Jueves, 09 de Octubre 2025
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Plaza del Sol, un sueño de hombres visionarios

Hace 45 años se fundó al extremo de la ciudad un centro comercial que cambiaría la vida de los tapatíos

Por: EL INFORMADOR

Los empresarios están satisfechos por la apuesta que hicieron en su momento para realizar el primer establecimiento de su tipo. EL INFORMADOR /

Los empresarios están satisfechos por la apuesta que hicieron en su momento para realizar el primer establecimiento de su tipo. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (23/NOV/2014).- A 45 años de su inauguración, el centro comercial Plaza del Sol no sólo es el primer establecimiento de su tipo en América Latina y, hoy día, un símbolo para esta ciudad, se ha convertido asimismo en uno de los proyectos de mayor éxito a nivel local y nacional que se ha consolidado y sabido adaptarse a los tiempos gracias a una iniciativa que, desde sus orígenes, se concibió desde una perspectiva estratégica y social, producto de una visión que rebasó cualquier expectativa entre quienes integraron el grupo de inversionistas fundadores, doce empresas que bajo el signo de la unión y la confianza hicieron posible el nacimiento de un espacio sin precedente en los años sesenta.

En estos términos, quizá la mejor manera de poner de relieve la dimensión de “éxito” y trascendencia para un espacio como Plaza del Sol sea mencionar cómo, después de más de cuatro décadas, el porcentaje de ocupación de locales es prácticamente de cien por ciento, a lo que se puede sumar que sus consecuentes —y necesarias— adecuaciones se avinieron, material y estéticamente, con el proyecto original.

Roberto Orozco

Don Roberto Orozco, empresario tapatío ya retirado, fue uno de los fundadores del proyecto que hace casi 45 años dio origen a Plaza del Sol, “fruto del esfuerzo de empresarios locales que supieron mostrar el valor de la unidad y el trabajo”.

La idea surgió a partir de las visitas que Orozco —lo mismo que Jaime Varón y Ángel Franco— realizó años antes a los Estados Unidos y que permitieron pensar que un centro comercial en la ciudad podría aportar beneficios a quienes se sumaran al proyecto, aunque, aclara, “en un principio nos tachaban de locos”.

Tras conformarse una sociedad comercial con 12 empresas, se adquirió en propiedad el Motel Del Valle y algunos predios aledaños para conformar las 11 hectáreas donde se ubicaría el centro comercial, cuyo proyecto fue consignado a un despacho estadunidense —Chaix & Johnson— con sede en Los Ángeles, California, para que la construcción quedara a cargo de un grupo de constructoras locales.

Así, un espacio concebido desde el inicio como “amable, familiar y destinado a la circulación y el encuentro de las personas”, establece Orozco, ha mantenido esos valores y significa “una satisfacción enorme, porque demuestra el valor de la unidad; además, es ahora parte de mi vida y, creo, como grupo dejamos huella”.

Miguel Moragrega (hijo)

El empresario Miguel Moragrega, hijo de quien fuera el primer hombre de negocios en encabezar la sociedad comercial que dio origen a Plaza del Sol, era entonces un joven de 27 años que ya trabajaba con su padre, y hoy día reconoce que “en lo que respecta al desarrollo del centro comercial, todo fue un acierto”.

Lo anterior da cuenta de la audacia de quienes se asociaron para realizar un proyecto que, a fines de los sesenta —una época “difícil” a nivel nacional— seguía “tendencias que venían de Estados Unidos”, pero asimismo contempló “conceptos originales que se consideraron como valores importantes, es decir, que la plaza fuera abierta, al aire libre, familiar; algo que incidió en que, con el tiempo, se convirtiera también en un sitio para todas las clases y con un tráfico de paso interesante y dinámico”.

En palabras de Moragrega, la plaza “para mí es un orgullo, no sólo por la forma en que se realizó, pues es reflejo de cómo empresarios 100% tapatíos supieron unirse y trabajar juntos, sino porque a pesar de que la ciudad ha observado cambios en aspectos comerciales y empresariales, Plaza del Sol sigue siendo un ejemplo único”.

Alfredo Dau

Alfredo Dau confiesa que se enteró “casualmente” de lo que era el proyecto de construir un centro comercial que a la postre sería Plaza del Sol; al lado de su hermano, encabezaban la empresa de almacenes “La Muñeca” —especializada en mercería y perfumería, por casi seis décadas— y decidieron involucrarse en una iniciativa que presentaba “muchas cosas innovadoras”.

