Suplementos | Ha pasado ya un lustro sin una de las grandes figuras de la animación japonesa Satoshi Kon, la divinidad del anime oscuro Ha pasado ya un lustro sin una de las grandes figuras de la animación japonesa y todavía hoy muchos de sus seguidores siguen a la espera de que alguien retome el que fue su último proyecto Por: EL INFORMADOR 23 de agosto de 2015 - 05:32 hs Paprika. Película dirigida por Satoshi Kon y animada por Studios Madhouse. ESPECIAL / Estudio Madhouse GUADALAJARA, JALISCO (23/AGO/2015).- Pudo crear mundos que navegaban entre los sueños y la fantasía, así como personajes capaces de identificarse con la esencia más humana y el miedo más perverso. Satoshi Kon se inmortalizó como un ícono del anime japonés, pero no pudo huir de su propia realidad: el cáncer de páncreas le arrebató, a sus 46 años, la oportunidad de seguir mostrando su genialidad en el séptimo arte. Satoshi sabía que moriría. El 18 de mayo de 2010 el director nipón supo, por voz del médico, que 180 días sería el máximo lapso para soportar el cáncer que ya hacía metástasis calándole en los huesos. Tres meses después, un día 24 de agosto, el animador murió, dejando un legado único en su tipo, pero también un trabajo inconcluso que mantiene a sus fans a la espera de que sea retomado a cinco años de su fallecimiento. Satoshi se distinguió en el universo del anime por apostar por un diseño más realista y humano en sus argumentos, personajes y entornos que cargan con una psicología y simbolismos complejos, pero —a la vez— bastante digeribles para el espectador. Con cuatro películas a cuestas, Satoshi marcó una vereda propia en el cine de animación, alejándose por completo de las tendencias que encapsulaban al anime de los noventa en aventuras juveniles y mágicas. El creador nipón prefirió impulsar historias tejidas en un discurso más adulto y sumamente introspectivo. Laura Michel, profesora de la Universidad de Artes Digitales y especialista en redacción, guión y desarrollo de proyectos narrativos, destaca que en la obra de Satoshi, a pesar de siempre tomar como referencia anécdotas realistas, sus personajes y sucesos se teñían —paradójicamente— de una gran carga surrealista, pero con un alto sentido humanitario. “Perfect Blue”, “Millennium Actress”, “Tokyo Godfathers” y “Paprika”, no compiten en cantidad al impacto que genera la industria hollywoodense, pero fueron suficientes para que algunos cineastas estadounidenses de renombre tomaran como vértice el tejido narrativo y los personajes con los que Satoshi se ganó a un público de culto en la década de los noventa y del año 2000. Aceptación inmediataLas raíces de Satoshi en la animación profesional surgen de la mano del mangaca, KatsuhiroŌOtomo, quien invitó en 1995 a Kon a la realización de “Memories”, de la casa productora Madhouse, siendo este corto el peldaño que lanzaría al cineasta al escrutinio público. A partir de esto, Satoshi no se separó de Madhouse, obteniendo respaldo total de los también creadores Rintaro y Yoshiaki Kawajiri, siendo “Perfect Blue” su ópera prima, en 1997, donde abordó la vida de Mima Kirigoe, una cantante pop japonesa que tras dar un giro a la actuación enfrenta a la furia de un fanático que desata una serie de asesinatos con la esperanza de recuperar la inocencia de su ídolo. “El dibujo que manejó fue más realista. Se acercó más a la parte humana. Muchas animaciones, inclusive la de adultos, manejan personajes que son héroes, fuertes, niñas lindas, gente poderosa, pero Satoshi se pegó a la vida real. Sus personajes son personas que te puedes encontrar a la vuelta de la esquina y con las que te puedes identificar inmediatamente”, dice Laura Michel. Aunque su segunda producción, “Millennium Actress” en 2002, tuvo también aceptación, Michel considera que “Tokyo Godfathers” es la obra que más caracteriza a Satoshi, debido al simbolismo y narrativa que el director imprimió cuidadosamente en la que sería su tercera película, donde la esperanza y la reflexión son los ingredientes más