de movimiento puede registrar hasta 64 movimientos simultáneos a una velocidad de 30 muestras por segundo. El técnico está trabajando en un traje que mida el movimiento de todo el cuerpo, no obstante el método ya fue probado en el tobillo y la mano, se estima que un guante con esta tecnología cueste alrededor de 800 pesos.

Este sistema puede ser utilizado en realidad virtual, videojuegos, darle vida a un robot o como una herramienta que sirva a la ciencia, pues de acuerdo con su creador, hay un investigador interesado en medir el biorritmo de los acociles con este sensor, además puede ayudar en la rehabilitación de personas con alguna discapacidad.

Luego de trabajar dos años en este proyecto, Ortega Carrillo se ocupa en conseguir la patente nacional e internacional y encontrar empresas interesadas en la comercialización del producto, “la idea es primero sacar un kit y luego subproductos que funcionen igual, que no necesitan de conocimientos especializados para poder utilizarlos y menos para adaptarlos a tus necesidades”, asegura.

Hasta hoy Ortega está en pláticas con dos empresas mexicanas, una dedicada a medir el desempeño de personal especializado y otra más que fabrica guantes con sensores para personas con alguna discapacidad.