Apunta el empresario que desde su concepción y diseño la idea fue “favorecer el comercio” y eso es algo “valioso, porque éramos solamente comerciantes y no se pensó esto como negocio inmobiliario, algo que ha hecho que otros centros comerciales que surgieron después hayan fracasado”.

Dau es, con todo, muy claro al afirmar que participar como fundador de Plaza del Sol representa “un orgullo y un honor” para él; “mentalmente, creímos siempre que iba a ser un gran éxito, estábamos convencidos —no íbamos buscando que fuera más que una buena inversión para cada una de las tiendas involucradas—, a pesar de que los primeros años fueron difíciles porque no fue la maravilla que se pensó, aunque con el tiempo rebasó todas las expectativas”.

René Baruqui

Como figura principal de Casa Baruqui, el empresario reconoce que por espacio de más o menos dos años “hubo poco interés del público” respecto del centro comercial, “pero luego de eso comenzamos a cosechar; no hay que olvidar que aquellos eran otros tiempos y se debe aquilatar que fuimos la primera sociedad comercial en la ciudad, una en la que 12 competidores se unieron en torno a una iniciativa común”.

“Teníamos esperanza, aunque no ignorábamos que podíamos sufrir al principio, de alguna manera supimos que era una empresa pionera a nivel continental, por eso para mí representa una gran satisfacción formar parte de quienes lo iniciamos, aunque en un principio las motivaciones fueran estrictamente vinculadas a los negocios”.

Lo anterior, destaca Baruqui, se proyectó incluso a una dimensión personal, “con los años he procurado hacer mis compras en Plaza del Sol, tomar un café con los amigos se me volvió costumbre”; además, “el centro comercial ha sabido renovarse y adaptarse; hoy día es también un símbolo de la ciudad.  Estoy orgulloso de haber participado en el proyecto, inicié con mis hermanos —Héctor y Mario— y ahora somos parte de la historia de Guadalajara”.

Leopoldo Amutio

Dueño de un grupo de ferreterías Calzada SA, Leopoldo Amutio se vincula a los orígenes de Plaza del Sol gracias a la invitación directa que le hiciera Roberto Orozco; su idea, como la de otros, era “seguir ampliando el negocio y, aunque la zona no presentaba mucho desarrollo de vivienda y transporte, su ubicación era una oportunidad porque se localizaba en un sitio diferente de donde se hallaban las sucursales”.

A diferencia de otros establecimientos, su empresa “fue de las primeras en abrir y hubo un repunte rápido”, por lo que “fue un proyecto atinado, desde su concepción y gracias al entendimiento y respeto que hubo siempre entre los miembros de la sociedad comercial”.

Así, atribuye el éxito constante de Plaza del Sol a que su variedad de oferta “resuelve las necesidades de mucha gente, no ha quedado obsoleta, sino que se transforma constantemente y me parece que sus óptimos resultados se deben a que quienes nos asociamos tuvimos una visión a largo plazo, algo fundamental para una iniciativa comercial, creo que nadie dudó acerca de eso”.

José Levy

José Levy —descendiente de Eduardo Levy, fundador de Droguerías Levy— coincide con que Plaza del Sol fue fruto de comerciantes “con mucha visión”. pero además, que lo llevaron a cabo “con mucho cuidado; yo era joven entonces, pero recuerdo el entusiasmo y, sobre todo, el gran liderazgo de Miguel Moragrega, porque pienso que se eligieron a los mejores en el área de comercio y se cuidó el equilibrio en quienes se integraron a la sociedad comercial”.

Si algo destaca el empresario es que grupos como el que dio origen al centro comercial “se ven normales hoy día”, pero entonces “no era común, todos se enfocaron en el comercio, pero se tenían confianza; se trata de valores que siguen vigentes: la unión, el arrojo y la visión de un grupo que supo desarrollar un proyecto que cambió la historia de la ciudad”.

En palabras de Levy, “satisfecho y orgulloso” de haber participado en la empresa, también rescata “el aprendizaje, en lo individual y como sociedad comercial, que representó esta forma de ver los negocios, porque creo que fue redituable para todos y, no hay que olvidar, los negocios no dejan de ser parte del entramado social y, en este caso, se ofreció desde el principio un servicio íntegro”.

Ana Varón

Hija del empresario Jaime Varón Modiano —quien al lado de Ángel Franco y Roberto Orozco formaron el primer grupo promotor de la iniciativa para construir Plaza del Sol—, Ana Varón destaca que el “sueño” de su padre fue crear un centro comercial “a la altura del mejor de los Estados Unidos”, de ahí que durante algunos viajes de vacaciones al vecino país el empresario “tomaba fotos” de estos establecimientos y, tras algunas pláticas al regresar a la ciudad, “su idea se fue cristalizando”.

De la plaza, recuerda, “se puede decir que en el principio no fue muy visitada, pero la posterior convivencia de las familias y su conversión en sitio de paseo cambiaron eso; lo importante es valorar que estos empresarios tuvieron gran poder de convocatoria y consiguieron trabajar en conjunto por un bien común”.

Lo anterior, señala la señora Varón, fue muestra de que estos comerciantes “podían apoyarse unos con otros, con miras a conseguir un objetivo elevado”; este propósito, dice, desde aquellos días en que su padre la llevaba a contemplar el terreno donde se edificaría Plaza del Sol, “se ha mantenido y, como lugar de tradición, la idea es que se solidifique y robustezca”.

Víctor Sarquis

Destacado empresario local, Víctor Sarquis rememora las cualidades de líder e integridad de don Miguel Moragrega, algo que hizo —y sigue haciendo— de Plaza del Sol “uno de los lugares mejor administrados de la ciudad, porque no ha perdido su posición y supremacía como espacio para el comercio, un sitio innovador que ha resuelto de buena manera sus modificaciones con el paso del tiempo”.

De acuerdo con el hombre de negocios, este centro comercial es “un caso único” entre los de su tipo, “porque no era sencillo reunir a 15 personalidades que representaban lo mejor en el área comercial de la ciudad, todos metódicos y que, a pesar de lo arriesgado del proyecto, sabían que había pocas perspectivas de fracasar”.

Para Sarquis, lo más significativo sigue siendo “el grupo de personas” que se reunió para llevar a cabo la obra, un centro comercial que es “una joya de primer orden, porque muchas otras plazas se hallan en estado de crisis permanente mientras que Plaza del Sol es un ejemplo de éxito y eficiencia. Es difícil no estar orgulloso de haber tomado parte en eso”.

Ángel Franco

Al frente de Almacenes Franco del Centro SA, Ángel Franco Camberos no olvida que le propusieron encabezar una comisión para “promocionar” entre empresarios de la ciudad la idea que derivaría en el nacimiento de lo que hoy conocemos como Plaza del Sol; así, no evita comentar que, en aquella época, “la ciudad se distinguía porque sus hombres de negocios no acostumbraban asociarse, menos entre competidores, algo que cambió con este proyecto”.

De este modo, establece el empresario, el convenio que dio origen al grupo nunca perdió “su enfoque netamente comercial, cuyos esquemas de participación e inversión se determinaron de manera proporcional”; por otra parte, es uno de los que reconoce pérdidas “durante los primeros tres años” de funcionamiento en los que, de forma sarcástica, se llamó “plaza de la soledad” al centro comercial.

Franco acepta su “gusto y orgullo” de haber sido parte de este grupo de empresarios; “no importa que entonces hubiera arriesgado lo que tenía, vender incluso mi casa para acondicionar la tienda; después de 45 años, Plaza del Sol tiene una historia sorprendente y sus resultados son magníficos todavía. Representó para mí un cambio en mi vida, y estoy feliz por eso”.

Carlos Rabinovitz

Como negocio familiar, Mueblerías Bertha eligió de entre sus socios a Carlos Rabinovitz para que les representara en la sociedad comercial que se estableció para dar vida al primer gran centro comercial de Latinoamérica en 1969; como no existía “la costumbre de asociarnos”, asegura, “sólo pensamos en establecer nuestro negocio, pero no teníamos idea entonces del tamaño del proyecto y en lo que llegaría a convertirse”.

Hijo de un inmigrante ruso, el empresario reconoce que no fue sencillo, viniendo de “hacer negocios en el sector popular”, adaptarse y “pasar por la innovación que representó manejar las ventas al mayoreo y menudeo. Como comerciantes, quisimos avanzar en nuestro concepto de muebles y atacar otro mercado (lo que en un principio funcionó muy bien, luego no tanto)”.

Así, en un mercado que se transformaba para dar paso a una clase de consumidor que “aprendió a salir del centro de la ciudad”, comenta Rabinovitz, Plaza del Sol les ayudó a “empezar a ser comerciantes y nos sacó del sector popular; por eso creo que el proyecto tuvo un mérito extraordinario; no sólo ayudó a nuestro crecimiento, sino al desarrollo subsecuente de la ciudad”.

Myriam, Manon y Juan Pedro Vachez Plagnol

Como hijos de don Carlos Vachez Defert, quien encabezaba la empresa Fábricas de Francia en la época que surgió Plaza del Sol en Guadalajara, Myriam, Manon y Juan Pedro Vachez Plagnol recuerdan que su padre se mantuvo siempre en contacto con Alfred V. Chaix, del despacho estadounidense de arquitectos Chaix & Johnson, a cargo del proyecto del centro comercial, por lo que se trasladaba con frecuencia a Los Ángeles para las “revisiones” del mismo.

De esta forma, como una de las empresas de participación mayoritaria en la sociedad comercial, Fábricas de Francia fue no sólo “la tienda donde crecimos”, apunta Juan Pedro, porque además “generó un cambio en el centro de gravedad del desarrollo de la ciudad”; por esto, sostiene que su padre seguramente “coincidiría con la idea de que Plaza del Sol se ha convertido ahora en un ícono de la ciudad”.

Asimismo, dice Myriam —secretaria de Cultura de Jalisco— que el proyecto “de una generación de empresarios que se lanzó a construir el más grande centro comercial del continente, da cuenta de la unión” y, a nivel particular, evidencia “el compromiso de mi padre con una ciudad (y un país) que le acogió, por lo que no sólo tomó el papel protagónico en la administración de las tiendas, sino en participar en el proyecto, apostar por el desarrollo de la ciudad”.

Alfonso Chalita Bittar

Heredero de un legado comercial que se remonta a finales del siglo XIX, cuando llegaron al país los primeros miembros de su familia desde Líbano, Alfonso Chalita Bittar estuvo por muchos años al frente de Casa Chalita, establecimiento de tradición comercial en bonetería y varios, que con el tiempo se convirtió en grupo corporativo en diversos rubros; con todo, a mediados de los años sesenta, el empresario se involucró en el proyecto para la edificación de Plaza del Sol, el cual conocía desde sus orígenes.

Así, en una entrevista para El Informador —en marzo de 2001—, Chalita Bittar señaló que, entre 1964 y 1965, “estábamos en el Consejo de la Cámara de Comercio varios amigos comerciantes, comenzamos a platicar del rumor de los centros comerciales y queríamos saber cómo eran, por lo que después de varias charlas, decidimos hacer un viaje a los Estados Unidos”.

Fruto de estos viajes fue la iniciativa original que dio pie a la concreción de Plaza del Sol, centro comercial con el que el comerciante se sintió satisfecho porque no sólo se trató de un reto, sino que era “necesario”, pues —dejó dicho hace trece años— “la gente ya no podía estar yendo al centro a hacer sus compras, por eso nos interesamos en el proyecto”.

Leonor Montaño y Alejandra Villaseñor

Como director general de Droguerías Levy a fines de los sesenta, Ricardo Montaño fungió como representante de la empresa en la sociedad comercial que daría origen a Plaza del Sol; a 45 años de distancia, Leonor Montaño y Alejandra Villaseñor, hija y nieta el empresario, respectivamente, no ocultan su “orgullo” por el hecho de que su ancestro sea “uno de los fundadores” del que llegó a ser el primer centro comercial de su tipo en América Latina.

Villaseñor, quien continúa asistiendo a las reuniones del consejo directivo, refiere que los empresarios fundadores fueron “visionarios” y no perdieron de vista que “lo que hace a las empresas es el talento de la gente que en ellas trabaja”; de esta forma, el proyecto “conserva mucho de lo que los fundadores pusieron en él”.

Recuerda la nieta de Montaño que muchas anécdotas de su familia tuvieron “a la plaza como protagonista” pero, ante todo, se considera heredera de un ejemplo general, porque, al conocer a estos empresarios, “encontré en ellos mucho de lo que conocía en mi abuelo: visión, destreza mental y rectitud; todos ellos deseaban, y eso los caracteriza, aportar algo a la ciudad”, de ahí que sostenga que, después de 45 años, su abuelo sentiría “alegría” de ver cómo aquella iniciativa que hizo suya es ahora “un símbolo” para Guadalajara.

SABER MÁS

Fundadores


> Sr. Miguel Moragrega Baquer
> Sr. Ángel Franco Camberos
> Sr. Carlos Vachez Defert
> Sr. Roberto Orozco Castellanos
> Sr. Alberto Varón Mediano
> SR. Ricardo Montaño Beltrán
> Sr. Eduardo Levy García
> Sr. Alberto Sarquis Saade
> Sr. Alfredo Dau Dau
> Sr. Leopoldo Amutio de Diego
> Sr. Alberto Javelly Manuel
> Sr. Rene J. Baruqui Hadad
> Sr. Alfonso Chalita Bittar
> Sr. Carlos Rabinovitz FainsteinFundadores

Presidentes del Consejo
> Sr. Miguel Moragrega Baquer (1968 -1978)
> Sr. Miguel Moragrega Baquer (1978 -1981)
> Sr. Ricardo Montaño Beltrán (1982-1990)
> Sr. Cristóbal Franco Schondube (1991-1997)
> Sr. Luis Moragrega Ochoa (1997 a la fecha)

Secretarios del Consejo
> Lic. Miguel Campos Somellera (1968-1990)
> Lic. Gabriel Bravo Galván (1991 a la fecha)

Administradores

> Lic. Jaime Villa García (1969-1978)
> Lic. Enrique Aldana Pérez (1978–1986)
> Lic. Antonio Uriarte García (1986-1994)
> Lic. Francisco Menchaca Castillo (1994-2002)
> Lic. José Rafael Santana Villegas (2002-2010)
> Mtro. Miguel Gonzalo Ferrer Bojórquez (2010 a la fecha)

EL PRIMER CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE PLAZA DEL SOL

Titulares
Presidente        Sr. Miguel Moragrega Baquer
Secretario        Lic. Miguel Campos Somellera
Vocal        Sr. Alberto Sarquis Saade
Vocal        Sr. Carlos Vachez Defert
Vocal        Sr. Luis Moragrega Baquer
Vocal        Sr. Ángel Franco Camberos
Vocal        Sr. Alberto Varón Modiano
Vocal        Sr. Alberto Javelli Manuel
Vocal        Sr. Carlos Ravinovitz F.
Vocal        Sr. Alfonso Chalita B.
Vocal        Sr. Mario Baruqui Hadad
Vocal        Sr. Alfredo Dau Dau
Vocal        Sr. Leopoldo Amitio de Diego
Comisario Propietario    Sr. Roberto Orozco Castellanos
Comisario Suplente    Sr. Ricardo Montaño Beltrán

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN VIGENTE DE PLAZA DEL SOL

Presidente:    Sr. Luis Moragrega Ochoa
        Las Nuevas Fábricas, S.S. Por conducto del
Vicepresidente:     Sr. Enrique Antonio Cue Garcia    
Vocal:        Sr. Sergio Gandulf Castellanos
Vocal:        Sr. Miguel Moragrega Fernandez del Valle
Vocal:        Sr. Luis Moragrega Baquer
        Plaza del Sol, s.a. De c.v., Por conducto del
Vocal:        Sr. Salvador Ornelas Gutiérrez
Vocal:        Sr. Ricardo Torres
Vocal:        Sr. Jaime Bruno Zaragoza Hernández
Vocal:        Sr. Jorge Zaragoza Hernández
Vocal:        Sr. Roberto Orozco Martínez
Vocal:         Sr. Roberto Orozco Castellanos
Vocal:        Sr. Cristobal Franco Schondube
Vocal:        Sr. Salomon Sustiel Varón
Vocal:        Sr. Sergio Chávez Vidales
Vocal:        Sr. Amin Hawa Sarquis
Vocal:        Sr. Amin Hawa Sabi
Vocal:        Sr. Antonio Balmori Barro
Vocal:        Srita. Gabriela Balmori M.
Vocal:        Sr. Joaquín Solbes Fernández
Secretario:    Sr. Gabriel Bravo Galván
Administrador:    Mtro. Miguel Gonzalo Ferrer Bojórquez

Tapatío

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