Tapatiez

Y sucede que los pesos cada día duran menos. El otro día estaba escuchado atentamente la conversación de dos pequeños, uno de cinco y otro de seis años de edad, que hablaban –como si supieran- de estos temas considerados de adultos y su lógica no me pareció descabellada, pero sí inocente.

Uno (de cinco años) le decía al otro que la economía de su casa estaba enferma de gripe. ¿Cómo es eso? Preguntó el otro. Pues verás el otro día escuché a mis papás, estaban platicando de sus cosas y cuando mi papá preguntó por la leche, mi mamá le contestó: “Mira la leche es para los niños y como están las cosas, hay que dejarla para ellos porque no eres becerro”. Y eso ¿qué tiene que ver con la gripe?. Espera. “Después mi papá le preguntó a mi mamá por el jugo de naranja, y ella le dijo que ya no habría más botes de jugo, ahora serían naranjas naturales ‘que tienen vitaminas y que además son más baratas y por lo tanto, buenas para la gripe’”.

El otro niño escuchaba muy atentamente los comentarios y se veía realmente interesado en la analogía del pequeño, tras la reflexión el niño mayor dijo: “A ver entonces las naranjas son baratas y buenas para la gripe, pero ¿qué tienen que ver con la economía de tu casa?”. El pequeño respondió: “Mira son tan buenas para la economía que ahora mi mamá compra muchas naranjas y mi papá dice que a la economía de la casa se le está quitando la gripe, osea, ya ves que son buenas para quitar la gripe de la economía”.

Yo como espectador me quedé pensando en las naranjas y en la lógica de los pequeños, y es cierto, si uno retoma los procesos más elaborados quizás aumentemos la inversión de tiempo pero también le quitaremos la gripe a nuestra economía a base de elaborar ciertos productos en casa como parte de un plan para salir adelante.
¡Qué sabia puede resultar la niñez!