Lunes, 21 de Octubre 2024
Suplementos | La vida y el Mensaje de Jesús han sido siempre, para hombres y mujeres de todos los lugares y de todos los tiempos, motivación

Un año con San Pablo

En la actualidad medimos nuestros tiempos con dos calendarios diferentes: el calendario civil y el calendario litúrgico, que no entran demasiado en conflicto

Por: EL INFORMADOR

Estén preparados

     En la actualidad medimos nuestros tiempos con dos calendarios diferentes: el calendario civil y el calendario litúrgico, que no entran demasiado en conflicto. Ahora bien, estamos iniciando un nuevo Año Litúrgico.
     Hoy es el Primer domingo de Adviento antes del nacimiento de Jesús.En este Año Litúrgico vamos a comentar lo que san Pablo aprendió de Jesús; cómo interpretó sus enseñanzas, y cuál fue la influencia que le hizo ser y hacer de su vida un himno que fue eco del Evangelio y un reflejo de la santidad a la cual Dios invita a todos sus hijos.
     Velen y estén preparados, porque ya viene el Señor, nos dice la liturgia de este día… Pero en todos los tonos y a través de todos los medios, nos anuncian y  nos hacen sentir que vivimos tiempos de crisis, acaso para que preparemos nuestro ánimo y estemos dispuestos a afrontar nuevos vientos.
      Aunque a decir verdad, ni es la primera ni la más ardua crisis que ha pasado nuestro mundo, y ciertamente es bueno estar preparados; pero hay otras crisis más profundas, de las cuales no nos percatamos, o no queremos darnos cuenta de que un vacío existencial nos lanza al ras del piso y nos deja una pobreza de valores espirituales que es todavía más lamentable que la pobreza material.
      La advertencia: “Estén preparados”, no es para los creyentes una amenaza, es tan sólo el preludio de la llegada del Señor a nuestra vida, y con Él llegan también todos los bienes, todas las alegrías y el bienestar, aún en medio de carencias materiales.
     Ahora, en pleno siglo XXI, cuando pareciera que hemos llegado muy alto, seguimos recordando a san Pablo, un hombre que vivió en los albores de la nueva historia. No lo recordamos por sus hazañas personales, pues él no se dedicó a organizar guerras, ni a vencer enemigos, ni brilló por su riqueza o poderío.
     Su fama y resonancia que llegan hasta nosotros, están ligadas exclusivamente al nombre de Jesús. Por Él tuvo su vida un sentido sublime, de Él aprendió una sabiduría divina y su esfuerzo por propagar su nombre a todos los confines del mundo conocido hasta entonces; es lo que le ha dado esa grandeza que admiramos, y que a veces queremos imitar.
     San Pablo no es una estrella que brilla con luz propia, pero la luz que emana de Jesús resucitado le da a su personalidad una radiante claridad, que sigue todavía presente en nuestro tiempo y es capaz de darnos pauta para aprender también el cómo y el porqué la vida tiene un sentido extraordinario, si se orienta a caminar en pos de Cristo Jesús, el Señor. Eso san Pablo lo entendió plenamente el día de su conversión.
     La vida y el Mensaje de Jesús han sido siempre, para hombres y mujeres de todos los lugares y de todos los tiempos, motivación e impulso para vivir mejor una vida más plena, más realizada y feliz.Sólo quienes orientan sus pasos en este sentido lograrán lo que ni siquiera se habían atrevido a soñar.

María Belén Sánchez fsp

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