fervientes de la historia. “La obra de Satoshi no tiene una gran complicación, uno puede acercarse a cualquiera de sus películas y no requieren de ningún tipo de conocimiento previo ni de apertura. Algo interesante de su trabajo es que trataba temas complejos, pero de una manera muy sencilla”. En “Tokyo Godfathers”, Laura Michel encuentra el argumento más cristalino y redondo de Satoshi, dando cátedra de cómo una historia puede alcanzar la perfección en su guión al no dejar ningún cabo suelto entre los personajes y sucesos, y mucho menos, dejando al espectador con dudas sobre el desenlace de cada uno de los elementos de la narrativa. Además, el simbolismo que Satoshi Kon puso ante los ojos del espectador fue muy sutil y sin caer en lo abrumador, explica Laura Michel resaltando las referencias que el nipón distribuyó en “Tokyo Godfathers” mediante ángeles y el número 25, elementos que si bien no son los totales protagonistas o claves de la historia, sí encaminan al público a un mensaje concreto mediante metáforas. ¿Un tributo?Tras el éxito que Christopher Nolan alcanzó en 2008 con “The Dark Knight”, donde se adjudicó dos Premios Oscar, el cineasta británico brilló por un prestigio que se reafirmaría al llegar con “Inception” a la pantalla grande en 2010, con la que obtuvo cuatro preseas de la Academia. ¿Qué tiene que ver Nolan en el legado de Satoshi? Aunque nunca lo habló, los fans del cineasta nipón inmediatamente refirieron que “Inception” era una copia modernista de “Paprika”. “A Satoshi lo empezaron a copiar cineastas estadounidenses, can adienses, británicos. ‘Paprika’ es una película sumamente surrealista, tiene un mensaje que te calienta el corazón, te hace reflexionar sobre ti, sobre cómo son las personas, cómo quieres que los demás te vean”. También Darren Aronofsky fue blanco de críticas por “Cisne negro”, que le valió el Oscar a su protagonista, pues los fans de Kon afirman que la historia de la bailarina “Nina” tiene su inspiración en los álter egos y presiones que el japonés puso en “Perfect Blue”. “A Satoshi yo lo consideraría como un caso único entre los suyos, no encontraremos a ningún otro animador que se le parezca de los años noventa en adelante”. Rumbo al año 2000, la animación japonesa comenzó a oscurecer sus historias con temáticas para adultos; Laura señala que Satoshi evitó caer en los clichés de estas producciones más “maduras”. El adiós certeroLa muerte de Satoshi fue sorpresiva para su público, que inesperadamente conoció la enfermedad que el director sufrió luego de que él mismo publicara una carta de despedida en su web konstone.s-kon.net, en la que agradeció a sus seguidores la confianza y respaldo , además de explicar su acercamiento a la muerte. “Le preocupaba dejar un trabajo inconcluso. Estaba consciente de que era una persona talentosa y buena en lo que hacía, estaba demasiado concentrado en su trabajo”, puntualiza Laura Michel refiriendo la esperanza que existe de que algún día se retome los inicios que Satoshi dejó de lo que sería su última creación “Dream machine”. Aunque no existe una traducción oficial en inglés o en español de la última carta de Satoshi, algunas interpretaciones rondan en la web donde rememoran el legado del artista nipón y se destacan los párrafos más emocionales y cruciales con los que el director se despidió. SABER MÁSAtmósferas auditivasLa banda sonora que aderezó las obras de Satoshi es otro elemento destacable en las producciones del creativo nipón, eligiendo a su compatriota, el compositor Susumu Hirasawa, como pilar inamovible para sus obras más representativas. El músico apuntalado en el género electro pop sirvió a Satoshi en su única serie de televisión “Paranoia Agent” y los largometrajes “Millennium Actress” y “Paprika”. Temas Tapatío Lee También El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Año de “ballenas flacas” El maestro de la brevedad: a 107 años del nacimiento de Juan José Arreola La vida del jazz tapatío Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones